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Carniceros concretaron importación de dos contenedores con pollo brasileño

El precio del producto local volvió a subir $ 5 por kilo esta semana.

Avicola del Oeste
Planta de faena de pollos de la Avicola del Oeste, industria de la alimentacion, ND 20130627, foto Maria Ines Hiriart - Archivo El Pais
Archivo El Pais

Carne de pollo.

El primer contenedor con 22.000 kilos de pollos enteros brasileños congelados, sin menudos, importado por la Unión de Vendedores de Carne (UVC) desde un frigorífico exportador de Santa Catalina, estaría ingresando a Uruguay a mediados de mes.

Debido a la alta demanda que sufre la carne aviar brasileña —Brasil es el primer productor mundial del producto y entra a los mercados más exigentes del mundo, incluido Japón—, el envío del contenedor está demorado.

Los carniceros ya habían importado en 2014 un contenedor con pollos brasileños congelados, sin menudos y otro con supremas, porque el precio de la carne aviar producida en Uruguay no paraba de subir.

El mismo mecanismo de importación está operativo hace rato para la carne bovina, sin hueso y envasada al vacío, que frigoríficos y abastecedores siguen volcando al abasto, para competir en precio con el producto local y acercarle proteínas más baratas a los consumidores uruguayos.

Apoyo. Según confirmó a El País el presidente de la gremial de carniceros, Hebert Falero, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca ya autorizó el ingreso de dos contenedores con pollos congelados brasileños, sin menudos (carcasas de dos kilos). A su vez, no está descartada la presentación de nuevas solicitudes de importación a la secretaría de Estado.

En 2016, la industria avícola brasileña exportó 12,9 millones de toneladas a 150 países, según datos de la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA).

Esta semana, el precio del pollo fresco en Uruguay volvió a subir $ 5 por kilo y según la Unión de Vendedores de Carne (UVC) ya lleva 53% de subas acumuladas en los últimos cinco meses, disparando la idea de importar a nivel de los comerciantes para no perder clientes.

“Hay una diferencia de precio grande y la gente lo empieza a notar”, aseguró Falero a El País, aunque aclaró que todavía “no bajó la venta” pero estimó que comenzará descender, pues siempre la reacción del público no es inmediata a la suba de precios. A medida que cae la producción de pollos loca, la industria sube el precio del producto en el abasto, pues Uruguay no tiene las mismas posibilidades de exportar que tiene Brasil.

El acuerdo sanitario entre Uruguay y Brasil permite el ingreso de pollos enteros congelados y sin menudos hasta completar un cupo de hasta 120 toneladas, que difícilmente se llegue a cumplir o por lo menos hasta ahora, en años donde se debió importar ni siquiera estuvo cerca de completarse.

En 40 años, Brasil exportó más de 60 millones de toneladas al mundo por US$ 94 millones y desde 2004 pasó a ser el primer productor mundial, pues nunca sufrió un caso de gripe aviar.

Guillermo Crampet

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