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“El aval que brindamos los consignatarios está por encima de cualquier amenaza”

Entrevista a Gonzalo y Fernando Indarte Gianoni, directores de Indarte y Cía.

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Los directores de Indarte y Cía., Gonzalo y Fernando Indarte Gianoni, hicieron un balance del año 2023, en el que registraron un crecimiento en ventas de ganado, proyectaron el 2024 y tomaron posición sobre temas de actualidad como la venta de acciones de tres plantas de Marfrig a Minerva en Uruguay, el momento político y cómo consideran podría ser el apoyo al gobierno en las elecciones de este año.

-¿Qué balance hacen del año 2023?

-El primer semestre continuó la tendencia de finales del 22, con una baja muy fuerte en los valores de los ganados, en medio de una histórica seca además. El ganado llegó a valer la mitad en un momento del pico que tuvimos en el año 22. Por suerte, se revirtió en el segundo semestre del 2023, con una primavera históricamente buena. Y donde además, encontramos el piso de los valores en esos 3 dólares del novillo, 2.70 la vaca. Y ya llegamos a otros precios que, si bien siempre queremos más, tenemos que acordarnos que estamos un 15% por encima del piso.

-¿Y el balance agrícola?

-También histórica baja. Con planillas Excel no en cero, sino menos 10 algunas. De hecho, hubo un rendimiento promedio más alto que la realidad, porque no se tuvieron en cuenta las chacras que no se cosecharon. Entonces fue catastrófico. Tras un año anterior que había sido el récord histórico más alto. Lo que habla de la variabilidad que tenemos aquí.

-Un cierre de ejercicio que se consumió prácticamente las ganancias del muy buen balance 2022.

-Sin lugar a dudas, los balances de mitad de año del 2023 fueron la mayoría en rojo. Y se equilibran con lo muy bueno que fue el de junio 22. Pero igual fue una pérdida histórica. Sobre todo, el tema de la agricultura. Una soja, con un millón de hectáreas para el Uruguay, que de promedio anduvo en el entorno de los 400 kilos por hectárea, da una pérdida estimada en el entorno de los US$ 2.000 millones aproximadamente. Sumado a la baja en los valores y también baja en la actividad que tuvo la industria debido a todos los problemas ya bien sabidos. Sobre todo, ese gran trancazo de China que hace que se caiga. Ese ejercicio, que en otros años hubiera sido una gran crisis, fue sobrellevado por los balances anteriores, sin lugar a dudas.

-Igual con la peor seca, en ganadería no hubo precios de liquidación...

-Por primera vez. Y eso habla de tecnología, de resiliencia del productor. Y también hay que poner un puntito ahí en el apoyo del sistema financiero, encabezado por el Banco de la República, pero todos los actores, incluyendo banca privada, consignatarios, intermediarios de insumos, que hicieron que se pueda pasar ese promedio. Hay un dicho que dice que en los promedios se ahogan los enanos, y creo que para que los enanos sigan respirando, sin lugar a dudas se necesitan esos instrumentos que se aplicaron e hicieron que hoy estemos donde estamos y que no se escuchó ningún problema muy grave por efectos de la seca. Y por efectos del mercado.

-Hablando de ese mercado ganadero, se dio que la reposición no copió el comportamiento del gordo y que se hizo mercado. Incluso Plaza Rural hizo dos remates por mes prácticamente.

-Sí, y hubo un solo remate donde bajó el porcentaje de ventas y con una seca histórica. Hay mucha tecnología, mucha inversión en el campo, en ración, en destetes precoces, en medidas de manejo, en aguadas también, y es la primera vez que vemos que no hubo precio de liquidación. La seca anterior que recuerdo, 2008, 2009, se despedazaron los precios.

-El punto de inflexión vino básicamente del cielo a partir de las lluvias, en segundo semestre, empezó a reactivarse, y especialmente cambió el ánimo...

-Exactamente, el mercado encuentra su piso, tras muchas semanas que ajustaba 5 o 10 centavos a la carne. Ya sobre fin de año comenzó una recuperación en los valores. Un cambio radical en el clima. Una oferta forrajera para la ganadería que fue histórica, una primavera muy buena. Así como se juntaron tantas cosas negativas en el primer semestre, se juntaron varias positivas en el segundo. Porque a nivel de mercados también, en China, donde nos estaban compitiendo fuerte Argentina, con ese desfasaje cambiario que tiene, Brasil estaba con stock todavía, y Australia, que tiene muy poco flete, le estaba vendiendo ganado a China también. Después se revirtió todo eso. Argentina no exportó más, en Australia subieron los valores porque los chinos no comieron menos carne, comieron un 3% más. El tema es que hubo proveedores que vendían más barato que nosotros. Resumiendo, en ganadería, un mal comienzo y buen final.

-Y ese año 2023, particularmente, ¿Cómo fue para Indarte y Cía.?

-El primer semestre complicado, como para todos, especialmente porque siempre tuvimos un gran volumen de negocios de ganado gordo. Si bien estamos en todo el país, una zona fuerte de influencia nuestra es hacia el litoral, donde están las invernadas históricas. Hoy, muchas de esas invernadas han pasado a agricultura, pero ha resurgido el corral, el engorde intensivo, o sea que nosotros tenemos una parte muy importante del negocio que es el ganado gordo. Y el primer semestre nos afectó bastante. Pero, siempre las crisis generan oportunidades y le pusimos mucho hincapié a las ventas de ganados para el campo, de reposición y sobre todo las ventas por pantalla, una gran herramienta para los productores, tanto compradores como vendedores. Y se reafirmó ese sistema en el segundo semestre para nuestra empresa. Un gran trabajo de equipo, muy importante para nosotros, que viene de hace mucho tiempo, nosotros somos una empresa de carácter horizontal, acá no hay ningún Rey, no hay reinado, sino que todos los temas son discutidos. Sobre todo en Plaza Rural fue un gran año para la firma, tanto en conseguir los ganados, como en venderlos.

-¿Qué balance hicieron?

-Fue un año donde no solo batimos nuestro propio récord, tuvimos un gran crecimiento en la consignación, sino que lo importante en realidad fue la efectividad, porque de nada te sirve llevar ganados a la pantalla y no venderlos. Esto, a pesar que tuvimos seis meses de seca, porque tener efectividad con seis meses de seca fue el gran logro que tuvimos.

-¿Esa efectividad que refleja?

-A los remates por pantalla va poca gente, no es como antes a las ferias, pero nosotros tenemos a todos los colaboradores hablando y llamando por teléfono a los compradores y cuando entra el lote hay cuatro, cinco y hay veces que no nos dan los teléfonos para llamar a todos los interesados de un determinado lote. No hay otra manera de trabajar un remate por pantalla. Nosotros instrumentamos el sistema que nos juntamos en Young y vienen todos los representantes de todas las zonas. Y lo bueno que hemos logrado ahí es cómo un representante se preocupa, o consigue el comprador por el lote de otro. Es un lindo grupo y un gran equipo.

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-¿Qué análisis hacen sobre la venta de campos?

-El 2023 fue un año donde hubo más demanda que oferta sobre todo tipo de campos. Especialmente los agrícolas y los forestales. El típico campo ganadero, ese de basalto, estuvo un poquito más pesado para vender, sobre todo en las zonas norte y este. Para los exclusivamente ganaderos estuvo un poquitito más difícil juntar las puntas. Pero el gran tema fue por el lado de la oferta y no por el lado de la demanda.

-¿Esa demanda, fue de compradores nacionales o extranjeros?

-Mucho comprador nacional. Estuvieron las instituciones financieras dando créditos a largo plazo. Entonces apareció ese productor nacional que pudo llegar a comprar el campo del vecino, el campo cerca. Esa fue la realidad. Y siguió apareciendo algún extranjero también. Eso es lo importante. Está bueno que prácticamente todos los bancos en Uruguay otorguen plazos largos, porque ante la rentabilidad baja, se precisa mucho el plazo y tasa fija. Así muchos uruguayos accedieron a comprar campo.

-¿El precio fue determinante?

-No. La oferta. Los campos taquilleros, como los agrícolas, por más que ofrecieran 10, 15, 28 mil, siempre la respuesta era no.

-¿Qué lectura tienen sobre que no haya oferta de venta de campo?

-No hay opciones de qué hacer con la plata. Normalmente era refugio de capital y en el mundo convulsionado como está hoy, no está fácil tener plata.

-¿Pero son campos productivos que siguen produciendo?

-Sí, claro. Todos, el 100%. No hay ni un campo que compró, ni un extranjero, ni un uruguayo que esté abandonado. Ni uno. Desde hace 20 años de la crisis pasada, están todos produciendo. Y uno de los temas de la suba de los campos no es tan técnico. La pérdida de valor del dólar hace que antes de quedarte con los dólares, compras tierra.

-¿Esto es una lectura que sigue siendo un atractivo invertir en el sector agropecuario?

-No va por el lado de la rentabilidad. Más por el lado de mantener tu capital.

"Ninguna concentración es buena para el mercado"

-¿Qué posición tienen sobre la venta de acciones de tres plantas de Marfrig a Minerva en Uruguay?

-Teníamos un consejero, el viejo (NdeR: Horacio Indarte), que siempre nos decía: “separá a la persona del problema para resolverlo”. Entonces, acá hay que analizarlo sin nombre, ni Minerva ni Marfrig. No hay ningún lugar a dudas de que cuanto más atomizado esté la demanda, es mejor para el mercado. O sea que en este caso es mejor para el productor, cuando mayor sea la atomización de la demanda, va a ser un mercado más cristalino, va a ser un mercado más fluido. Esa nuestra posición. Nosotros tenemos una excelente relación con todo el management de las dos empresas en cuestión, hacemos negocios con ellos. Nunca tuvimos ningún problema con ninguno de los dos. No veo que podamos llegar a tener problemas. Sí tenemos una característica en nuestra empresa, que los problemas los hablamos, vamos, ni siquiera por teléfono, vamos, nos sentamos, conversamos, intercambiamos ideas. Esto es muy importante para resolver los problemas, si hubiera, entre nuestra empresa y estas mencionadas.

-¿Qué consecuencias puede tener?

-No somos nosotros los que lo vamos a definir, no tenemos que opinar. Sí confiamos en los actores, llámese ARU, Federación Rural, INAC, todas las instituciones, como la Comisión de Defensa de la Competencia. La concentración es el problema. Acá hay que pensar en los productores, el problema es para ellos, por eso tienen que entrar esas instituciones que representan en distintos ámbitos a los productores.

-Teniendo en cuenta que los productores son del interior del país y que es donde está la mayor masa de adherentes a esta coalición de gobierno. La resolución para uno u otro lado. ¿Puede llegar a tener consecuencias electorales?

-No queda ninguna duda que sí porque la concentración, no importa la nacionalidad ni el nombre, va en contra de un mercado transparente y libre. Pero hablando de concentración, no solamente de la industria, la concentración en los productores también es mala. O sea, concentrar el engorde en pocos, también es mala para el libre mercado. La industria no es el diablo acá, estamos convencidos que para el libre mercado las dos concentraciones, tanto el engorde, llámese a corral o a pasto o lo que sea, es exactamente igual de mala que la concentración en la demanda.

-¿Cuál es su posición que la industria tenga corrales de engorde?

-Tienen todo el derecho. Lo pueden hacer, porque es libre. Nada impide que los tengan. En un país libre, un productor puede tener un frigorífico también, ¿no? Puede tener corral y ser dueño de un frigorífico.

-¿Ustedes creen que los productores están por dentro de lo que significa la concreción de esta venta de activos? ¿Que están informados?

-Informados, como quien lo escucha en la prensa, por ejemplo, sí. Quizás no están midiendo todas las implicancias que tiene esto y las consecuencias que va a tener. Hay un grupo que sí está trabajando en el tema y haciendo informes propios, técnicos, que han salido en la prensa, pero la masa de productores no le está dando la importancia que tiene.

-Y, por ejemplo, si esto se dilucida en vez de por las tres plantas, que sea un negocio intermedio, ¿puede llegar a ser una solución política a este tema?

-Es viable, eso sería positivo, sí. Podría ser una cosa lógica tomar el camino del medio. Igual, acá los más perjudicados son los pequeños y medianos productores. El productor grande se defiende siempre, no hay duda. Siempre se va a defender, no va a tener problemas. El pequeño y mediano productor es el más complicado. Ahí, sin lugar a dudas, los intermediarios vamos a jugar un rol muy importante para defender ese pequeño y mediano, que es la mayoría del país.

-Se habla que quizás esté en riesgo la figura del consignatario, de acuerdo con la filosofía de determinada empresa. ¿Qué tienen para decir al respecto?

-Nosotros estamos convencidos que no. Creemos mucho en esta profesión, que es un arte negociar, un arte acercar las puntas. Estamos seguros que, si lo que hacemos no se justificara, ya no estaríamos trabajando. No tiene lógica que te paguen por un servicio si no te diera nada. El intermediario sigue con su figura, sigue con su trabajo. No lo tomamos como una amenaza, obviamente que sí como algo antipático, que te digan con vos no quiero trabajar. Pero nos tenemos fe. No hay una ley que obligue a la gente a vender por intermedio de un consignatario. De hecho, más o menos la mitad del país vende con consignatario y la otra no. El intermediario brinda información, transparencia. Tienes todos los lunes la Asociación de Consignatarios de Ganado, que es un valor utilizado por todas las plantas frigoríficas de Uruguay para hacer sus convenios a futuro, ya sea de pasto o de corral. A veces critican a la ACG, pero es el valor que se usa. Y los consignatarios no tienen por qué publicar eso. Se juntan los lunes, sacan un valor, pero no es una obligación de su trabajo. Sin embargo, se la brinda a todos, a los que pagan y a los que no pagan comisión. Después, tenés los remates por pantalla, que los hicieron funcionar los intermediarios. Otra de las ayudas en la seca, un sistema de comercialización que te permite dejar los animales en el campo. Los hicieron los intermediarios a los remates por pantalla y se publican los precios, hay transparencia. Los consignatarios exportaron ganado para China. El barco de los animales que se van a Turquía, la logística.

-¿Quieren decir que no corre riesgos la profesión de consignatario entonces?

-Exactamente. Porque además, está el aval que brindamos. Sino mira el caso de Lorsinal. Los consignatarios asumieron 7 millones de dólares. O sea, los productores cobraron todos. Y te aseguro que por esa comisión no hay ni un seguro que te avale algo. ¿Qué hubiera pasado si no estaban esos consignatarios embarcando a Lorsinal? Los productores que no hubieran cobrado 7 millones de dólares. Entonces, no podemos desatar una guerra contra los que dicen que no nos quieren. Acá hay intereses en juego. Cada uno tira para su lado. Nos tenemos fe. No nos parece que nos vayan a sacar de la troya.

"El sector volverá a apoyar al gobierno".

-En un año particular políticamente, ¿Qué balance hacen del gobierno?

-Tuvo dos periodos: la mitad del primer periodo fue muy favorable, tanto en mercados, costos internos y muchas variables externas, aunque condicionado por la pandemia. Segunda etapa del gobierno para el sector, con un mercado exterior totalmente adverso, un clima que se recrudece sobre fin del 2023. Cosas negativas externas a lo que desearía el gobierno. Sí hay que sumar el atraso cambiario, que es real. Cada vez estamos comprando menos cosas con los dólares que vendemos. A menor valor todavía.

-¿Tiene herramientas el gobierno para revertir el atraso cambiario?

-Eso lo saben los economistas, pero por lo que se ve, no hay mucho margen de maniobra. Si no, ya lo hubieran hecho porque saben el valor que tiene el sector agropecuario. Pero el gobierno siempre tiene herramientas, que son técnicas, y ahí hay dos bibliotecas: priorizó la recuperación salarial de la gente que ahora es mayor de cuando asumió esta administración, a pesar de todos los pesares. Eso tiró el dólar para abajo y al sector productivo lo afecta muchísimo. Entonces, de repente, podría hacer algún intermedio donde estén las dos partes un poco más cómodas. Pero, hay veces que dejar contento a todo el mundo no es fácil. También es verdad que el gobierno ligó poco: la pandemia, seca, guerra. De lo que podían hacer, fueron muy profesionales y trabajaron mucho en este sector, tratando de abrir mercados, tanto el Ministerio de Relaciones Exteriores, como de INAC, yendo a vender las cosas nuestras trabajaron mucho. Tratando de abrir China, a ver si nos podemos independizar un poco del Mercosur, que nos tiene bastante atados. Ahora, con Israel con la habilitación para la carne bovina y ovina con hueso, donde nos toma libre de Aftosa con vacunación lo que, sin dudas, va a tener un efecto, y ya lo está teniendo, no solamente en lo comercial, porque es realmente una carta de presentación.

-Es momento de pedir los votos de nuevo, ¿cómo le da el balance al gobierno mirado desde el sector?

-Es un gobierno que siempre se llevó bien con las empresas privadas, y con el sector agropecuario también. Hizo todo lo que pudo. Todo lo que estaba dentro de su trabajo lo hizo. Por eso la gente de este sector lo va a apoyar como lo apoyó en las elecciones anteriores.

Herramientas y proyección.

-¿Cómo son las herramientas del escritorio, como el fideicomiso ganadero?

-Nuestro fideicomiso propio, que se llama Nueva Tropa, es muy práctico. Marcó un antes y un después y fue una de las causales del crecimiento del escritorio. Fue un antes y un después para las dos partes. La ventaja es que se trata de un fideicomiso de garantía. Es mucho más sencillo porque no se precisan tantas formalidades y la gente accede, de un día para el otro, a una solución financiera. Poniendo en garantía a sus animales. Pueden poner en garantía a una vaca preñada, que va a producir ternero dentro de seis meses. Siempre detrás de eso hay un negocio. O sea, se soluciona el tema financiero, pero tiene que haber un negocio detrás.

-¿Qué proyectan para este año 2024?

-Ya hay varias señales que apuntan que no será tan oscilante como el 23. Por ejemplo, la industria pasando precios para animales de corral, de las distintas modalidades, tres meses para adelante. Eso hacía un año que no teníamos. Entonces ya ahí, se ve un cambio. Se hace el mercado. Empezás a volver a la normalidad. Y la base de esos convenios es el precio de la ACG. Hay un poco más de certezas, porque la industria se anima. Climáticamente, no podemos hablar del futuro, pero la oferta forrajera hoy es una cosa fuera de serie. Los animales de todas las categorías están gordos.

-¿Cómo ven la exportación de ganado a pie para este año?

-Fuerte, es un negocio clave para la cría.

-Y hablando de la cría, ¿cómo proyectan la próxima zafra de otoño?

-Súper bien. Van a faltar terneros y van a pesar 30, 40, o 50 kilos más que el año pasado. Se va a atrasar un poquito la zafra por eso, porque la gente va a vender más adelante. Muy sólida. Con mucho más demanda que oferta también. Está pidiendo ganado la zona vendedora de ganado.

-¿Qué esperan para Indarte y Cía.?

-Después de consolidar el equipo, sobre todo juntando las diferentes generaciones, hemos incluido mucha gente joven para amalgamarlos con la gente vieja. Para este año el objetivo ya trazado es de seguir creciendo sobre bases sólidas. Y pensando en nuevas cosas, porque permanentemente ha sido la historia de nuestra empresa.

-¿Por ejemplo?

-Darle más importancia a las ventas por pantalla, a la comunicación, a la aplicación de tecnología en las ventas. Aprovechar la tecnología al servicio de las ventas.

Pablo D. Mestre es editor de Rurales. Ingresó a EL PAÍS en el año 1981. Primero desempeñó tareas en el Departamento de Corrección y luego, desde el año 1992, pasó a integrar la Sección Rurales donde fue periodista, productor comercial y hoy se desempeña como Editor. Además, fue fundador y Director de La Vanguardia Melense, trisemanario que se publicó en el departamento de Cerro Largo durante una década. Es también socio director de Mesol Comunicaciones, empresa que lleva adelante, en sociedad con el diario, el Portal Rurales El País y diversas actividades en el sector agropecuario. Es también codirector del programa #HablemosdeAgro que se emite los domingos en Canal 10.

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