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Producir ovinos continúa siendo un buen negocio

La majada transcurre una gestación sin contratiempos.

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Ovinos.

Pablo Antúnez

Con baja carga parasitaria y bastante libres de afecciones podales en todo el país, las majadas transitan por los primeros dos tercios de gestación con muy buen estado. Si bien aún no hay datos certeros sobre preñeces y mucho menos sobre la gestación de mellizos, pues recién se están haciendo las ecografías —en el norte del país— de las encarneradas de marzo, el período de servicio transcurrió sin contratiempos, el invierno viene sin falta de verde y sin mayores fríos.

La oveja tiene fortalezas en estos dos primeros tercios de gestación y los productores lo saben. El jefe del Área de Transferencia de Tecnología, Adolfo Casaretto, aseguró a El País que en este período de la gestación “las ovejas no están propensas a muchos problemas y son resistentes”. Las mayores precauciones deberán tomarse en el último tercio de la gestación y será clave la segunda quincena de junio, así como los meses de julio y agosto. “El último tercio de gestación es un período importante y de cuidado, porque es cuando se produce un crecimiento importante de los fetos dentro de las madres”.

Preñeces. Más allá de la falta de datos concretos, los técnicos del Secretariado Uruguayo de la Lana estiman que “las preñeces fueron buenas” y lo más importante es que las majadas están llevando la gravidez sin problemas nutricionales, ni sanitarios.

Tampoco hay datos certeros a nivel país sobre la cantidad de ovejas que fueron encarneradas. “Seguramente sea un número muy parecido al del año pasado y puede haber alguna retención de borregas”. Ese fenómeno de retención de borregas ya se vio antes, cuando los productores, aprovechando las oportunidades de mercado para la carne ovina y las señales comerciales, decidieron apostar lo más posible a producir corderos.

A su vez, Casaretto sostuvo que en majadas con lanas de medias a finas, es decir de 24 micras hacia abajo, “se está dando una retención de borregos”, por lo que “pensamos habrá algo menos de corderos pesados. Majadas Merino, Ideal y algunas Merilin están reteniendo los borregos para producir lana. “Esa es una tendencia clara que busca aprovechar los precios atractivos de la lana”, reconoció el jerarca.

Rentable. El ovino continúa siendo un buen negocio, de la mano de buenos valores para lana y carne. Además de eso, “hay una sensación de estabilidad y tendencia, que empieza a definir decisiones empresariales del productor. La lana tiene valores históricamente buenos, con sus vaivenes, pero mantiene buenos precios desde hace cuatro años. Las lanas medias están un poco postergadas en precio pero vienen mejorando”, recordó Casaretto.

Por el lado de la carne ovina, hay estabilidad. “Si se analiza el precio del cordero pesado, desde hace unos cuantos años atrás hay un piso que logra estabilizarse en una cantidad importante de años, lo que asegura el negocio. También en los últimos años, la carne ovina —en precio— está por encima de la del novillo”, destacó Casaretto. En las zonas de campo natural y de basalto, las lanas finas “seguramente sean el negocio más atractivo, con menor demanda tecnológica y con menos asignación de recursos”, agregó.

Guillermo Crampet

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