El panorama para la soja y el maíz atraviesa un momento desafiante. En el primero de los casos tiene que ver con la rentabilidad del negocio, al tiempo que el segundo enfrente escollos desde el punto de vista productivo.
Álvaro Mazzilli, técnico de Agrocentro en Salto, se refirió al panorama actual de los cultivos de maíz y soja en el norte del país, con un enfoque en los desafíos y oportunidades que presenta la próxima campaña de verano.
El año pasado, el cultivo de maíz se vio gravemente afectado por la chicharrita y complicó el rendimiento del cultivo. "Nos golpeó fuerte", comentó Mazzilli, quien explicó que la plaga redujo la superficie sembrada, especialmente en el maíz de segunda. Sin embargo, este año las condiciones climáticas favorables han ayudado a controlar la plaga y los productores han recuperado el interés en el cultivo. "Pensamos que la siembra sería mínima, pero el clima ayudó y estamos a un mes de empezar, con buenas expectativas", señaló.
El técnico también destacó que los precios de la soja, menos atractivos este año, han favorecido al maíz en la zona, que presenta mayores limitaciones en suelos. También la distancia que hay desde Salto al puerto de Nueva Palmira, genera un aumento en los costos.
En cuanto a la soja, Mazzilli indicó que la superficie sembrada ha disminuido principalmente por los bajos precios. "El área de soja ha bajado respecto a lo que esperábamos", sostuvo. Aunque algunos productores optaron por maíz, no se trata de una sustitución total. Además, gran parte del área de secano de soja ha quedado fuera de juego, mientras que los cultivos bajo riego han ganado terreno.
El próximo ciclo agrícola llega con expectativas moderadas. Mientras el maíz se recupera de la crisis del año pasado gracias a mejores condiciones climáticas, la soja enfrenta un retroceso debido a factores económicos. Mazzilli advirtió que, aunque los informes actuales son positivos, los productores siguen cautelosos ante la posibilidad de que la plaga de la chicharrita resurja.