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Lubricantes Shell: mejorar la extensión de uso del lubricante

Nada genera más incertidumbre a la hora de decidir extender el uso de un lubricante que la necesidad de minimizar los gastos en insumos y los tiempos de parada para mantenimiento por un lado, y el justificado y comprensible temor a provocar daños prematuros o graves, por el otro. Con el propósito de esclarecer dudas y ayudar a tomar estas decisiones con tranquilidad es que les dejamos aquí algunas puntualizaciones al respecto.

La característica más importante de un lubricante es su viscosidad,  la misma debe de ser la correspondiente a la aplicación indicada, y mantenida en su debido rango durante todo el período en que esté en servicio el lubricante. Sin embargo existen algunas pocas razones (por suerte) que en la práctica pueden hacer variar la viscosidad de los lubricantes.

La viscosidad puede disminuir principalmente a causa de: dilución con combustible, mezcla con un aceite más delgado, craqueo térmico, y ruptura de aditivo mejorador de viscosidad (sólo a alta temperatura y en aceites multigrado); y la viscosidad puede aumentar a causa de: mezcla con un aceite más viscoso, alto contenido de hollín, oxidación, craqueo térmico.

La oxidación es el resultado de la combinación del oxígeno del aire con el aceite, formando moléculas más grandes de compuestos oxidados y por ende espesando el aceite.

El craqueo térmico es la exposición del lubricante a altas temperaturas por períodos prolongados de tiempo, y su efecto de adelgazamiento o espesamiento del aceite dependerá de la presencia o no de oxígeno durante la exposición del mismo al calor elevado. El hollín al formarse como residuo de combustión, sus partículas no superan en tamaño a una micra, pero si comienzan a aglutinarse el tamaño que alcanzan es suficiente para entorpecer el flujo de las moléculas de aceite.

La mezcla con combustible adelgazará lógicamente al aceite por tratarse de un fluido de características químicas similares, lo que lo hace miscible con él, pero de una viscosidad absolutamente menor.

El aditivo mejorador de viscosidad es un polímero que se activa cuando los aceites multigrado se van calentando una vez que se enciende el motor, para que la pérdida de viscosidad sea la menor posible frente al aumento de temperatura; este aditivo debe de soportar cargas muy altas en su recorrido por todo el sistema de lubricación, y es sensible al cizallamiento si sus compuestos no son de la mejor calidad, y el básico lubricante en el que se encuentra no es molecularmente homogéneo para repartir las cargas a las que es sometido el aceite del motor.

El mayor responsable de que los aceites puedan resistir a la oxidación y el craqueo térmico es el básico con el que ha sido formulado, así como lo es en cualquier carácter de calidad que estudiemos en un lubricante.

Como lo hemos mencionado en entregas anteriores cuando nos referimos a calidad de lubricación, hoy lo repetimos con respecto a los temas en los que nos enfocamos en esta oportunidad: los lubricantes Shell que se comercializan en Uruguay son fabricados y envasados en USA con básicos lubricantes del grupo II y III lo que los hace mucho (pero mucho) más resistentes a todos los factores que aceleran el deterioro y envejecimiento del lubricante, además de no contener en ellos absolutamente nada de básicos reciclados o re-refinados según la semántica de cada uno.

Si el motor de su equipo funciona bien y usted quiere extender el uso del lubricante sin que deje de funcionar como hasta ahora, elija el mejor lubricante que este a su alcance, de la marca que le demuestre el mayor desarrollo e investigación tecnológica, y que por ello le genere la mayor confianza

 

Ing. Guillermo Kuster, Lube Engineer – Oil Analysis Technician

 

 

Pablo Mestre
Pablo Mestre

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