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Genética en la semilla como una certeza del país

INASE realizó panel de intercambio en primer día de Expo Melilla

INASE en Expo Melilla
Carballal dijo que INASE es "caso de estudio positivo" en Uruguay
Hernán T. Zorrilla

En la primera jornada de la Expo Melilla 2024, el Instituto Nacional de Semillas realizó una jornada que tituló como “La genética es la respuesta”, que se trató de un panel con historias y reflexiones sobre desafíos productivos, investigación y desarrollo, apoyo y garantías al valor genético. Participaron de la misma Federico Boschi de INASE, que además cumplió funciones de moderador, Lorena Basso de Semillas Basso Argentina, Catalina Rava de OPYPA y el Ministerio de Ganadería y el productor agrícola Gabriel Carballal.

A su vez, al final de la jornada el ministro de Ganadería Fernando Mattos y Daniel Bayce, también del Instituto Nacional de Semillas, brindaron unas palabras a la audiencia presente.

“En el intercambio participó por ejemplo Lorena Basso, que genera cultivares y hace mejoramiento genético y un productor que adopta dichas tecnologías como Gabriel Carballal. Esto es fundamental porque los programas de mejoramiento genético son exitosos cuando además de liberar cultivares, estas variedades son adoptadas por los propios agricultores”, aseguró a Rurales El País Federico Boschi. “Este tipo de instancias y nuestra propia labor busca ser un facilitador para el sector agropecuario, donde los sistemas productivos adopten tecnología para tener una mayor y mejor producción, en este caso en la agricultura”, añadió.

Durante la exposición, Carballal dijo que el productor uruguayo “no le teme a probar nuevas variedades y adoptar tecnologías”, y de la mano de este concepto Boschi dijo que “eso es verdad y está demostrado, al punto que por ejemplo en soja y maíz han sido masivamente adoptados los materiales con transgénesis”. En la actualidad, más del 95% de la producción del maíz y casi un 99% de la de soja se hace con semillas de estas características. “Es cierto lo que dice Carballal de que el productor no teme a la adopción de tecnología, pero siempre y cuando esa tecnología sea sustentable, porque no es que el productor toma una variedad nueva y la empieza a usar desde el principio, tiene que estudiarla y ver si realmente funciona y es sostenible en el tiempo. Lo que incorpora, tiene que ser buena tecnología”.

Por su parte, Carballal también dijo que INASE es un ejemplo y caso de estudio a nivel mundial, y sobre esto se refirió Boschi: “INASE en su junta directiva está representado por todo el sector productivo: usuarios de semilla, comerciantes de semilla, productores agropecuarios, los que la producen, el Estado... En el instituto están todas las patas de la mesa que juegan un rol fundamental en la producción y toma de decisiones”, señaló.

Para cerrar, el ministro Fernando Mattos recordó la llegada en su momento, hace más de 100 años, del fitotecnista alemán Alberto Boerger, que marcó una época en nuestro país al respecto de la profesionalización en el uso de genética.

En este sentido, Mattos reivindicó las palabras de los panelistas, afirmando otra vez que la genética en la producción y puntalmente en la semilla, es un factor que permitirá al país mitigar riesgos, estabilizar y crecer en la producción.

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