En un mercado internacional marcado por cambios acelerados, la decisión de Estados Unidos de eliminar el 10% adicional del arancel que regía para la carne bovina uruguaya abre un nuevo capítulo para la colocación del producto nacional. La noticia, conocida en las últimas horas del viernes, aún no permite medir impactos concretos, pero ya genera expectativas.
Para profundizar en la lectura de este escenario, Valor Agregado de radio Carve dialogó con el bróker de carne Juan Lema, quien evaluó las primeras repercusiones de la medida. “Sin duda, es una muy buena noticia. Siempre que mejora el acceso, mejora la ecuación para los importadores de Estados Unidos”, explicó. Los compradores norteamericanos venían absorbiendo incrementos arancelarios en un contexto de muy baja disponibilidad de carne en su mercado interno, lo que había impulsado subas de precios que finalmente se trasladaron al consumidor.
Estados Unidos: alivio arancelario y un mercado con precios altos
Lema señaló que esta reducción puede moderar la tendencia alcista de las últimas semanas. “La esperanza de ellos es que por lo menos los valores no sigan aumentando”, dijo. Aunque la industria uruguaya podría intentar capitalizar parte de ese 10% como mejora de precio, el especialista advierte que el resultado final dependerá totalmente de la relación entre oferta y demanda: “El mercado es quien termina definiendo qué sucede. Lo vimos cuando aplicaron el 10% de aumento: se absorbió e incluso en algunos casos los valores subieron por encima de eso.”
La medida estadounidense se da, además, en un momento donde este país llegó a ser —durante buena parte del año— el principal destino en volumen para la carne uruguaya, superando incluso a China.
El factor Brasil: ¿puede competir aún con un arancel del 40%?
Consultado sobre la competitividad brasileña, actualmente afectada por un arancel del 40% por fuera de cuota, Lema no dudó en señalar que aun así Brasil no dejó de vender. “Hasta noviembre era el tercer exportador a Estados Unidos, atrás de Australia y Canadá”, recordó. La rebaja parcial de aranceles que recibió Uruguay no neutraliza el potencial brasileño, que ya gestiona una revisión de su tasa con vistas a diciembre.
“Si Brasil logra eliminar ese 40%, ahí sí vuelve a ser un competidor muy fuerte”, advirtió.
China en el centro de las alertas
Mientras tanto, el mercado chino —clave para Uruguay— transita un período de endurecimiento. El 26 de noviembre vence el plazo para la aplicación de una eventual salvaguarda, y ya se observan señales complejas: más controles, costos adicionales, posibles nuevas suspensiones y, sobre todo, la eliminación de los créditos para importación que permitieron a muchos compradores aumentar su actividad.
“Mi percepción es que China se va a poner más complicada”, afirmó Lema, lo cual podría redirigir mayores volúmenes hacia Estados Unidos, un mercado que promete mantenerse firme durante 2026.
La cuota argentina: ¿desafío o ruido menor?
Sobre la ampliación de la cuota argentina a 60.000 toneladas, el bróker relativizó su impacto. “Es un volumen que se licúa rápidamente dentro del total que importa Estados Unidos”, señaló. Para Lema, la verdadera variable a observar seguirá siendo Brasil y la posible reducción de su arancel.
Un tablero global en movimiento
Entre los ajustes arancelarios de Estados Unidos, las gestiones de Brasil, la incertidumbre regulatoria en China y la ampliación de la cuota argentina, el mercado de la carne atraviesa uno de los momentos más dinámicos de los últimos años.
“Estamos en un nivel de incertidumbre muy grande. Es difícil hacer proyecciones”, sintetizó Lema, aunque con una certeza: la demanda estadounidense continuará fuerte, sosteniendo a un mercado clave para Uruguay en un 2026 que ya asoma decisivo.
