Desde 1985 los Campiotti seleccionan, con pasión y dedicación, sus caballos Criollos con una orientación funcional que les han valido estar tantas veces en lo más alto de las competencias que distinguen a la raza.
Pero van por más.
Pablo D. Mestre.
Sus yeguas, que además prueban la rusticidad y aptitud campera en la actividad ganadera de la propia estancia, en Lavalleja, son reflejo de una gran selección integral reconocida.
Y no es todo.
Para Poro Campiotti un valor no menos importante de los caballos Criollos es que sirven como herramienta para hacer amigos. Esos amigos que generan los caballos.
Y ese fue uno de los ingredientes que tuvo el remate que realizara la cabaña en la noche de este jueves en Cecade. Pues, pese al frío y amenaza de mal tiempo, un buen número de criadores se hizo presente y muchos otros siguieron el remate a través de CampoTV.
Así, a cargo de Alejandro Zambrano Zerbino, se logró dispersar en forma fluida la totalidad de la oferta en pista.
Y fue tal, que se vendieron 27 productos, de los 26 ofertados.
Las 16 yeguas domadas hicieron promedio en US$ 2.244, con un máximo de US$ 4.050 por “Paloma Poral”(Pacífico J. S. Fogonazo x Poral 55 (El Bagualito Agradecido), adquirida por La Victoria SG. El mínimo de las yeguas de andar fue US$ 1.260.
También se vendieron 4 yeguas redomonas: 1.800, 1.530 y 1.710; 5 potras: 1.980, 1.440 y 1.602 y 2 yeguas preñadas: 1.620, 1.080 y 1.350.
Pero hubo más.
La familia Campiotti quiso colaborar con quienes aportan valores al mercado. Así, se donó el equivalente al promedio del remate a la obra “Sembradores”, que desde el año 2002 apoyan a quienes viven en la calle “y tienen el cielo como techo”. Explicó Poro Campiotti que “todos los lunes y jueves del año, sin importar las inclemencias del tiempo llevan un plato de comida caliente para quienes viven en situación de calle".
Y también colaboraron con la Comisión de Jóvenes y de Comunicaciones de la Sociedad de Criadores de Caballos Criollos del Uruguay.
En ese contexto de familia, amigos y solidaridad transcurrió una jornada que dejó conformes tanto a los integrantes de Zambrano, como de la familia Campiotti.
Pero Poro no queda con eso…
Claro, es fácil imaginarse escucharlo decir: “vamos por más…”.