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La hemovacuna, una herramienta clave para enfrentar la tristeza parasitaria

En el marco del nuevo Plan Nacional de Lucha contra la Garrapata presentado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, especialistas destacan el rol de la hemovacuna como medida preventiva para evitar pérdidas económicas por la enfermedad conocida como tristeza parasitaria

Garrapata en vacuno
La situación ahora también es compleja en el este del país, además del norte.

El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca lanzó recientemente su estrategia integral para el control de la garrapata, una parasitosis que genera anualmente pérdidas millonarias al país. Dentro de las herramientas señaladas, el uso de la hemovacuna ocupa un lugar central. En diálogo con Valor Agregado, el doctor Raúl Leites, responsable técnico del laboratorio König, explicó las características y ventajas de esta vacuna, también disponible en el mercado privado bajo el nombre comercial Hemovac.

“Lo primero que debemos resaltar es que, por suerte, en Uruguay tenemos esta herramienta, porque no todos los países la poseen”, indicó Leites. La hemovacuna está disponible en Uruguay, Argentina y Australia, pero en muchos otros países donde la tristeza parasitaria provoca altas tasas de mortandad, los productores solo cuentan con tratamientos temporales que no resuelven de forma definitiva el problema.

A diferencia de los tratamientos químicos, que tienen un efecto residual de 30 días, la hemovacuna previene la enfermedad y genera inmunidad de por vida en la mayoría de los animales vacunados.

Cuándo y cómo aplicarla

El especialista recomendó la vacunación de terneros de hasta 10 meses, siendo esta categoría la de “elección” para la inmunización. El período ideal es el invierno y el inicio de la primavera, cuando la carga de garrapata sobre los animales se reduce al mínimo.

“Vacunar con alta infestación no es recomendable porque se trata de una vacuna viva, y puede generar una sobrecarga para el sistema inmunitario del animal”, advirtió Leites.

Con una sola dosis, aplicada en zonas endémicas, la gran mayoría de los animales desarrolla defensas efectivas. En algunos casos —como establecimientos de cabaña o predios con fuerte presión parasitaria— se sugiere aplicar una segunda dosis a los tres meses, con el objetivo de alcanzar la mayor cobertura posible.

Según datos del laboratorio, la inmunidad alcanzada oscila entre un 85% y un 90% de los animales vacunados. Existe un pequeño porcentaje que no genera anticuerpos, lo que explica por qué algunos productores optan por refuerzos.

En el caso de las cabañas, la práctica es frecuente: “Antes de los remates, muchos prefieren asegurarse de que sus toros queden totalmente inmunizados”, explicó Leites.

Costo y relación beneficio-riesgo

El costo de la dosis de hemovacuna ronda entre 3,80 y 4 dólares. Aunque pueda parecer una inversión significativa, la ecuación resulta favorable: “Vacunando cien terneros, el gasto equivale al valor de un solo animal. Y lo que solemos perder por tristeza no es un ternero, sino un novillo gordo o una vaca preñada, cuyo valor es mucho mayor”, subrayó Leites.

Los arrendamientos de campos ganaderos en el norte se estabilizan en torno a los 80 dólares por hectárea, pero el alto costo de poblar y la presión de la garrapata condicionan la demanda y ponen a prueba la ecuación entre valor del ganado y renta

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