
-¿Cómo ve la actualidad del sector arrocero uruguayo?
- Consideramos que es un sector sólido, con altos niveles de inversión en materia de investigación y desarrollo genético para el mantenimiento de las variedades de excelente calidad que tenemos y que nos diferencian. Veo industrias también con muy buenas inversiones privadas, con importantes trabajos de innovación en tecnologías modernas. En lo comercial, siendo que el mercado interno no tiene un gran consumo, seguimos enfocados mayormente en la exportación, donde la calidad del arroz uruguayo es reconocida. Sin embargo, es el país del Mercosur con menor desarrollo de productos elaborados en base a arroz, dados los altos costos internos que inviabilizan las inversiones y tornan no competitivos la oferta de esos productos de mayor valor agregado.
-¿Cómo enfrentan la estructura de costos del país vs la posibilidad de agregar valor?
- Uruguay tiene una matriz de costos muy alta que siempre se hace sentir pero que, en años como el que enfrentaremos en 2025, tienen una incidencia mucho más notoria: cuanto más valor pretendemos agregarle al arroz, los costos que debemos ir asumiendo nos quitan competitividad a tal punto, que es mejor no intentarlo. Con precios tan bajos como esperamos tener este año para el arroz, el costo de Uruguay prácticamente nos empuja a comercializar más materia prima in natura que productos con mayor valor agregado, como podrían ser arroces envasados directamente para la venta a supermercados o arroces con algún grado de fortificación o enriquecimiento con vitaminas. Lamentablemente, el “costo Uruguay”, castiga el intento de agregar valor a nuestros productos agrícolas.

- ¿Qué esperan del nuevo gobierno en cuanto a trabajo en acceso a mercados?
- Uruguay exporta el 95% del arroz que produce, entendemos que para el país es una economía regional significativa. Lo es aún más para aquellos que trabajamos en este sector día a día. Ante el marco internacional que estamos visualizando, sería deseable contar con una gestión gubernamental que nos facilite el acceso a mercados. ¿Cómo? Revisando y haciendo cumplir los acuerdos comerciales vigentes, estrechando lazos comerciales con algunos países “objetivo” para nuestro producto como Colombia, Ecuador, República Dominicana, sólo por citar algunos. Sería muy necesario, por ejemplo, que escucharan nuestro reiterado pedido de que se flexibilice el protocolo sanitario impuesto por México para el ingreso del arroz uruguayo, que dificulta y encarece nuestras exportaciones y nos deja en franca desventaja frente a socios del Mercosur.
- ¿Qué panorama ve para el precio del arroz?
- Tal vez el más complejo de los últimos 10 años. La región sembró un área significativamente mayor al año pasado, de cumplirse los presupuestos de cada país miembro del Mercosur, cosecharemos casi 2 millones más de toneladas en base paddy que, indefectiblemente, tendremos que exportar fuera del bloque. Los países asiáticos, productores y exportadores de arroz, tienen los precios más bajos de los últimos tiempos. Los fletes marítimos están en niveles muy altos, tal vez comparables con los de post pandemia. Los costos de fobbing son realmente altos también. Se comprueban, además, récords históricos de producción de arroz a nivel mundial. La suma de todos estos factores conforma un paquete de alto impacto negativo en nuestro negocio. Sin duda alguna, será un año muy difícil comercialmente, en el que tendremos que desarrollar la mayor creatividad y trabajo en equipo posible.