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Volúmenes similares y cambios en la composición

Ing. Agr. Rafael Tardáguila | rafael@tardaguila.com.uy

El año 2024 para la ganadería uruguaya fue de escasos cambios en los números globales, pero con marcadas diferencias en la composición de las variables que determinan esos números similares. Tanto en lo que refiere a faena como a exportación, los totales no difieren de manera significativa respecto al año anterior, pero sí lo hacen la composición de la faena y los países a los que se envió el producto.

El año 2024 cerró con una faena de 2,255 millones de vacunos, unas 50 mil cabezas menos que en el anterior y cayendo por tercer año consecutivo desde el pico histórico de más de 2,6 millones de 2021, cuando el sector ganadero aprovechó los precios más altos de la historia.

Pero más allá de este descenso por tercer año consecutivo, la faena se ubica muy próximo al promedio de los últimos 10 años, que es de 2,3 millones de cabezas.

Las diferencias comienzan a aparecer al analizar el peso relativo de las distintas categorías. Por un lado, se observa un descenso importante en la cantidad de vacas enviadas a frigorífico. De acuerdo con datos del INAC fueron 773 mil, con un descenso anual de 10%. Es una caída lógica, dado que una alta proporción de vacas del rodeo de cría se preñó y, por lo tanto, su disponibilidad para faena fue menor que en 2023, año de entore fallido por la sequía que había dejado una elevada proporción de vientres vacíos que fueron direccionados a las invernadas y posteriormente a frigorífico.

A ese descenso de las vacas se suma una moderada caída de 2,2% en la faena de vaquillonas a casi 300 mil cabezas.

Esa baja en la faena de vientres fue solo parcialmente compensada por un crecimiento de los novillos, de 4% anual, a 1,14 millones de cabezas. Pero dentro de los novillos también se advierten diferencias interesantes. La categoría de mayor peso relativo en los últimos años, la de 2-4 dientes, cayó 4% en el año a 650 mil cabezas; en cambio, aumentaron los de 6 dientes y fundamentalmente los de 8 dientes, cortando así una tendencia de varios años de “rejuvenecimiento” de los novillos que llegan a plantas frigoríficas.

Este aumento en la edad de faena, en principio, se trata de una situación coyuntural y no es una consecuencia de una disminución en la inversión para el aceleramiento de la recría y el engorde. El crecimiento de la faena de novillos más añosos es uno de los tantos coletazos de la intensa sequía de 2023. Con toda seguridad, en regiones del país más extensivas, se desaceleró la ganancia de peso de estos animales, retardando el llegar a peso de faena. En lugar de ser enviados a frigorífico en 2023, quedaron para el año pasado. La faena de novillos de 8 dientes creció 34% anual a 217 mil cabezas, pero la expectativa es que esto no se transforme en una tendencia, sino que se trató de una coyuntura que se revertirá a la brevedad.

Los 650 mil novillos de 2-4 dientes faenados en 2024 es la menor cantidad anual desde 2020 y la menor proporción dentro del total de novillos (57%) desde 2021. Lo esperable es que, al menos como proporción, la participación de esta categoría crezca en 2025.

En lo que a exportaciones de carne vacuna refiere, el volumen embarcado en 2024 cayó 2% anual, en línea con la baja de la faena. El valor medio de exportación fue de US$ 4.225 por tonelada peso carcasa, con un mínimo aumento anual de 1,2%.

Gráfica Tardáguila.jpg

Pero, al igual que en el caso de la faena, al profundizar en los datos se observan grandes diferencias entre los destinos. Por más que China continúa siendo el principal cliente de la industria frigorífica uruguaya, su participación bajó de forma significativa. Llevó 190 mil toneladas carcasa, 38% del total, seguido muy de cerca por Estados Unidos, hacia donde se dirigieron 156 mil toneladas, 32% del total.

Las exportaciones a China se contrajeron un significativo 32% anual en 2024, a la vez que las ventas a Estados Unidos crecieron 60%. La razón es la obvia: Estados Unidos está con su menor rodeo vacuno en más de seis décadas, con precios históricamente altos que se prevé van a seguir aumentando en 2025. Por lo tanto, la principal potencia mundial seguirá siendo un destino muy trascendente para la carne uruguaya, tanto dentro como (fundamentalmente) por fuera de la exigua cuota de 20 mil toneladas peso embarque anuales.

China sorprendió sobre fines de diciembre anunciando un estudio a exportadores de carne vacuna de varios países (entre ellos, Uruguay) acerca de los precios a los que colocan el producto en el mercado chino. Aunque anticiparon que el análisis demandará al menos ocho meses y que durante ese plazo no se tomará ninguna medida restrictiva a la importación, se trata de un anuncio que genera preocupación a nivel del sector y que va a contrapelo con lo que ha sido la política china respecto a la carne vacuna, habilitando cada vez más plantas y países. Habrá que ver si las asociaciones de ganaderos en China tienen el peso suficiente como para que Beijing decida protegerlos.

Sea así o no, lo cierto es que para 2025 China seguirá sufriendo una muy intensa competencia desde Estados Unidos, tan así que es probable que se dé algo impensado poco tiempo atrás: que Estados Unidos se erija, como a principios de siglo, como principal destino de la carne uruguaya este año. No parece lo más probable, pero es una posibilidad cierta.

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