Arranca la zafra de toros y la ganadería tiene fundamentos auspiciosos para pensar en invertir y crecer. Comencemos por el pasto. Según el Plan Agropecuario, a través de su Red de Información Nacional Ganadera (RING), la oferta de forraje (medida en agosto) es la mejor de los últimos 4 años (gráfica). Más del 40% de los productores está con pasto de 5 cm o más, un avance sustancial no solo respecto al año pasado, sino a años previos.
La condición corporal del ganado va en sintonía: según la misma RING más de la mitad de los productores tiene el rodeo con estado corporal 4 o superior, en una avance notorio respecto a los años previos (gráfica). Y esto a la salida de la estación más complicada del año; es previsible, por tanto, que ya en estos días el estado corporal siga avanzando y mejorando, de cara a las pariciones y posteriores entores. Los indicadores de preñez divulgados por INIA (en su Taller de Diagnóstico de Gestación), señalan que este año fue récord, alcanzando 84%. Así, el rodeo con alto porcentaje de preñez encontrará una buena base forrajera.
De manera que están las condiciones dadas para una buena producción de terneros y subsiguiente exitoso entore. Con un rodeo de vacas de cría de 4 millones 263 mil vientres -según los números del SNIG, divulgados esta semana- puede esperarse una producción de terneros que supere los 3 millones de cabezas, igualando o -seguramente- superando el récord de 2019-2020.
Y si las condiciones se mantienen (hay que ver si La Niña no se pone difícil) puede proyectarse que el rodeo sostendrá buenas condiciones promedio para repetir un buen desempeño hacia 2025, aunque para eso falta.
Datos de stock
La sequía le dio un golpe duro a la producción, y este año se ven las consecuencias en la caída del procreo: la categoría terneros bajó en más de 300.000 cabezas y es la que explica, principalmente, la baja del rodeo total, que cayó 3% a algo más de 11 millones 321 mil cabezas. Esta caída en los terneros seguramente complicará a la actividad industrial hacia fines del año que viene; más todavía si se mantiene activa la exportación en pie. Según el indicador de Novillo Tipo, la industria está captando una porción alta del negocio total, si se compara con los años previos (gráfica). Sin embargo, atento a lo comentado respecto a los datos del stock, el panorama podría cambiar el año próximo. La duda es en qué medida la industria puede reducir ese margen bruto cuando enfrenta un importante aumento de costos, especialmente los laborales.
De todas formas, a mediano plazo el panorama es positivo. El stock sigue reafirmando su perfil criador, las categorías mayores siguen cayendo en la proporción total (las vaquillonas de más de 2 años tocaron un mínimo desde la crisis de la aftosa, otro indicador de mayor productividad). Con las variaciones que impone el clima, el desempeño del rodeo se sostiene y avanza.
Por el contrario, el panorama en los ovinos es de fuerte retracción. El stock ovino cayó en medio millón de cabezas a una 5 millones 368 mil, un descenso del 8,3% respecto al año previo. En la caída, más de 300.000 cabezas corresponden al achique en la base criadora (menos ovejas y corderas). Mientras no se configure un negocio robusto y con continuidad en la exportación de carne ovina con hueso, será difícil revertir la situación; los esfuerzos que hace la gente vinculada a la oveja son notables y se ha avanzado en calidad de lana de manera relevante (finura y presentación); pero los números mandan, en particular en costos y en relación a otros rubros. Además, el flagelo del abigeato y los perros, si bien se redoblaron esfuerzos para combatirlos, sigue dañando a las majadas.
Cadena activa
Para el sano funcionamiento de la cadena cárnica bovina la exportación en pie es esencial y este año se está cerca de niveles máximos históricos en las ventas al exterior de ganado vivo. Entre otros factores, éste es clave para una genuina formación de precios de reposición, en especial en el caso de los terneros. El precio de la categoría está en los mayores niveles de la serie, si se deja de lado el excepcional escenario de 2022 (gráfica). Esta es la mejor señal para el productor criador.
El sector tiene desafíos permanentes y nada es de ahora y para siempre. A los cambios que ha experimentado la demanda china, se suma ahora la exigencia europea de importar solo mercadería que provenga de establecimientos libres de desforestación, certificados. Una exigencia ambiental que se le parece mucho a una traba no arancelaria al comercio. Uruguay buscará hacer de esta amenaza una oportunidad y presentará en pocos días en el Sial 2024 su programa de certificación.
Mientras, el precio medio de exportación se sostiene en torno a 4.300 US$/ton promedio y EEUU sigue compensando (con creces), la menor demanda china. Con acuerdos de libre comercio de amplio alcance fuera de agenda (al menos por ahora) el país busca avanzar mercado a mercado, corte a corte.
En otro plano, un dato positivo de los últimos días es la mejora en el tipo de cambio. El dólar subió de manera significativa en los últimos días y hoy está cerca de 9% por encima del promedio de setiembre del año pasado. Las razones no son las más estimulantes: operadores de mercado señalan que la incertidumbre que genera el plebiscito de la seguridad social ha llevado a muchos inversores (locales y externos) a tomar posiciones más conservadoras. La tasa en pesos del mercado uruguayo a un año ya está en 9% y la renovación de deuda está más acotada. De todas maneras, el riesgo país se mantiene en niveles mínimos.
A su vez, Brasil está dando su propia lucha contra la inflación y su Banco Central subió la tasa de interés, lo que hizo que el dólar bajara en el mercado norteño. Esto da margen de competitividad a Uruguay (aunque habrá que ver en qué medida y plazo). Para el sector cárnico, es un dato relevante porque Brasil es un competidor clave en el mercado cárnico global, como principal exportador de carne vacuna del mundo. Asimismo, el yuan (la moneda china) se ha valorizado moderadamente respecto al dólar.
Así, mientras los mercado acomodan algunos precios relativos, las vacas acomodan su condición corporal para ponerle el hombro, otra vez, a la actividad económica del país. Bienvenida la primavera.