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Martha Toyos: ”Queremos ser una institución más fuerte y visible”

La nueva presidenta de la AIA asume su cargo con el desafío de fortalecer la conexión entre la gremial y sus colegas, destacando la importancia de la asociación como respaldo profesional y plataforma de actualización constante

Martha Toyos Cardozo

Con casi 40 años de experiencia en los sectores agrícola, ganadero y forestal, la Ing. Agr. Martha Toyos Cardozo asumió recientemente la presidencia de la Asociación de Ingenieros Agrónomos (AIA), tras la gestión del Ing. Agr. Juan Pablo Furest. Toyos ha codirigido establecimientos en Río Negro, Lavalleja y San José, y tiene una vasta experiencia en la gestión sostenible del sector. Egresada de la Universidad de la República con especialización en producción agrícola-ganadera, su trayectoria incluye proyectos forestales y estudios innovadores en la reproducción bovina. Además, ha sido tesorera de la AIA durante los últimos cinco años, contribuyendo al crecimiento de la asociación.

La Ing. Agr. Martha Toyos Cardozo asume la presidencia de la AIA con el desafío de continuar el crecimiento de la asociación, fortalecer el vínculo con los ingenieros agrónomos y ampliar su relevancia en el ámbito nacional. Su visión de una asociación más inclusiva y proactiva refleja un compromiso profundo con el desarrollo del sector agronómico en Uruguay.

A continuación, nos cuenta sus desafíos y objetivos al frente de la AIA.

-¿Con qué desafíos asume este cargo y cómo fue su camino hasta la gremial?

-Siempre me interesó la actividad gremial, aunque no la había ejercido formalmente. Un colega me invitó a través de un intercambio por WhatsApp, comentándome que tenía “pasta” para la asociación. Me atrajo la idea y me sumé. Poco tiempo después, nos quedamos sin tesorero y el presidente me pidió asumir ese cargo en la directiva. Al principio, fue un desafío, pero logramos ordenar todas las cuentas y eso fortaleció la confianza de nuestros colegas, especialmente aquellos del interior que siempre han apoyado la sede central. Hoy en día, la transparencia financiera nos da una mayor credibilidad. Debo destacar el trabajo que hizo Juan Pablo Furest. Cuando llegamos, teníamos menos de 600 socios y hoy contamos con cerca de 800. Mi desafío ahora es acercarnos aún más a los colegas, para que comprendan la importancia de estar vinculados al gremio. No solo nos protege en el ámbito laboral y normativo, sino que también sirve como plataforma para difundir información sobre nuevas actividades y avances científicos en nuestra carrera. Es fundamental que, como ingenieros agrónomos, entendamos que siempre hay nuevas tecnologías y conocimientos surgiendo. Usamos nuestras redes sociales para compartir información actualizada, además de convocar a especialistas para webinars y clases que mantienen a nuestros miembros al día. Queremos ser una institución más fuerte y visible, porque nuestra profesión es crucial para el país, aunque a menudo no se reconozca su importancia. Mi objetivo es que la sociedad urbana valore más el papel del campo y de los ingenieros agrónomos.

-¿En qué temas ha estado trabajando la AIA? ¿Qué inquietudes quieren abordar en esta nueva gestión?

-Uno de los temas que seguiremos discutiendo es la colegiación profesional. Es necesario un diálogo abierto para que todos entiendan su propósito. La colegiación no tiene un interés particular; busca asegurar la calidad profesional, especialmente en un país donde somos pocos y la oferta educativa se ha diversificado. En otros países, con múltiples universidades, el Estado no puede garantizar por sí solo el nivel de todos los profesionales. El colegio profesional, en este caso, actúa como un órgano regulador adicional.

El objetivo de la colegiación es proporcionar una certificación que complemente el título universitario, asegurando que los ingenieros agrónomos cumplan con los estándares exigidos internacionalmente. Esto no pretende ser una carga para los colegas, sino una forma de garantizar la calidad y proteger el ámbito profesional. Otro tema prioritario es la actualización constante en normativas ambientales y regulaciones que afectan a nuestro campo de acción. A veces surgen cambios que requieren nuestra intervención frente a organismos competentes para defender nuestra área laboral. Recientemente, hemos trabajado en temas de control biológico de plagas, como el uso de parásitos para reducir la población de garrapatas en los predios, y hemos organizado charlas sobre temas emergentes como la “anabolsa”, una semilla que causó problemas al introducir una maleza invasora. Nuestra asociación se esfuerza por compartir tanto las buenas prácticas como las advertencias sobre riesgos emergentes, siempre basándonos en información confiable. Esto fortalece nuestra misión de ser una fuente de conocimiento y apoyo para los colegas.

-¿Cuál es la situación laboral actual para los ingenieros agrónomos, especialmente para las nuevas generaciones?

-En los años 2000 se generó un auge de oportunidades laborales gracias a la inversión extranjera, especialmente de argentinos y brasileros, que introdujeron nuevas prácticas y necesidades de asesoramiento profesional. Esto creó un “boom” de empleo. Actualmente, aunque la calidad de las condiciones laborales puede no ser siempre la ideal, la inserción laboral es buena. Hace unos años hicimos una encuesta que mostró que el nivel de ocupación entre nuestros colegas era alto, aunque aún tenemos pendiente evaluar si los salarios son adecuados. Nuestro objetivo es realizar un nuevo relevamiento para fin de año, lo que nos permitirá tener una mejor visión del estado laboral actual de nuestros socios. Esto nos ayudará a ajustar nuestras estrategias y propuestas para mejorar las condiciones del sector.

-¿Cuáles son sus metas para estos dos años de presidencia?

-Mi principal objetivo es aumentar el padrón de socios y ampliar nuestra capacidad de respuesta a las necesidades del colectivo agronómico. Queremos que los colegas comprendan que la asociación es su respaldo en momentos de necesidad, ya sea para asesoramiento técnico, apoyo legal o simplemente acceso a información actualizada.

Algo que me gustaría cambiar es la percepción de que la AIA solo sirve para obtener una agenda al final del año. En realidad, cumplimos múltiples roles que a menudo no son visibles, y en esta era digital no hay excusa para no conocer el trabajo que hacemos. Estamos compartiendo todas nuestras actividades en las redes sociales, y espero que esto ayude a los colegas a ver el valor de pertenecer a la asociación. También planeamos visitar los 10 centros agronómicos que tenemos en el interior del país para conectar con los colegas en sus zonas y entender mejor sus desafíos específicos, ya sea en áreas agrícolas, ganaderas o forestales. Queremos trabajar junto a ellos, ofreciendo nuestro apoyo en temas como manejo de arbolados o regulaciones cárnicas. Hay mucho por hacer, y estamos con toda la energía para impulsar iniciativas que fortalezcan a nuestro gremio.

-Cuando habla de fortalecer la profesión, considerando que el sector agropecuario es dinámico, con gran incorporación de tecnología y diversificación productiva, ¿cómo planean articular estos desafíos desde la Asociación? ¿Qué enfoque tienen sobre la formación de los agrónomos en este escenario cambiante?

-Desde hace algunos años, comenzamos a implementar acciones para nivelar conocimientos entre los colegas. Por ejemplo, ante problemas o situaciones puntuales, convocamos a expertos en la materia para organizar webinars y difundir información confiable y actualizada. También estamos ofreciendo cursos de actualización, ya que estas carreras científicas requieren un aprendizaje continuo. Por otro lado, estamos atentos a innovaciones internacionales. Hace poco me llegó la noticia de un colega en Estados Unidos que está desarrollando algas para reducir la formación de metano en animales rumiantes. Estas novedades las difundimos gratuitamente entre los colegas para fomentar su aplicación en el país.Además, trabajamos en temas normativos y legislativos. Cuando surgen nuevas leyes o reglamentaciones que nos afectan, la Asociación interviene para dar voz a los agrónomos, defendiendo su posición y aportando soluciones en beneficio del sector.

-Es cierto que la mayoría de los agrónomos trabajan en distintas zonas del país, muchas veces alejados de Montevideo. ¿Cómo se proponen abordar la descentralización y brindar apoyo a quienes están en el territorio?

-Contamos con redes de comunicación que estamos actualizando continuamente. Hoy en día, herramientas como Zoom facilitan mucho el intercambio, aunque las reuniones presenciales siguen siendo valiosas. Desde hace algunos años, realizamos giras nacionales para acercarnos a los centros regionales que tenemos en 10 departamentos.

En estas visitas recogemos las inquietudes de los colegas en cada región, ya que cada zona tiene sus particularidades y desafíos. También mantenemos contacto constante con los presidentes de los centros agronómicos para garantizar que la Asociación sea un apoyo real para todos los agrónomos del país.

Es Licenciada en Comunicación, egresada de la Universidad ORT en 2017. Trabaja en Rurales El País, sección a la que ingresó en agosto de 2020. Antes fue periodista agropecuaria en El Observador y productora en el programa radial Valor Agregado, de radio Carve. Escribe artículos para la revista de la Asociación Rural y se desempeña como productora del programada #HablemosdeAgro, que se emite los domingos en Canal 10.

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