La División Sanidad Animal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca continúa trabajando con los servicios veterinarios de Río Grande del Sul en el control de la rabia paralítica en los departamentos de frontera y aunque los veterinarios oficiales siguen atendiendo sospechas de la enfermedad —la denuncia de posibles casos es obligatoria—, no se ha notado mayor presencia del problema.
Federico Fernández
La enfermedad es transmitida por los murciélagos hematófagos (se alimentan de sangre) por lo que mantener controladas las colonias y analizar si son portadoras de rabia paralítica es una tarea habitual.
“Todos los meses salen equipos de captura de murciélagos en Cerro Largo, Rivera y Tacuarembó, pero no ha crecido la cantidad de sospechas”, explicó a El País el director de la División Sanidad Animal, Federico Fernández. Los animales capturados van al laboratorio Dilave “Miguel C. Rubino”, se analiza si tienen rabia y luego son devueltos a las colonias. Para controlar las poblaciones se utiliza un anticoagulante que oficia de veneno porque se limpian unos a otros.
El trabajo conjunto le posibilitó a los técnicos uruguayos nutrirse de la experiencia de sus pares brasileños, que están acostumbrados a combatir este flagelo desde hace muchos años.
A la vez, Fernández sostuvo que no ha recibido reportes de una mayor incidencia de garrapata desde los cinco departamentos que abarcan la Emergencia Agropecuaria declarada por el gobierno ante el déficit hídrico. Los departamentos afectados son: Rocha, Cerro Largo, Treinta y Tres, Lavalleja y Maldonado. En algunas zonas de sierras, según confirmaron algunos veterinarios privados, hay una alta parasitación de garrapata e incluso se llegó a denunciar mortandad de animales.
En Uruguay se conocen tres generaciones de garrapata. La primera es sobre fin de año y es más leve, la otra se registra en febrero y la tercera es la que está afectando a los ganados ahora y por lo general, siempre tiene mayor presencia.
“Estamos trabajando con la misma estrategia de siempre, defender las áreas libres (San José, Colonia, Soriano, Flores, Canelones, Florida y casi todo Durazno) y controlar las áreas que son consideradas sucias. A la vez, se siguen estudiando algunos casos puntuales de resistencia los tratamientos”, dijo Fernández.