El director técnico de Boehringer Ingelheim, Diego Irazoqui, dijo que el costo del tratamiento "no llega al valor de un kilo de carne de un ternero".
Vaca con cría en el campo.
El trabajo sanitario en la etapa preparto en las vaquillonas de primera y segunda cría es una estrategia “muy importante” para proteger de parásitos a la madre y a los terneros y, a su vez, ganar más peso en ambas categorías.
El director técnico de Boehringer Ingelheim, Diego Irazoqui, dijo a Rurales El País que cumplir con una buena sanitización en madres jóvenes previo al parto es una práctica poco común en el rodeo bovino de carne, pero que genera beneficios productivos con una baja inversión.
“Utilizando vacunas clostridiales en la etapa preparto elevamos la defensa de la madre y mejoramos la protección del ternero de los anticuerpos calostrales”, contó Irazoqui.
Un tratamiento para una vaquillona de primera o segunda cría, y cumpliendo además con una inmunización previa a la época de garrapata, tiene un costo aproximado de US$ 1,80 por madre, señaló Irazoqui y agregó: “A los precios actuales no llega a un kilo de carne de un ternero”.
Explicó que para aplicar el tratamiento es relevante realizar un buen manejo, dado que son animales preñados.
Irazoqui confirmó que el trabajo sanitario preparto en las madres ha demostrado que el ternero logra una diferencia de peso a favor de 25 kilos, aproximado. Al mismo tiempo, la madre, que también “sufren el problema”, llegan al próximo entore con 20 kilos de diferencia entre animales tratados y que no fueron tratados en la etapa preparto.
Por último, el Director Técnico de Boehringer Ingelheim reiteró que “estos trabajos son una práctica poco común en la ganadería de carne” y “más utilizada en los tambos”, es por eso que “en los últimos años desde la empresa hemos dado prioridad a esta problemática”.
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