Publicidad

Se precisan más toros para poder preñar más vacas

El negocio de la cría vive un momento histórico y sigue apostando a crecer en una zafra que pinta más que bien

Toros, zafra de toros, toro Hereford y Angus
Contar con toros probados, revisados y vacunados contra venéreas, es parte del camino para producir más terneros.

Los astros están alineados para que la ganadería de cría aproveche el viento a favor y continúe apostando a crecer. Valores destacados para las categorías de reposición, un precio que supera los US$ 5.100 para la tonelada de carne bovina exportada y récord para el novillo gordo, generan confianza en la cadena.

Controlar los reproductores, evitar toros “turistas” en los campos y mantener los vientres en óptimas condiciones, que son la verdadera máquina de cría, sumado a la planificación del servicio, son claves para el éxito.

Será una buena zafra de toros. Los precios del ganado, una exportación en pie activa y cotizaciones estables para tecnologías como la inseminación artificial, estimulan a invertir más para asegurase los terneros.

El año pasado se comercializaron en remates de cabaña y exposiciones 6.672 toros, con un valor promedio de US$ 2.880, según la estadística de Rurales El País. Usar un toro probado y revisado, le ofrece al productor otras garantías: sanitarias y reproductivas.

Si bien la revisión de toros previo al servicio, a nivel de las cabañas y de los predios que tienen un asesoramiento veterinario permanente es normal, a nivel de predios comerciales, según argumentan los técnicos, hay más preocupación por contar con toros aptos para el servicio. Hoy en los predios criadores no se ve un número mayor a otros años de “toros rotos”, pero siempre hay necesidad de reponer reproductores. A su vez, la tendencia en los predios criadores es a entorar la mayor cantidad de vacas posibles y para eso, se precisan más toros.

Venéreas. Las enfermedades vinculadas con la reproducción -también conocidas como venéreas-, son responsables, en muchas zonas, de una perdida alta de terneros. Los toros que no cuentan con un raspaje de prepucio para descartar científicamente que están libres de venéreas, son un verdadero problema para los sistemas criadores.

“Estamos impulsando que más ganaderos se preocupen por la detección de enfermedades venéreas en los toros, especialmente para detectar Camphylobacter y Tricomona”, contó a El País el Dr. Pablo Marinho, veterinario de Cerro Largo con amplia experiencia en la cría.

El profesional explicó que muchas toradas se revisaron temprano y estimó que, por lo que demuestran los productores, “se van a entorar muchas vacas, así como creo habrá un aumento en el uso de la inseminación artificial. Hay mucha gente estimulada averiguando precios y fechas. En paralelo, pienso que se van a vender muchos toros. Será una buena zafra”, dijo Marinho.

Los costos de las dosis de semen y de las hormonas que se aplican en los paquetes de inseminación artificial están muy parecidos a los años anteriores, lo mismo que el costo de revisar los toros. “El valor del novillo gordo y la vaca gorda están en alza y eso brinda una perspectiva interesante para que el productor apueste a preñar, apueste a la genética, ingrese al servicio más vacas y necesite mayor volumen de terneros”, remarcó el veterinario de Cerro Largo.

En Uruguay -en promedio- cada 100 vacas se usan 3 o 4 toros y con la revisación completa de cada reproductor, el ganadero le dará más uso a ese toro. “Es importante revisar los toros porque si falla uno, se pierde de preñar entre 25 a 50 vacas”, advierte Marinho. “No es un año para mantener toros turistas en el campo”, reafirmó el veterinario, destacando una de sus frases más célebres que caló hondo en los productores. A su vez, reconoció que el ánimo de la gente es otro y se nota mucha preocupación por mantener el buen estado en los vientres y las toradas.

Conciencia. Desde el norte del país, el Dr. Guillermo de Nava también admite que hay mayor conciencia sobre las ventajas que tiene el revisar toros antes del servicio. “En predios donde se vienen revisando los toros todos los años, los rechazos son bajos, mientras que en los lugares donde no se revisan, pueden haber rechazos de entre 20% y 25% por distintos problemas”, explicó de Nava. El profesional y sus colegas, siempre sostienen que el ganadero que revisar los toros previo al servicio y luego ve los resultados, “siempre repite”.

A nivel de predios comerciales dedicados a la producción de terneros también hay mayor interés por utilizar esta herramienta. Así lo remarcó el Dr. Alejandro Saravia, veterinario del Instituto Plan Agropecuario (IPA).

“Vemos que hay más inquietud, por el precio de los toros y por el precio del ternero. Claramente que un toro falle tiene un impacto importante en los porcentajes de preñez”, admitió el extensionista.

Los toros se sacan del rodeo en febrero y marzo, “como que se abandonan un poco y el productor se vuelve a acordar previo al entore. Un toro que pierde 100 kilos, lleva más de tres meses para recuperar el peso con ganancias de 1 kilo por día y deben ser sobre pasturas importantes”, explicó Saravia. Hay una relación muy directa entre el estado corporal del toro y su capacidad de servicio.

Los entores de la ganadería uruguaya son de verano. “Con las vacas en celo, el reproductor tiene un ejercicio pronunciado y se alimenta poco y mal. Por eso digo que atender los toros es bien importante y a veces no se le brinda la dimensión que merece”, explicó Saravia.

Costumbre. Según la visión del Dr. Santiago Bordaberry, que además es criador y cabañero, “en cualquier país ganadero o que se diga ganadero, se sueltan los toros al rodeo con las garantías sanitarias y reproductivas suficientes. En Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos o Argentina, no se ponen los toros en el rodeo sin no están totalmente revisados, con análisis de semen, de venéreas, andrológico. Se buscan las máximas garantías para preñar las vacas”.

El profesional reconoce que en Uruguay, la revisión de toros “es una práctica que se fue incrementando a partir de la prédica de una cantidad de profesionales extensionistas que demostraron que la revisión de los toros previo al entore, significan sacarse las dudas de por qué fallaron las vacas en el servicio, por más que estaban en buenas condiciones”. Reconoció que “cuesta mucho tener las vacas ciclando (presentando celo cada 21 días) y usar todos no aptos en el servicio es una lástima. Por eso es que se está revisando más”.

Bordaberry estimó que si no se incrementa la revisión de toros previo al servicio “con lo que valen los terneros, el ganado, la reposición y la carne, no lo hacemos nunca más. Me parece que ahora están las condiciones para un trabajo muy sencillo, económicamente muy a la alcance de cualquier productor. Debe ser parte de la estrategia que lleve a un resultado óptimo en la cría bovina”.

Sin una buena alimentación es imposible preñar más

terneros, ganado

“La revisión de los toros previo al servicio, debe ser visto por el productor como una inversión”, sostuvo Marcos Berrutti, que además de veterinario es criador y asesor de varias cabañas ganaderas. Hoy hay mayor tecnificación y más inversiones en el sector. “En el agro hubo un recambio generacional, cada vez hay que afinar más el negocio y ese tipo de inversiones, como revisar los toros previo al servicio, va haciendo carne en los productores”.

El subsector de la cría, que agrupa mayoritariamente a pequeños productores y se desarrolla sobre, mayoritariamente, sobre campo natural, tiene muchos desafíos por delante para poder crecer, como el reducir las pérdidas de 10% de los terneros nacidos año, desde el nacimiento hasta la señalada.

Para Berrutti, el desafío más importante está en la alimentación óptima de las vacas para poder preñarlas.

“La alimentación es un tema a resolver y de los muy importantes. Tener los requerimientos nutricionales para que la vaca cicle (presente celo regular) y para que geste un ternero, manteniendo otro y destetándolo, es por ahora el más importante desafío”. Más allá de ese aspecto, Berrutti consideró que “no se deben descuidar los otros trascendentes paradigmas de la cría como son la genética y la sanidad”.

Respecto al primero, el profesional afirmó que en genética “se están dando pasos importantes” y agregó que en sanidad, “si bien creo que el acceso a las posibilidades que ofrece la tecnología es generalizado, hay que atacar temas claves como la garrapata”. Según su visión, “el parásito afecta mucho los números de la cría en particular y a la ganadería en general. En el norte hay un avance importante del parásito y hay que trabajar a fondo para disminuir el avance”. Sin una buena sanidad y alimentación, no se puede pensar en producir terneros.

La clave está en recriar bien las terneras y lograr buen desarrollo

Uruguay cuenta con tecnologías de bajo costo y bien probadas para asegurarse una mayor cantidad de terneros y en ese camino está, pero todavía queda mucho por hacer.

“Una buena madre en un rodeo comienza con la selección y adecuado manejo de la ternera: es el principio del éxito”, sostiene la especialista Graciela Quintans, impulsora desde hace 18 años del Taller de Diagnóstico de Gestación en Bovinos de INIA.

“Un adecuado manejo nutricional y sanitario de la ternera en edades tempranas afectará el desempeño productivo y reproductivo posterior cuando es servida”, remarcó Quintans. En una palabra, una buena alimentación del vientre a edades tempranas le permitirá alcanzar la pubertad o madurez sexual y terminará preñándose antes. Hay experiencias que muestran es posible preñar la vaquillona a los 15 meses en Uruguay y esas son las que marcan el camino.

El año pasado no fue malo. El promedio de gestación bovina fue 76,4%, pese a los problemas que generó el clima durante el servicio, según mostraron los datos del XIX Taller de Diagnósticos de Gestación en Bovinos de la zafra 2020/21, organizado por INIA Treinta y Tres. Está claro que no fue un año malo, porque en muchas zonas la seca pegó fuerte y el rodeo sufrió mucho para poder recuperar condición corporal y volver a preñarse. Comparado con el resultado de un año atrás, se lograron 1,5 puntos porcentuales más, pero al haber tenido que volver a aplicar mucha tecnología para servir las vacas, hubo preñeces más caras. Quitando un 10% de mortandad que se produce entre parto y destete por múltiples causas, la producción de terneros quedó por debajo de los 3 millones de cabezas.

Analizados por departamento, los resultados de la gestación bovina fueron los siguientes: Durazno con 72.288 vientre evaluados tuvo un promedio de preñez de 75,5%; Salto y Artigas: 86.336 vientres evaluados y 76,1%; Paysandú: 44.196 vientres y 81,1%; Colonia y Florida: 64.670 y 80,9%; Lavalleja: 69.905 y 76,2%; Rocha: 23.728 y 71%; Cerro Largo: 31.595 y 74,1% y Treinta y Tres: 35.921 y 71,4%. Hasta ahora, a nivel país, la tasa más baja de diagnósticos de preñez se registró en 2003 -según los datos de estos talleres de gestación de INIA Treinta y Tres- con 69,7% y el mejor nivel fue en 2013, con 81,5%.

Un total de 550 productores respondieron encuesta RING del IPA

Publicidad

Publicidad