La Federación Rural fijó una postura crítica ante el proyecto de la represa de Casupá y exhortó a actuar “con precaución” en la búsqueda de soluciones para el abastecimiento de agua potable, especialmente en el área metropolitana. La declaración surge tras una sesión ampliada del Consejo Directivo realizada el pasado 5 de noviembre en la Asociación Rural de Reboledo.

Según el comunicado, la represa “tal como está planteada” no ofrece garantías de una verdadera solución a los problemas de suministro. La gremial sostiene que el proyecto continúa dependiendo de la cuenca del Santa Lucía, de su potabilización en aguas corrientes y carece de estudios técnicos, financieros y ambientales completos, lo que —a juicio de la institución— deriva en riesgos “muy altos”.

La Federación Rural advierte además que el impacto en la zona afectada sería significativo en tres dimensiones: social, por la ruptura del entramado comunitario, el freno al desarrollo rural y el cierre de escuelas centenarias; ambiental, por perjuicios contrarios a compromisos internacionales y la pérdida de ecosistemas asociados; y productiva, por el impacto sobre una amplia zona de actividad agropecuaria con efectos económicos para familias rurales.

En este contexto, la gremial propone otorgar un plazo de seis meses para realizar estudios técnicos y ambientales que permitan evaluar en profundidad las distintas alternativas disponibles. Plantea que existen soluciones modernas y ya aplicadas en otras partes del mundo, como nuevas fuentes de abastecimiento, desalinización y uso controlado del Río de la Plata, que deberían considerarse para asegurar la seguridad hídrica sin comprometer recursos naturales ni la calidad del agua.

“La Federación Rural mantiene firme posición en defensa de la producción nacional, del medio ambiente y, sobre todo, de las familias rurales”, concluye el comunicado, y remarca que el país debe optar por una solución estructural “para los próximos 100 años”.