Las demoras en la cosecha de verano fueron posponiendo a su vez la siembra de invierno, y al achicarse el márgen de error, hay que cubrir con agronomía todos los espacios posibles para intentar tener un buen arranque de los cultivos.
“No ha sido fácil, pero lo positivo es que tenemos cosecha”, dijo Rafael Pastorino, gerente técnico de Agroenfoque, valorando que después de un verano “terrible” como el de 2023, lo plantado de sorgo, maíz y soja se está pudiendo cosechar. “La cosecha de cultivos de invierno en noviembre o diciembre se complicó por el exceso de lluvias, y eso comprometió también la siembra de verano. En enero, tuvimos una “mini seca” con momentos de déficit hídrico, que se revirtió en febrero y fue la antesala de un marzo con lluvias importantes: en muchos lugares el acumulado de enero a abril llegó a los 1000 milímetros”, expresó. El atraso en cosechas también ocasionó problemas de calidad.
Para la siembra de invierno, algunas chacras que iban a ser colza fueron migrando por las fechas, y se espera una superficie importante de trigo y cebada. “Es una realidad diferente a la de años anteriores, en el otoño pasado teníamos niveles de nutrientes en el suelo extremadamente altos, en el eje de 70,80 o 90 kilos de nitrógeno por ejemplo, y hoy estamos en la posición contraria”, sostuvo Pastorino, poniendo énfasis en que los excesos hídricos se llevaron los nutrientes necesarios para el arranque de los cultivos, y por eso hay que acompañar con fertilizaciones. “Hay que reforzar las fertilizaciones basales. No precisamos grandes cantidades, pero tampoco pueden haber carencias, necesitamos cubrir esas demandas”, sostuvo.
Desde Agroenfoque la recomendación es utilizar nitrógeno con inhibidores, para que la planta pueda tomar el nitrógeno que necesita independientemente de las condiciones climáticas. Genius SL aparece como un buen producto con estos fines. “El nitrógeno queda en el suelo y disponible para la planta por 40 a 60 días”.
En los casos de verdeos o pasturas plurianuales, Pastorino recomendó que también se utilice nitrógeno, y en los casos donde no hay piso se puede aplicar con avión o con drone, pero “no dejar de nutrir a los cultivos”.