Con la baja en el precio de los campos y el aumento en el ingreso de Capital Potencial, ha crecido la rentabilidad
desde el 2014 a hoy, pero la pérdida patrimonial supera la mejora del Ingreso de Capital.
En los primeros tres meses del 2020, aumentó 17% el número de negocios, bajó 28% el área total transada y disminuyó 2,1% el precio hasta 3.383 US$ /Há.[/caption]
En el mes de marzo la DIEA del MGAP publicó su tradicional informe Precio de la Tierra, incorporando en esta oportunidad la apertura del valor de la tierra en función del Índice Coneat de los campos transados. Este nuevo componente de la información publicada facilita una dimensión adicional para el análisis del valor de la tierra, en la medida que permite considerar el potencial productivo de la misma.
Si analizamos el potencial productivo medido a través del mencionado Índice, observamos que el promedio de los campos transados este año son superiores en su recurso suelo: con un Índice Coneat promedio de 111 supera al promedio del año 2019 en un 3,6%.
El Índice Coneat determina, entre otras cosas, el potencial productivo de un campo, y por lo tanto, su potencial económico. Al estudiar la relación existente entre este Índice y el valor de los campos encontramos una ecuación cuadrática con un R2 de 0,67, lo que indica que el 67% de la variabilidad en el precio de los campos lo determina el Índice Coneat, el resto serán seguramente la distancia a puerto, mejoras fijas, estado de conservación del recurso suelo, etc.
En APEO analizamos desde el año 2008 cada uno de los campos ofrecidos al INC determinando para cada caso un Margen Bruto (MB) e Ingreso de Capital (IK) Potencial, que a su vez contrastamos con los resultados que publican Fucrea y el Plan Agropecuario. De este análisis concluimos que la tendencia del Ingreso de Capital Potencial calculado es similar a la tendencia de la muestra de empresas, pero que este valor calculado es aún superior a la muestra de empresas del mercado, lo cual podría interpretarse como una frontera de resultado potencial de los sistemas, coherente con el hecho de que los resultados difundidos por las dos fuentes citadas representan promedios, habiendo sin duda situaciones individuales donde los resultados son mayores.
Comparación del ingreso de capital calculado por APEO (en base a datos del INC) y del ingreso de capital promedio de muestra de empresas del mercado.[/caption]
Contar con un Ingreso de Capital Potencial y referencias de arrendamiento potencial de cada uno de los campos ofrecidos nos permite determinar la rentabilidad a dos niveles: produciendo el propietario o dando en arrendamiento. Es así que, en el supuesto que el propietario realice la producción, en promedio el Ingreso de Capital Potencial expresado en relación al valor de la tierra fue 3,28% para el período 2008-2020 y en caso de darlo en arrendamiento, el valor de la renta neta potencial recibida (renta por el campo descontado impuestos y gastos que corresponden al propietario, tales como contribución, mejoras fijas, etc.) expresada sobre el valor de la tierra fue de 2,37% para el mismo período. En este 2020, estos ratios están en 3,85% y 2,54% en caso de producir o de dar en arrendamiento respectivamente.
Resultado medido como rentabilidad para el propietario, según realice la producción (IK/tierra) o de el campo en arrendamiento (renta/tierra).
Con el descenso en el precio de los campos y aumento en el Ingreso de Capital Potencial, se ha incrementado la rentabilidad desde el año 2014 a hoy. Sin embargo, esto no necesariamente implica una mejora del negocio para quien esté en él ya que la pérdida patrimonial ha superado la mejora del Ingreso de Capital. Y el hecho de constatarse pérdida patrimonial por el descenso en el precio de la tierra toma especial relevancia al considerar que la tierra representa el 85% de los activos totales de una empresa agropecuaria, y que muy frecuentemente se trata de empresas familiares que no están dispuestas a vender este activo, o no están permanentemente atentas a este indicador.