El viernes 22 de agosto amaneció con lluvias y tormentas que afectaron principalmente el este y noreste del país.
El analista meteorológico José María Rodríguez explicó que estas precipitaciones estaban previstas y que durante la tarde y noche de este viernes ingresará un frente frío, que dejará inestabilidad con lluvias aisladas y tormentas en el norte, mejorando hacia la noche.
Mientras el sur y el este tendrán máximas en torno a los 17 grados, en el centro se esperan 20 y en el norte hasta 26 grados, con Artigas llegando a 27. Sin embargo, Rodríguez advirtió que el ingreso del frente frío provocará un marcado descenso de temperaturas a partir del sábado, con máximas que bajarán a 13 grados en el sur y este, y entre 14 y 16 en el centro y norte, más de 10 grados menos que la jornada previa.
Los vientos, que soplarán del noroeste durante este viernes, rotarán al suroeste con ráfagas moderadas a fuertes, para luego ir amainando.
Fin de semana fresco y con heladas
El sábado se presentará con nubosidad variable y paulatina recuperación del sol, mientras que el domingo y lunes predominarán las jornadas soleadas, aunque con mínimas muy bajas que podrían generar heladas en el centro y sur del país. Las tardes se mantendrán frescas, pero el tiempo estable será la constante.
A partir del martes se espera un aumento gradual de las temperaturas, sin lluvias previstas hasta el viernes 29 de agosto, lo que abre una ventana de buen tiempo que se extenderá durante buena parte de la próxima semana.
Pronóstico trimestral: una primavera que arranca fría
Rodríguez también presentó la actualización de la tendencia para septiembre, octubre y noviembre. Según explicó, los modelos internacionales mantienen el estado de neutralidad climática en el Pacífico central ecuatorial durante gran parte de la primavera, aunque ya se observan señales de un posible ingreso a una fase La Niña hacia fines de la estación y el verano.
En ese marco, se espera que las lluvias se mantengan dentro de lo normal durante septiembre y octubre, aunque hacia noviembre y el verano podría configurarse un déficit de precipitaciones. La intensidad de este fenómeno se evaluará con mayor claridad en los próximos meses.
En cuanto a las temperaturas, el especialista advirtió que la primera parte de la primavera podría presentar valores por debajo de lo habitual e incluso heladas tardías, un escenario que preocupa al sector productivo. Posteriormente, hacia fines de la estación y el inicio del verano, se prevé un ascenso por encima de lo normal.
“En principio, la primavera empezaría algo fría y después cada vez más caliente en cuanto a temperaturas”, resumió Rodríguez.