Cerrará 2019 con negocios por alrededor de US$ 15 millones y hay espacio para crecer.
Pablo Antúnez
El complejo cárnico cerrará 2019 con una facturación cercana a los US$ 15 millones en lo que fueron las ventas de carne bovina, desosada y madurada a Japón, según estimó el gerente general de Frigorífico BPU Meat.
El primer embarque de carne uruguaya, tras más de 20 años de negociaciones sanitarias, se produjo en febrero y lentamente, la carne uruguaya fue ganando terreno. Incluso se llegó a exportar hamburguesas, lo que remarca la confianza de los importadores nipones en las certificaciones y la calidad de carne producida por Uruguay.
“Creo que la exportación a Japón tuvo un par de sorpresas buenas para Uruguay”, afirmó de Mattos a El País.
El perfil del exportar que se consolidó “fue de alta calidad y con mucho foco en lo que es pasturas, al punto tal que compite con lo que pueden ser los mercados europeos”, agregó.
Según su visión de gerente general de BPU, “ha sido lento, creo que no hubo una explosión del mercado japonés, primero que nada, porque los japoneses en ese perfil de compra, adquieren mucho producto enfriado”.
Como desafío, la logística de enfriado, “donde estamos situados en el mundo, es muy dificultosa. Se puede hacer pero hay que coordinarla muy bien. Son de 45 a 50 días de tránsito hacia Japón que tiene la carne y todo funciona lentamente”, reconoció de Mattos.
Consolidado. Japón es el último mercado de significación que lograron abrir las carnes uruguayas y hoy, Uruguay es el único país libre de fiebre aftosa con vacunación que logró entrar con sus cortes en uno de los países más exigentes del mundo en cuanto a sanidad y calidad.
“Uruguay está llamado a hacer mucho más en Japón”, estimó el gerente general de Frigorífico BPU, que pertenece a la gigante nipona de alimentos NH Foods. Las carnes uruguayas se agotaron rápidamente en los restaurantes y esa fue la mejor propaganda. “Hay que consolidar la logística, abrir y relacionarse más con los compradores finales”, marcó de Mattos como acciones necesarias para consolidar un mayor crecimiento a futuro.
El mercado japonés tiene características diferentes a otros de alto valor que están comprando carnes uruguayas.
“Japón tiene la característica de que es un mercado muy maduro”, explicó de Mattos.
Existen “pocos importadores pero muchos consumidores y a diferencia de otros mercados, no hay una necesidad tan marcada de relacionarse con el importador, sino más bien con usuario final”, agregó el industrial en su diálogo con El País.
“Ese es un trabajo lento pero hay que ir consolidándolo en los próximos seis meses o un año, para que sea un mercado de preponderancia para Uruguay”, remarcó el representante de NH Foods Uruguay.
El camino de inserción de Uruguay fue con carne producida a pasto, respetando el bienestar animal, libre de hormonas, producida con respeto al medio ambiente y a cielo abierto, pero encima hay otra ventaja: se puede trazar la historia desde el corte hasta el animal vivo y eso pesa mucho para un consumidor educado y con alto poder adquisitivo.
Aún así, el gerente general de BPU Meat consideró que “hay espacio para la carne procedente de animales terminados a granos previo a la faena”.
Hoy se sondea el mercado para colocar algunos cortes de carne terminada a granos y “hay nicho para eso”, aclaró el entrevistado.
“La vida útil de carne a pasto es mayor que la de carne a granos, pero ya estamos mandando muestras y algún contenedor y también se va a consolidar la carne a corral”, adelantó de Mattos.
Mientras tanto, a nivel sanitario, están encaminadas las gestiones para poder entrar con carne ovina con hueso, cuando proceda del compartimento ovino de alta bioseguridad.
“El de ovinos es un nicho más complicado que el vacuno y mucho más específico, con menos usuarios, pero puede venir también”, estimó de Mattos.
Satisfacción. Pero más allá del camino que se abre el producto, hay otra propaganda que pesa mucho. Es la que le hace el embajador de Japón en Uruguay Tatsuhiro Shindo, a la carne uruguaya. La disfruta y no tiene empacho en decirlo.
“Estoy disfrutando de mucha carne uruguaya. Por suerte yo no enfrento el problema de que se agotan los stocks”, afirmó el embajador con una sonrisa en su cara. Con su fluido español y con una sonrisa que ilumina su rostro, el diplomático afirmó en tono de broma: “estoy batiendo un nuevo récord. Comí asado cinco veces a la semana”.
“En 2021 se cumplen los 100 años de relaciones diplomáticas entre ambos países” agregó y apostó a seguir trabajando en equipo, nombrando una y otra vez la palabra “Kizuna”, que puede traducirse como trabajo en equipo o complementación. Ambos países aún tienen mucho camino por recorrer juntos y Uruguay es un proveedor seguro de alimentos de calidad.
Llave que abre más puertas
La realidad cambió. Previo al 2.000, Uruguay era país libre de aftosa sin vacunación y podía entrar en Japón con carne con hueso y algunas menudencias como lenguas bovinas. Hoy, al ser país libre de aftosa con vacunación, sólo entra con carne madurada y sin hueso, pero lo importante es que la llave de Japón, abre las puertas de otros mercados mundiales.