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Joaquín Martinicorena, delegado de Federación Rural en Inac: “Para este año no veíamos estos números tan buenos en el valor de la carne exportada”

El buen momento a nivel de precios y clima, se ve opacado en parte por el atraso cambiario, que es una constante del Uruguay

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Es licenciado en Dirección de Empresas, productor ganadero en Salto, vinculado a la cría de  Hereford e Ideal. En lo gremial es integrante de la Asociación Agropecuaria de Salto, y representa a la Federación Rural ante la Junta del Instituto Nacional de Carnes (Inac). En la siguiente charla  analiza lo que sucede con el mercado internacional  de la carne, en un contexto agitado por la guerra arancelaria. Además, sucede lo que pasa a nivel local, indicó que se preveía un buen año, pero no se imaginaba una suba tan alta en el precio del ganado con destino a faena.

—¿Cómo se ve la situación actual del mercado cárnico en el marco de una convulsión arancelaria?

El año viene siendo muy movido, principalmente desde el anuncio de marzo de Donald Trump sobre el incremento arancelario a partir del dos de abril, para eso Estados Unidos utilizó una ley de 1970 para subir las tarifas por cuatro meses, y por eso ahora en julio se dio toda esta revisión, que acá en la región al que más afecta es a Brasil, que pierde a su tercer mayor mercado su carne, que significaba US$ 12.000 millones, por la exportación de 155.000 toneladas. Ahora su arancel quedó en 66,4% y Uruguay en 36,4%.

—¿Esto puede abrir una ventana de oportunidad para Uruguay?

Sí, a corto plazo es un nicho que Argentina y Uruguay lo van a capitalizar, además se está mencionando que de forma extraoficial Argentina está negociando una cuota especial con Estados Unidos, y nosotros quedamos en el medio de ellos y Brasil.

—¿Cómo ha sido hasta el momento la performance de Uruguay en Estados Unidos?

En los primeros seis meses y medio, Uruguay exportó en el eje de 77.000 toneladas, donde el 17% de eso fue dentro de la cuota de 20.000 de bajo arancel, y lo otro pagando el 26,4% más el 10% desde abril. De esta forma pasó a ser el principal destino para las exportaciones de Uruguay, siendo el 40%.

—¿Y esta situación de Brasil puede generar que, entre más carne brasilera a China?

Sí, Brasil estaba mandando a Estados Unidos carne de delantero magro para bajar la grasa y hacer productos industriales, básicamente las hamburguesas, y frente a esto, los compradores de China están empezando a pasar precios más bajos, porque Brasil tiene un volumen importante de carne y lo derivaría de volcar ahí, pero a su vez, el ganado gordo en Brasil no ha bajado lo esperado.

—A China como mercado para Uruguay, ¿cómo lo analiza en su comportamiento durante este año?

Estamos con distintas campañas en lo que son cortes de alto valor, por ejemplo los que iban para la 481, ahora se están trabajando a través de cadenas de restaurantes de las principales ciudades como Shanghái o Beijing, y también con algunos supermercados y cadenas hoteleras. China tiene 300 millones de habitantes de alto poder adquisitivo, que cada vez exigen mejor calidad, terminación y tipo de carne. Por otro lado tenemos a Malasia, donde hay dos plantas habilitadas, y esperamos que los frigoríficos Las Moras y Carrasco puedan empezar un nuevo un canal de exportaciones, que sería a través del rito halal.

—Frente a un escenario donde se achica de forma paulatina la cuota 481, ¿China es una buena alternativa para la carne de alta calidad?

A partir de julio la cuota se achicó en 2.400 toneladas, y actualmente está en 11.200, cuando en su inicio estaba en el eje de 45.000. Uruguay ya la cubrió en un 90%, la industria uruguaya está muy entrenada para llegar con el producto en fecha. China, algo de Europa y Estados Unidos pueden ser las alternativas para ese tipo de carne. Algún corte también está yendo a Corea del Sur y Japón, pero ahí está la limitante de los aranceles que están en el eje de 38,5%, y también hay que considerar el flete para llegar con la carne enfriada, solo algunos volúmenes pequeños enviados por avión.

—¿Cómo se observa a Europa que este año ha tenido un crecimiento importante en sus importaciones?

Mejoró el precio del Hilton en un 20%, y está en este verano europeo, con poca salida de carne por el exceso de calor. En octubre vamos a participar de la feria de Anuga y podremos tomarle mejor el pulso a cómo viene Europa. Con la salida del Reino Unido de la Unión Europea, la colocación del Hilton bajó un poco, por ejemplo en junio se embarcaron 40 toneladas, en el eje de US$ 16.800 por tonelada.

—¿Cómo se observa la situación de los aranceles que paga Uruguay? ¿hay espacio para mejorar? ¿El enfoque debería de estar en habilitaciones específicas para productos?

El Inac hizo un trabajo que lo presentó el año pasado, donde marcaba al faenar más de 2.4 millones de cabezas en un año, el tema arancelario entraba a jugar un papel fundamental, porque al cumplirse las distintas cuotas genera que el negocio deje de ser atractivo. Este estudio fue hecho sin que se hayan dado todavía los cambios arancelarios que hemos visto este año, entonces esto a mediano y largo plazo no es beneficioso para nadie, no es sano que cada cuatro meses se estén reviendo las tarifas arancelarias, y esperemos que Trump no se las agarre con nosotros, ni nos modifique el 10% extra que ya nos agregó.

—A nivel interno uno de los temas más relevantes de las últimas semanas fue lo referido a la  exportación de ganado en pie, ¿cómo ha observado el tema?

Como es de público conocimiento, nos expresamos en conjunto a las demás gremiales de Campo Unido, estamos totalmente en contra a cualquier suspensión de forma arbitraria, estamos convencidos de que la exportación de ganado en pie le dio estabilidad al precio del ternero, incluso lo podemos ver en lo que fueron los años secos, donde se destetó bastante animales, y con buenos valores ayudó a recomponer a la cría. Por ejemplo lo vemos en que este año hay un 50% más de vaquillonas que entran a terminarse en corral, lo cual le da mayor dinamismo a la tasa de extracción, que este año deberíamos de estar entre 24 y 25%, pero tenemos países como Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia están cerca del 40%.

—¿Cómo ve al momento actual del negocio ganadero?

Es un año que va a quedar marcado en la historia, por ejemplo por la caída de los fondos que venían operando con inversiones, y ahora pasado un cierto tiempo vemos como afectaban en la competencia con otros productores, por ejemplo en el acceso a la tierra y a animales, creo que el año que viene los se van a acomodar más los números de relaciones de intercambio. Por otra parte, a principio de año se esperaba un buen año, pero no veíamos estos números de subas del 20 y 25%, si hubieran sido menores las subas, también estaríamos satisfechos. En contrapartida tenemos el atraso cambiario, que es una transferencia enorme de un sector productivo a la otra parte de la economía, y hoy eso es lo que sostiene a la inflación. Desde la Federación Rural pedimos que se haga una revisión a fondo de algunos temas, por ejemplo en el ausentismo en la cadena cárnica, cuando tienen sueldos muy buenos, ahí nos debemos un debate a fondo, no puede ser que entre el 25 y 30% de una plantilla que se cita para trabajar en un día normal falte.

—Retomando el tema precio del ganado, ¿es sostenible en el tiempo?

Bueno, también tenemos que ver el stock al 30 de junio, acá en el norte hubo un tiempo entre junio y julio donde se cortaron las lluvias y con heladas muy fuertes, y ahí se complicó la disponibilidad de alimento para los animales, pero ahora los días son más largos, y eso ayuda a que cambie la situación. Hay una demanda sostenida en todas las categorías, que lo vimos en los últimos remates por pantalla, y cuando se tiene un lote se coloca rápidamente. Entonces, las perspectivas de precios son buenas, más allá de algunos nubarrones que se dan, como lo arancelario y las guerras.

—¿Al rubro ovino cómo lo observa?  

En valores, tenemos un cordero entre US$ 4,80 y US$ 4,90, y ahí estamos un 22% por encima de la misma fecha del año pasado, y el Imex de junio dio US$ 6.290 la tonelada, ahí tenemos a Israel que entró muy fuerte en el mercado llevando carne con hueso, y también Brasil. El tema del ovino, es que algunas plantas están complicadas, y las plantas más importantes que están ahora también hacen vacuno.

Importar ganado: un tema para analizar

—Se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de importar ganado para faena inmediata en Uruguay, ¿cómo lo ve al tema?

Es un tema complicado, desde la Federación Rural aún no tenemos una posición tomada. Pero acá no está solo el tema de la aftosa, sino que también está la resistencia a residuos de otros medicamentos que puedan haber aplicado, no se sabe la historia para atrás de esos animales. Además, en otras ocasiones también se ha manejado la posibilidad de importar animales para reproducción, o sea que vengan preñados, por ejemplo se han traído vientres de Argentina, y ahí el Dicose arriba queda segregado por un año por los protocolos que hay firmados, entonces si un Dicose recibe ganado de afuera por un año no puede vender carne a algunos mercados. Y si se hace para abasto interno, no creo que los costos de acá pueda competir con la forma en la que se opera hoy importando carne. Hay que analizarlo bien, pero no creo que sea tan económicamente rentable.

La industria continúa abasteciendo su faena con ganados propios y otros que van saliendo de los corrales

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