Avanzan gestiones con el gobierno para volver a plantar.
Exportación de arroz.
Pablo Antúnez
La asamblea extraordinaria de la Asociación Cultivadores de Arroz (ACA), aprobó el precio provisorio del cereal correspondiente a la zafra 2019/20.
Se fijó en US$ 9,85 por cada bolsa de 50 kilos de arroz cáscara, sano, seco y limpio. A ese valor se suman US$ 0,15 a préstamo en las cuentas de los productores, de la misma manera que se había hecho el año anterior y otros US$ 0,45 por concepto de devolución de impuestos, que es el mismo monto que se descuenta a los productores para el repago del Fondo Arrocero. Al productor le quedan US$ 10 por bolsa, aclaró el titular de la Asociación Cultivadores de Arroz, Alfredo Lago, en diálogo con El País.
La asamblea extraordinaria se realizó virtual, con pocos directivos en la sede de la ACA, pero contó con una muy amplia participación de productores de todo el país.
La directiva de la ACA mantuvo dos reuniones con la Gremial de Molinos Arroceros para poder llegar a una propuesta de precio provisorio, que se entiende es satisfactorio y la esperanza es llegar a cerrar la zafra con un precio definitivo bastante por encima, si se mantiene el nivel de negocios.
“Fueron dos días de negociaciones y bastante trabajosas por ambas partes”, afirmó Lago.
Los productores y los molinos aún transitan por el proceso de arbitraje para poder acordar el precio definitivo de la zafra 2018/19. Si bien el arroz es la única cadena donde el precio de la producción se acuerda entre productores e industria, esta vez hubo que recurrir al mecanismo de arbitraje por falta de acuerdo.
De la última zafra se lleva vendido el 42% del volumen cosechado. “De seguirse manteniendo la situación de negocios y de impacto de los costos internos de los procesos industriales, la expectativa es llegar a fin de año a un precio definitivo por encima de estos US$ 10 por bolsa”, afirmó esperanzado Lago.
La pandemia del COVID-19 benefició a países productores de arroz como Uruguay, pues algunos grandes productores —países asiáticos— salieron del mercado y guardaron sus granos buscando asegurarse el alimento. En el caso de Uruguay, la reactivación del mercado mexicano, un destino de alto valor, así como la colocación de algunas partidas en la Unión Europea, marcaron la diferencia y posibilitaron una mejor colocación de la producción. La Unión Europea importó mayor volumen de Uruguay, país en donde no se cultivan arroces transgénicos y eso asegura el ingreso al mercado.
Gestiones. En el marco de la asamblea extraordinaria , la directiva de la ACA también informó el resultado parcial de algunas gestiones realizadas ante el gobierno, buscando ampliar el área de cultivo en la próxima zafra. Las definiciones de área en este cultivo se deben hacer en julio.
La ACA impulsó gestiones para instrumentar un crédito para reestructurar deuda y capital de trabajo, como herramienta que posibilite recuperar parte del área de cultivo perdida y generar más divisas al Uruguay, así como más fuentes de trabajo en el interior del país.
Como resultado: “el Banco República (BROU) resolvió atender a sus clientes reestructurando endeudamiento con plazos a siete y ocho años, así como con rebajas en las tasas de interés”, contó Lago.
A su vez, la institución financiera destacó “el compromiso de mantenerle el crédito a los productores y generar herramientas para que los no clientes puedan tener crédito” y volver a plantar.
Los directivos de la ACA no se conforman sólo con eso y buscan poner en carrera a todos los arroceros. “Entendemos que hay endeudamientos fuera del BROU que no está comprendidos en la resolución”, por eso, “vamos a seguir trabajando con los actores del gobierno”, dijo _Lago. “Algo se obtuvo, pero falta un determinado número de productos que tal vez sean los más complicados y son los que queremos atender”, afirmó.
