
El panorama internacional no está nada sencillo para el comercio, principalmente por el alto grado de incertidumbre que existe con un contexto geopolítico muy tenso e incluso varias guerras librándose en diferentes puntos del planeta.
Los actuales conflictos en Medio Oriente, en Europa entre Rusia y Ucrania y las tensiones en el Océano Pacífico con China y Taiwán están moviendo el tablero de precios de los granos.
En una entrevista realizada por Valor Agrícola a Federico Morixe, el analista abordó desde el impacto de esta reconfiguración del mercado internacional hasta las perspectivas para los cultivos de invierno en Uruguay.
“Estamos viendo cosechas récord en Uruguay, Argentina y Brasil, lo que le da competitividad a la región”, sostuvo Morixe. Sin embargo, aclaró que lo determinante no es tanto el precio de los granos, sino el margen que queda al productor. A esto hay que sumar que el enorme volumen de granos que está volcando Sudamérica al mundo, es un factor bajista para los valores.
“Una soja con buen rendimiento y costos bajos, aunque valga menos, puede ser más rentable que una de US$ 650 si los insumos fueron caros”, graficó Morixe.
Los conflictos internacionales también están jugando un rol clave. La guerra entre Israel e Irán, la continuidad del conflicto entre Rusia y Ucrania y las tensiones entre China y Taiwán elevan los costos logísticos y el precio del petróleo, que volvió a superar los US$ 70 en pocos días. “Eso puede complicar tanto a los combustibles como a los fertilizantes”, advirtió. En la memoria de corto plazo están los primeros impactos en los precios cuando Rusia invadió Ucrania en 2022.
Respecto a las relaciones comerciales, Morixe remarcó que los movimientos de China continúan siendo decisivos. Si deja de comprar en Estados Unidos por la actual guerra arancelaria, “gira hacia Sudamérica, primero Brasil, luego Argentina y después Uruguay, que tiene menos volumen y visibilidad, y por eso debe competir con precios más bajos”.
A nivel local, destacó que Uruguay ya ha comercializado buena parte de su cosecha de soja, y alertó sobre la volatilidad del mercado. “Un conflicto puede disparar los precios, pero también pueden caer de golpe. Es un terreno de oportunidades y riesgos”, sostuvo.
Nueva zafra. Con la mirada puesta en el invierno, Morixe destacó las posibilidades que abre el impulso a los biocombustibles en Estados Unidos, que podría aumentar la demanda de aceites y elevar los precios de cultivos como la colza. También llamó la atención sobre la soja 2026, que en Chicago ya supera los US$ 400 dólares por tonelada, lo que puede ser una oportunidad para que el productor planifique.
Finalmente, Morixe señaló que la menor calidad en las cosechas de cebada y trigo del Mar Negro también repercute en los precios internacionales y que, si bien el contexto es incierto, “la clave es estar atentos y pensar a más de un año, porque ahí están las oportunidades que definen una buena campaña”.