En el control de la garrapata, se enfatiza la importancia de iniciar los tratamientos durante la primera generación. “Lo fundamental es la planificación del programa. Por eso comenzamos a abordar este tema desde el arranque de la primera generación, entre julio y agosto, porque no conviene dejarlo para el final”, explicó la Dra. Adriana Drocco, integrante del equipo técnico de Virbac.
Actualmente, transitando la segunda generación, Drocco advirtió: “A medida que avanzan los meses y las generaciones, la cantidad de garrapatas en los animales aumenta. Si dejamos el tratamiento para el final de la temporada, en otoño, la situación puede salirse de control”.
Además, resaltó que las condiciones actuales favorecen el desarrollo de la garrapata, considerando una primavera con altos registros de lluvias y temperaturas elevadas. “Estamos viendo garrapatas en zonas donde antes no se encontraban, como en el este y hacia el sur del país. Incluso en Florida, que solía ser una zona libre”, señaló.
La especialista destacó que, al tratarse de un problema biológico, la situación cambia constantemente, lo que exige atención permanente por parte de los productores. “Es crucial revisar los animales regularmente, pero lo principal es implementar un tratamiento generacional, utilizando para cada generación un principio activo de una familia diferente”, subrayó.
Drocco también valoró “la importancia” que el Ministerio de Ganadería ha dado al tema, mencionando como ejemplo el reciente lanzamiento de ayudas crediticias para los productores.
“Es esencial que los productores estén atentos y realicen un diagnóstico de resistencia para identificar los productos a los que las garrapatas de su predio son sensibles. Esto es una problemática que varía de un predio a otro”.
Finalmente, comentó que, aunque la situación es variable, este año se ha notado un incremento en las consultas de productores interesados en mejorar la forma de aplicar los tratamientos.