Carriquiry: "El foco debe estar en limpiar el campo haciendo un plan de saneamiento con un veterinario".
Ganadería.
Pablo Antúnez
El clima sigue ayudando a la garrapata y en muchas zonas está costando controlarla. Los laboratorios y los veterinarios de campo aseguran que los principios activos que se utilizan para combatir este parásito externo son efectivos, sólo piden cambiar la estrategia de combate.
"La garrapata se fortaleció con el cambio climático", sostuvo a El País el Dr. Rafael Carriquiry, técnico del Instituto Plan Agropecuario para el norte del país, impulsor de un proyecto emblema en la zona de forestación que permitió erradicar el parásito en predios de pequeños productores.
"Hemos observado que al productor se le sigue haciendo difícil el control de la garrapata. El foco tiene que estar en limpiar el campo y para eso tiene que tener un plan de saneamiento que contemple la rotación generacional de los productos", aclaró Carriquiry.
La rotación implica usar un producto diferente con las tres generaciones de garrapata que se dan en el año.
El extensionista del Instituto Plan Agropecuario reconoció que la estrategia que aplicaba el productor hasta ahora: "ir a la veterinaria, comprar un producto y aplicárselo al ganado", ya quedó atrás, porque "no funciona". Según su visión, hoy se precisa una estrategia más afinada, pero también tiene que "aprender a evaluar cómo va el control, tiene que tener metas".
Carriquiry recomendó encerrar los ganados y revisarlos, "contando con las manos cuántas garrapatas tienen encima. Eso permite tener una noción más afinada del nivel de parasitación".
Consideró que está bien conocer los garrapaticidas, las rotaciones de productos, pero aclaró que "ahora hay que afinar la estrategia y hay que entender que cuando se aplica un garrapaticida se está matando los parásitos que hay encima del animal, que son una pequeña proporción de las garrapatas del predio. La mayoría están en el campo".
Arriba de la vaca la garrapata vive 20 días, pero en el campo llega a vivir hasta 1 año.
"Hay que enfocarse en eso, cuando se comienza un plan de control los resultados se ven al año o a los dos años", aclaró el veterinario del IPA.
Advertencia. Por otro lado, aclaró que "ningún producto es repelente, ninguno evita que la garrapata se suba a la vaca. La garrapata tiene que alimentarse de la sangre con el garrapaticida para morir o estar expuesta al producto que tenga la grasa o el pelo". Carriquiry recordó que hay en Uruguay y en la región "conocimientos validados" que posibilitan controlar este parásito" e insiste en que "hay que aplicarlos". El plan de saneamiento predial debe hacerse con la ayuda de un médico veterinario.
Como otra limitante en el control de la garrapata se suma hoy la necesidad de pedir autorización para usar productos en base a organofosforados. "En muchos casos los productores no usan estos productos porque tienen esa complicación y a veces, son una buena herramienta", advirtió Carriquiry.
Aún así, aclaró que "los químicos que tenemos hoy controlan eficazmente la garrapata cuando se usan en el marco de una estrategia y con una evaluación objetiva", sostuvo el veterinario del Plan Agropecuario.
Medir resistencia a los principios activos
Carriquiry insistió en que "es importante" que los productores midan la resistencia a los fármacos en los tratamientos contra garrapata y advierte que no todas las fallas se deben a resistencia desarrollada por el insecto a los principios activos que se usan para controlarlo.
"Debe enviar garrapata al laboratorio para saber cuáles productos le funcionan y cuáles no", explicó. "Cuando aparece un producto que empieza a fallar, no necesariamente no sirve para nada, puede funcionar dentro de una estrategia que se defina con un veterinario", explicó.
A su vez, en el campo se ve todo el año "mortandades por enfermedades asociadas a la garrapata. Son tres distintas que tienen la misma sintomatología, donde el animal queda deprimido, deja de comer, tiene mucosas amarillas, etc. Ese cuadro clínico puede responder a dos babesias y un anaplasma. Últimamente encontramos con mucha frecuencia la tristeza causada por anaplasma", afirmó.