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Los desafíos de una generación récord

Lo bueno de la ganadería es que se puede mirar lejos. Una decisión de hoy impacta en la oferta de tres años. Por eso, las señales de intensificación deberán llegar de forma más generalizada a la cría, el eslabón más complejo

Rafael Tardáguila
Rafael Tardáguila

Está comenzando una temporada de pariciones que tendrá varias características trascendentes, siendo la más importante que todo indica que la cantidad de terneros nacidos y destetados será récord, del entorno de los 3,1millones de cabezas. Eso se sabrá dentro de aproximadamente un año.

Es todo un desafío para el cual el país, en principio, parece estar preparado. No puede suceder que la venta de los terneros en la próxima zafra sea a precios que no justifiquen la inversión y que determine una caída en el esfuerzo de los criadores para lograr que una elevada proporción de las vacas de cría quede preñada nuevamente.

Las proyecciones climáticas llaman a la cautela. Aunque los pronósticos a largo plazo ahora indican mayor probabilidad de una Niña tenue o de un año neutro, parece claro que no será un verano lluvioso como el pasado, por lo que habrá que afinar el lápiz en la presupuestación forrajera.

Las vacas de cría ingresaron a la parición en buen estado. La encuesta RING (Red de Información Nacional Ganadera) del Plan Agropecuario realizada en agosto, contestada por algo más de 400 productores, dice que el rodeo de cría está en buen estado general y que es “la mejor salida de invierno desde 2021”. El 40% de los productores dijo que la altura del campo natural es de más de 5 cms, lo que contrasta con el menos de 20% de los tres inviernos anteriores. Obviamente, eso repercute en el estado del ganado. El 51% de los productores dijo que sus vacas de cría estaban con una condición corporal 4 o mejor y solo 6% indicó un estado corporal menor a 3,5, lo que se considera una condición crítica que compromete la posibilidad de que entren en celo a tiempo durante el siguiente entore.

Por lo tanto, a pesar de la expectativa de una cantidad récord de terneros nacidos, la condición corporal de las vacas de cría indica que hay buenas posibilidades de que se preñen nuevamente en el entore 2024-25, siempre que las cosas se hagan bien. Podrían ser dos años consecutivos de buena parición, fundamental luego de la reducida cantidad de terneros destetados este año, que son consecuencia del entore en plena seca de 2023.

El Ministerio de Ganadería informó en la última semana el dato de existencias ganaderas en el que confirmó una drástica disminución en la cantidad de teneros destetados este año a menos de 2,6 millones, la menor cantidad desde 2010. No es casualidad que aquel magro destete de 2010 fue la consecuencia de la anterior intensa sequía en el país en 2008/09, que determinó una caída de los terneros a 2,3 millones.

Para la cantidad de terneros destetados este año se puede destacar la mitad del vaso lleno o la mitad vacía. La vacía es que se trata de la menor cantidad en 14 años, lo que -sin ninguna duda- será un dolor de cabeza para la industria frigorífica a partir del segundo semestre del año que viene, cuando estén cumpliendo los 2 años y empiece a ser la categoría predominante en la faena. La mitad llena es que, con una sequía más intensa que la de 2008/09, se destetaron 300 mil animales más, lo que habla muy bien de la evolución de la cría en estos años.

La situación para la zafra de terneros 2025 será la contraria, ya que se tratará de una numerosa generación. El desafío es que el precio de los terneros no sea bajo. Dado que la oferta será importante, es clave que la demanda también lo sea. En este sentido, hay imponderables -como la probabilidad de déficit hídrico- más difíciles de sortear. Otros, como la demanda por terneros en pie, dependerá de cómo evolucione el interés comprador del país clave en este sentido, Turquía.

Aunque la expectativa es que el país euroasiático siga con necesidades de importación, Uruguay deberá competir con otros países proveedores, caso de Brasil. Uruguay está consolidado como un proveedor consecuente del mercado turco, con los canales de colocación aceitados y un cabal conocimiento de la plaza que, como todas, hay que cuidarla para que siga teniendo la significación que ha tenido en la última década, aunque con vaivenes. No es fácil proyectar las importaciones de Turquía, dado que no se basan solo en las condiciones de oferta y demanda, sino también en decisiones políticas que determinan la cantidad de permisos de importación.

Existe la probabilidad de que surja un nuevo mercado de destino, el de Israel. De acuerdo con lo manifestado por uno de los veterinarios israelíes encargados de tomar la decisión -estuvo presente en la Expo Prado, invitado por INAC- en pocas semanas habrá una definición sobre la habilitación de Uruguay. Se corre con la ventaja de que el natural proveedor, Australia, está con inconvenientes determinados por el cierre de la ruta por el mar Rojo, que extendió el viaje.

Como se dice, la cría es el eslabón más débil de la cadena cárnica, dado que no tiene la posibilidad de trasladarle a nadie una eventual baja de sus precios de venta. Por eso es indispensable garantizarle tener la mayor cantidad de posibilidades de venta, de manera de reducir eventuales presiones bajistas sobre los precios que desalienten la inversión necesaria para preñar una elevada proporción del rodeo de cría.

La expectativa para el año que viene, de acuerdo con cómo vienen evolucionando los precios de exportación y las proyecciones de equilibrio entre oferta y demanda mundial, son de un valor medio de la tonelada de carne exportada algo por encima del promedio de este año
Las exportaciones siguen mejorando de la mano de la soja y la celulosa. En otros rubros, también hay mejoras, aunque las limitaciones comerciales que enfrenta Uruguay persisten.

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