Dentro de los principales cultivos destinados a grano seco en nuestro país, el trigo es el más antiguo. Se tiene evidencia de programas de mejoramiento de INIA desde 1914, si bien es sabido que ya se implantaba en nuestro país desde años anteriores. Con el pasar de las campañas, la superficie sembrada de este cultivo, con principal destino a molino para harina, fue variando en función de las distintas necesidades y coyunturas. Pocos años después de la Segunda Guerra Mundial se dio un pico de superficie sembrada en nuestro país, al tiempo que en 2011 se registraron casi 600.000 hectáreas implantadas de este cultivo de invierno en el país.
Superficie y rendimientos. Según datos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, en su encuesta de DIEA, este 2021 se sembró una superficie cercana a las 237.000 hectáreas. De todos modos, en conversaciones con productores y empresarios vinculados al rubro, se maneja la posibilidad de que esa área haya escalado incluso por encima de las 250.000 hectáreas, aumentando de esta forma la intención de siembra sobre las fechas finales de la implantación.
Esta superficie representa en datos oficiales, un 6% más que lo implantado en 2020, y de esta manera acompaña el importante crecimiento que están teniendo los cultivos de invierno, apalancados por precios excelentes y rendimientos extraordinarios. Si bien no creció en la misma proporción que la cebada y sobre todo que la colza, el trigo sigue posicionado como el principal cultivo de invierno en lo que refiere a superficie, y detrás del número cercano al millón de hectáreas de soja, se mantiene como el segundo cultivo con destino a grano seco en lo que refiere a superficie a nivel país.
La zafra pasada fue récord total en rendimientos para trigo y cebada, contabilizando los más altos desde que se lleva una estadística oficial. En el caso del trigo, el rendimiento promedio fue de 4.181 kilos por hectárea, con una producción total a nivel país que se acercó al millón de toneladas: 936.000 precisamente. Indudablemente, hubo productores de punta que rayaron muy por encima de ese promedio mencionado.
Frente al crecimiento en superficie de los cultivos de invierno y en la búsqueda de explicar el menor aumento en proporción del trigo frente a la cebada y la canola, hay algunos aspectos a resaltar dentro del sistema de rotaciones y captura de precios.
En primer lugar, el trigo es el cultivo de invierno que se cosecha más tarde, ya que sobre todo la colza, pero también la cebada liberan la chacra antes. Esto significa, y considerando los altos valores que se están manejando por soja y maíz, que se puede ingresar con una siembra de verano mucho más temprana, casi de primera. Históricamente, en nuestro país han sido los propios cultivos de verano los que han traccionado del sistema agrícola, si bien ahora comienzan a haber voces disidentes que dicen que está siendo más seguro sacar buenos rendimientos en el invierno por la menor dependencia de un año seco o no.
Captura de precios. A su vez, el sistema de captura de precios es un poco diferente al de la cebada o la colza. En el caso de la cebada, se siembra en un alto porcentaje en contrato con malterías, lo que brinda mucha seguridad respecto al precio a recibir. Además, en caso de ser rechazadas las producciones por cuestiones de calidad, existe desde hace ya unos meses un interesante mercado de exportación de cebada forrajera, particularmente con destino a China.
En lo que tiene que ver con la colza, los números hablan a las claras. Los valores por tonelada de esta oleaginosa de invierno pisan y hasta superan los US$ 700, y si consideramos que se siembra con un costo por hectárea menor que el de otros cultivos y sobre todo que el rastrojo que deja es más aprovechable para un cultivo de verano, se respalda su crecimiento exponencial. Además, este cultivo corta la rotación entre cebada y trigo invierno tras invierno, lo que permite un mejor manejo y control de enfermedades y malezas, hablando desde el punto de vista agronómico.
En la venta del trigo, hay ciertas particularidades. En primer lugar, para la captura de precios la pizarra es más transparente en colza y cebada, ya que copia mejor los precios internacionales. Para el trigo, algunas veces no existe una correlación tan clara entre las posiciones de Chicago y lo que se capta aquí. Esto sucede por dos razones: casi la mitad de lo que se produce se destina al mercado interno, y el saldo exportable tiene como principal destino Brasil. Para lo segundo, el vecino país compra a veces para varios meses, y en la medida en la que va necesitando más, si Uruguay tiene stock disponible y de buena calidad en ese momento, lo vende a determinado precio. En esto influye también la capacidad de respuesta rápida en la logística de puertos, entre otros temas.
Al día de hoy, el productor recibe aproximadamente unos US$ 280 por el trigo puesto en Montevideo o Nueva Palmira, lo cual marca un muy buen precio. Es preciso aclarar, que estos valores varían día a día, pero últimamente han oscilado en estos rangos. Se proyecta que en los próximos años puedan equipararse en área los principales 3 cultivos de invierno, pero en caso de darse las condiciones, hay espacio para que el trigo pueda crecer hasta posicionarse algo por encima de las 300.000 hectáreas.
Como aspecto positivo a destacar de la producción de trigo en el país, es la larga tradición en el cultivo y la experiencia del productor. Si bien el agricultor uruguayo tiende siempre a la excelencia, a la innovación y a captar las nuevas oportunidades de la mejor forma, los años de experiencia en este cultivo permiten que, si las condiciones del clima acompañan y se suma la excelente genética y manejo presente en nuestro país, el productor uruguayo sea amigo de la sana costumbre de sacar muchos kilos de trigo.
A modo de cierre, es preciso mencionar los mercados que mueven la aguja de este cultivo a nivel mundial. La Unión Europea, China, India, Rusia, Estados Unidos y Ucrania se ubican dentro de los principales países productores de trigo, al tiempo que Indonesia, Egipto y China rayan alto en lo que tiene que ver con la demanda.
Expectativa por rendimientos. En conversaciones con productores y empresarios del rubro, se manifiesta que hay gran expectativa por los rendimientos de los cultivos de invierno en esta campaña, si bien todavía no se tienen datos certeros. La canola ya está siendo cosechada con buenos números, las trillas de cebada comenzaron firme hace algunos días y las de trigo están asentándose precisamente de estas fechas hacia adelante. Si bien el clima acompañó a lo largo del ciclo productivo, y ni que hablar los números para vender la producción respaldan, la primavera seca y algún golpe de calor puede haber quitado algo de potencial por hectárea en el llenado de grano de estos últimos 20 o 30 días. La incertidumbre aún es grande, y si bien no se espera con seguridad una cosecha excepcional como sucedió en 2020, las baterías están puestas en sacar muy buenos rendimientos y de buena calidad.
Lacalle Pou asistirá a la inauguración de la cosecha
La Asociación Agropecuaria de Dolores está organizando la primera inauguración oficial de la cosecha de trigo. La misma se llevará a cabo este martes 16, desde la hora 12:30 en el campo demostrativo ubicado en la perimetral Juan Manuel Blanes y Camino Rincón del Ruiz.
Según el programa, se destacará la presencia del presidente de la República, Dr. Luis Lacalle Pou, que se anuncia dirá unas palabras previo a un almuerzo al aire libre a la hora 14 cumpliendo protocolos.
Es necesario inscribirse previamente, ya que no se autorizarán ingresos sin la debida confirmación personal e intransferible. Los enlaces para la inscripción pueden encontrarlos en las redes sociales de la Asociación Agropecuaria de Dolores o de Rurales El País.