El quinto remate de la cabaña San Gerardo, de García Pintos, tuvo un significado especial este año. No solo se celebró con un éxito rotundo, logrando la dispersión total de la torada, sino que también se cumplió el cuarto año en el que "Agra", la matriarca, acompañó a su familia desde arriba... y tiró cuetes.
En este contexto, Diego Arrospide, director del Escritorio Arrospide, expresó su satisfacción con los resultados, destacando que se vendió el 100% de los toros.
"Estamos muy contentos. El 100% de ventas es la principal satisfacción. Dispersar toda la torada, que estaba espectacular y muy bien presentada, sin duda ayudó," comentó Arrospide. Señaló además que los buenos procesos productivos y la alta calidad de los toros fueron claves para el éxito del remate.
Con más de 50 toros en oferta, la venta fue ágil y con intensa puja, lo que permitió una rápida dispersión de los ejemplares hacia distintos puntos del país. "La demanda ha sido muy buena. La zafra viene bien, y el clima está acompañando, que es un factor importantísimo," añadió.
Otro aspecto destacado fue la relación favorable entre el precio del ternero y el toro, lo que, según Arrospide, ha beneficiado a los criadores. "Esto se refleja en la demanda y en las altas colocaciones que están teniendo los remates," explicó.
El promedio general de los 52 toros comercializados fue de 3.231 dólares. Los 45 ejemplares Angus promediaron 3.311 dólares, mientras que los 7 Polled Hereford alcanzaron un promedio de 2.717 dólares.
El próximo evento para la cabaña será el jueves 17 de octubre en el local Campanero, de Minas, donde se realizará su ya clásica subasta, consolidando así su posición en el calendario de la zafra de toros.