El Dr. Héctor Ferreira, socio del estudio Hughes & Hughes y especialista en derecho comercial, se refirió a lo que se plantea desde el sistema uruguayo para los concursos, en el marco de una situación donde la herramienta se pone sobre la mesa a raíz de lo que sucede con los fondos de inversión en ganadería: “se plantea la existencia del concurso como un mecanismo de reorganización empresarial, pretender dar solución a situaciones de insolvencia”.
Entrevistado en Valor Agregado de radio Carve, Ferreira explicó que hay dos tipos de concursos: el necesario y el voluntario. “En el caso del voluntario lo solicita la misma parte (la empresa), y en el caso del necesario, es propuesto por una tercera parte, típicamente un acreedor”.
“El sistema uruguayo de concursos lo que plantea, en un sistema que tiene varios años, encontrar una solución a emprendimientos viables, a los efectos de conservar el valor de los emprendimientos, y apunta a determinados estímulos para que el concurso se presente a tiempo e inclusive también presenta estímulos para los acreedores que instan al concurso”, detalló.
Consultado sobre la figura del concurso necesario, el integrante de Hughes & Hughes, indicó que el acreedor que lo solicita, “se le da una preferencia en el cobro, un privilegio general se le dice”.
Una vez realizado el proceso concursal, y en caso de no prosperar el mismo o tenga incumplimientos, “una posibilidad es llegar a la liquidación, aunque generalmente se buscan soluciones en el marco del proceso concursal”.
En referencia a la posibilidad del secreto bancario, Ferreira mencionó que en este tipo de situaciones puede caber, “si hay un desequilibrio patrimonial como está planteado, por más que haya una solicitud de concurso voluntario, se va a designar a un síndico, que removerá a las autoridades originarias de la compañía, y será el profesional quien administre al patrimonio, solicitando toda la información de la empresa, incluido lo que está en las cuentas bancarias”.
“Si hubiera una situación donde exista más activo que pasivo, en ese caso, la solución concursal no es una remoción de las autoridades originales, sino una coadministración entre las autoridades existentes y un interventor, que es una persona colocada por la justicia”, contó el especialista.
Específicamente sobre el caso de Conexión Ganadera, el socio de Hughes & Hughes expresó que “lo último que se conoció fue que había una posibilidad de presentarse a concurso, en caso de ser así, estaríamos ante uno voluntario, lo cual traería ciertas ventajas para la compañía”.