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El ovino volverá a apostar a la genética

El exceso hídrico que hubo en 2024 generó que muchos carneros “se rompieran”, por lo cual se espera una buena demanda en la zafra

Ovinos

Con la realización de remates, exposiciones y ventas particulares se ha dado inicio a una nueva zafra de reproductores ovinos, el momento en donde el productor invierte en genética para que en algunas semanas se empiece a llevar adelante la encarnerada, esta vez, como en algunas anteriores, teniendo resiliencia por los avatares que ha enfrentado el rubro como, por ejemplo, la última caída que tuvo el stock a nivel país.

Esta zafra de ventas llega en un momento en donde “las majadas están bien de estado, este período de seca que se ha dado, es donde el ovino mejor se siente y mejor se mueve. Estamos en una época buena desde el punto de vista sanitario, y el panorama desde el punto de vista productivo es bueno”, explicó el Dr. José Hermann, médico veterinario, asesor en producción ovina que trabaja en la zona norte del país, donde se concentra el mayor stock de lanares.

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El Dr. José Hermann es asesor de la zona norte del país en producción ovina.
Cristian Alamón

Las encarneradas iniciarán en algunas semanas y, a esta etapa reproductiva, los reproductores llegarán luego de haber enfrentado un desafío importante durante el 2024, ya que las precipitaciones que en buena parte del año fueron continuas “terminaron siendo un problema importante, con mucho problema de pata, principalmente con llagas que luego se transforman en una bichera, también con problemas de pietín en muchos lugares donde la enfermedad permanece, y esto trae aparejado problemas bastantes graves como lo es el contagio”.

“El ovino sufre mucho el exceso de agua, y eso hace que si no se está arriba de ellos y no tienen una buena sanidad y alimentación con un seguimiento estricto se ven muy afectados”, explicó el médico veterinario.

El especialista señaló que no haber cuidado a los carneros a lo largo del año, generó que “en el eje del 20 y 25% de carneros están afectados de forma grave, y luego los tenemos que descartar y no se los puede usar, sea por problemas de patas o de bichera. Es importante no olvidarse del carnero luego de la encarnerada, y tenerlo presente bastante seguido para que perdure en el tiempo, es un animal que tiene un costo relativamente importante para lo que es el rubro ovino, y se le tiene que dar una importancia bastante continua, hay que estar mirando y revisando cada poco tiempo”.

Muchas veces las patologías con las que se encuentran los productores, cuando van a hacer la revisión previo a la encarnerada “son irreversibles, y ya no hay tiempo para recuperarlos”.

RECOMENDACIONES TÉCNICAS. El carnero a adquirir por parte del productor, va a depender “principalmente del objetivo que se tenga, o del sistemas reproductivo, por ejemplo si se tiene el fin de producir lana o con el fin de la producción de carne”, indicó Hermann.

Dentro de los elementos importantes a tener en cuenta, el asesor destacó a la conformación de las manos y patas, porque “es un animal que va a caminar, que va a ir al campo, que esté bien y tenga un buen equilibrio entro el delantero y el trasero, y tenga una buena conformación”.

Además, destacó que es importante, que el carnero “no sea cerrado de garrón, o de menos, también debe de pisar bien y tener una buena estructura”, estos elementos, son más importantes aún en una zona como la del norte, donde los potreros son de extensiones importantes y duros, lo cual obliga a que el ejemplar tenga que desplazarse bastante, ahí entra la clave de tener una buena conformación.

También en lo reproductivo hay que hacer foco, buscando que el carnero “no tenga problemas de testículos, epidídimo, en la bolsa escrotal, pene, proceso uretral, en fin, hay un montón de detalles que hay que tener en cuenta”.

“La circunferencia escrotal que ayuda en la precocidad, fertilidad y producción espermática son datos importantes también, es de importancia tener una muestra de semen para poder ver cómo es el funcionamiento desde el punto de vista espermática”, detalló.

“A veces es conveniente destinar determinado carnero para determinado tipo de animal, eso sirve para homogenizar un poco más la majada, entonces es importante que cuando uno va a buscar, hay que saber que es lo que se quiere”, expresó Hermann, que además agregó que “por suerte hoy en el mercado, hay lo que uno quiera, es decir: carneros muy finos, intermedios, carneros con buen peso de vellón, con buena carcasa, esas son características importantes desde el punto de vista morfológico”.

Mirar la boca del reproductor, también es importante, “siempre hay que tener carneros relativamente jóvenes, que estén equilibrados entre 2, 4 y 6 dientes, porque a veces tener ejemplares muy jóvenes y viejos, te puede perjudicar, mermando el trabajo que realiza, aunque a diferencia del toro, no exige tanto esfuerzo, porque la oveja lo busca”.

Por último dentro de las recomendaciones, el veterinario hizo hincapié en que el animal “tenga una buena habilidad y agilidad de monta, para que le permita cubrir a un número importantes de ovejas”, siendo importante ahí el tamaño del animal, “generalmente un animal con buen peso corporal y de vellón, se puede lograr un producto comercial con mayor valor”.

El análisis de los datos, que se ofrecen en cada carnero, es importante que vaya vinculado “según el objetivo del establecimiento, si el objetivo es mejorar el peso de vellón y finura, esa es la característica que tenes que elegir, al día de hoy los datos de finura son certeros, y ahí hay que buscar un equilibrio entre eso y el peso corporal para poder lograr un producto que esté en el eje de las 17 y 18 micras, aunque muchas veces uno se adapta al mercado, y el mismo ha variado bastante, porque cada vez se pide un producto más fino, que es más difícil de lograr”.

ENCARNERADA. Pensando en la etapa que iniciará en algunas semanas, Hermann recordó lo establecido en los últimos datos de existencias ovinas, donde el rubro perdió unas 500.000 cabezas, “esto lleva a que a veces le falten estímulos al productor, pero creo que esto es cíclico y en algún momento se va a poder volver a una comercialización de lana ávida, que permita sacar fácilmente lo que se produce. En el caso de la carne, hoy tiene un buen valor, pero está difícil de colocar por todo el tema de los frigoríficos, lo cual ha perjudicado a este momento de buen valor, pero no hay que desestimularse, esto ha sido así siempre, a veces es difícil proyectarse de buena forma en el tiempo”.

A pesar de las complejidades que se enfrentan, hay argumentos para encarnerar, “es un rubro que se puede complementar muy bien con el vacuno, y provee al predio de divisas importantes desde muchos puntos de vista: desde el consumo en la estancia, hasta la venta de la lana, de animales a frigorífico o en ferias, pero creo que va a ser un año bueno, aunque va a depender mucho del clima, como ha sido siempre, aunque uno en el invierno haga todos los deberes, las cosas no son como se esperan, y es lo que tiene toda la producción al aire libre, siempre hay un riesgo, estamos jugados a que nos ayude el clima”.

Hermann remarcó la importancia de “hacer los deberes”, porque más allá de que ni así se garantiza de tener los resultados esperados, “siempre hay más chances de tener un producto mejor, o un porcentaje de señalada bueno”.

DECISIONES. En un contexto donde parece que el negocio ovino se inclina hacia los extremos por lo que demanda el mercado, es decir carne o lana fina, el asesor en el rubro señaló que las decisiones de los productores “hay de todo: hay gente que directamente cambia de raza, de lana intermedia pasa a lana fina, otros han ido cruzando y afinando la lana, y otros se han pasado a la producción de carne”.

Estas decisiones se encuentran bastante marcadas según la zona donde se lleve adelante la producción, “en el norte hay una tendencia general a afinar la lana, pero en la zona sur, centro y este, muchos que estaban vinculados al doblo propósito se han tirado a la carne, y han hasta cambiado la raza”.

“Las razas doble propósito en Uruguay han jugado un papel importante, toda la vida han estado, incluso la Corriedale ha sido la raza con mayor cantidad de animales, siendo un producto muy bueno para la carne”, concluyó el asesor en producción ovina.

Un repaso de cómo está el rubro ovino actualmente

De forma nostálgica muchas veces se recuerda cuando en Uruguay habían más de 20 millones de cabezas de ovinos, y se hacían ferias que duraban hasta tres días. Esos momentos han quedado bastante lejos y el rubro se está amoldando a una nueva situación, una en la cual solo quedan algo más de 5 millones de cabezas, con una concentración importante en la zona norte del país, predominando la producción lanera, con una tendencia a lo fino, porque en otras finuras, hasta se ha complicado la colocación de lo producido, generando también problemas logísticos por la cantidad de zafras guardadas que había, aunque eso se ha ido destrabando; por otra parte, más hacia el sur y en predios de menor expansión, las razas carniceras están jugando un rol importante en la producción intensiva, donde el objetivo es sacar muchos kilos de carne por hectárea, y también se convive con otros rubros. Esta tendencia se observa en las principales exposiciones donde razas como Hampshire Down y Texel predominan en número en las pistas.

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