Brasil pidió hace unas semanas a la Unión Europea demorar la entrada en vigencia de la nueva ley y que la misma sea revisada para evitar perjudicar las exportaciones brasileñas.
También se hizo otro pedido desde Oceanía. En el caso de Australia, los dos principales partidos de ese país están pidiendo que la UE retrase la entrada en vigor de la ley.
El Senado aprobó la semana pasada una moción que pide a la UE retrasar las normas de importación debido a la incertidumbre sobre la forma en que se implementarán y el impacto que tendrán en la industria de la carne vacuna.
“La UE se ha encargado de decidir qué partes de Australia son «bosques» y cuáles no», dijo el senador Matt Canavan. “El problema es que el 44% de la definición de bosque de la UE es en realidad tierra de pastoreo”, sostuvo.
Según la definición de deforestación de la UE y las Naciones Unidas, las tierras agrícolas están exentas. Cattle Australia está redactando actualmente un “compromiso de gestión de tierras” cuyo objetivo es diferenciar entre bosques y tierras agrícolas.
Estiman que la medida podría afectar casi un tercio de las exportaciones brasileñas al Viejo Continente. En carnes, se calcula que podría embarcar un 10% del total de 77 mil toneladas exportadas este año, que hasta ahora solo necesitan trazabilidad en los últimos 90 días previo al embarque y no desde el nacimiento del animal.
Extraído de: Valor Agrícola