Walter Rosés | Director de Bodegas Rosés Hnos.
En los últimos diez años ha disminuido de forma impresionante la cantidad de bodegas y empresa elaboradoras de vinos, y no ha sido solo como consecuencia la implementación del alcohol cero, pero es una de las tantas medidas que han llevado a la baja competitividad de las empresas, a parte de los costos. Se deben hacer políticas que permitan recuperar el consumo de vinos. Por ejemplo en Alemania, un país del primer mundo, tiene permitido un bajo porcentaje de alcohol en sangre y no tiene altos números de siniestros de tránsito. Habría que estudiar alternativas para cuidar a la ciudadanía y al consumo.
El costo de la energía eléctrica también nos golpea, y en épocas de zafra no se puede parar por lo caro de la energía. Y esos costos se absorben, y a la larga se trasladan a los precios, al consumo y a la falta de competitividad.
En cuanto al Instituto Nacional de Vitivinicultura, es fundamental que mantenga su buen funcionamiento y continúe al frente gente idónea y con perfil técnico.
Por último la exportación, las empresas precisan del gobierno un apoyo, dado que los costos para exportar un contenedor de vinos finos son muy altos en comparación con los bajos valores del producto. Necesitamos una ayuda, que el Estado no nos cobre tanto por sacar un contenedor.