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Detrás de los números ganaderos

Luego de un muy buen ejercicio 2024/25, la ganadería ingresó en un nuevo ciclo de producción con precios sostenidos y un clima que sigue acompañando, aunque hay problemas latentes.

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En los últimos días los técnicos del Plan Agropecuario divulgaron los nuevos datos de su relevamiento mensual RING (Red de Información Nacional Ganadera), con información sobre la situación de las pasturas y los ganados. Y además -como todos los años- el informe sobre los resultados productivos y económicos de las tradicionales Carpetas Verdes, que registran el desempeño económico y productivo de los establecimientos acompañados por el Plan. Es una importante base de datos de 25 años de registros, basada en la información que aportan más de 150 productores ganaderos criadores y de ciclo completo.

Respecto al panorama de los campos y ganados, los datos del RING muestran que el clima sigue acompañando. El 68% de los productores respondió tener pasto que -en promedio- está por encima de los 5 cm de altura. El porcentaje es algo menor que al del excepcional año 2024 (gráfica) pero sigue siendo muy bueno y -por supuesto- mucho mejor que en 2023.

1 forraje primavera.jpg

Algo similar sucede con el estado de los ganados de cría, con el 59% en condición corporal superior a 4, porcentaje similar al muy buen año 2024. Por supuesto, además del clima incide aquí el manejo de los rodeos por parte de los productores, la gestión del pastoreo y la suplementación. Hasta ahora, el clima ha seguido acompañando, con una primavera fresca, intercalando días de buen sol con lluvias, con las variaciones habituales por zona. Sin embargo, los pronósticos climáticos internacionales (los técnicos del Plan compartieron en su presentación las proyecciones del IRI-Univ. de Columbia EEUU) encienden algunas luces amarillas por una mayor probabilidad de lluvias por debajo de lo normal y de temperaturas superiores a lo normal, para el trimestre diciembre-febrero).

1 Estado corporal del ganado de cría.jpg

En lo sanitario, la garrapata se ha vuelto un problema cada vez más agudo y las cifras del Plan así lo muestran. Tomando las respuestas de la consulta en la primavera de cada año, el porcentaje de productores que manifiesta tener garrapata en su establecimiento no ha hecho otra cosa que aumentar (gráfica), llegando al 65% este año. Asociado a esto, sube el porcentaje de productores que aplica tratamientos, cifra que ha fluctuado entre 80 y casi 90% (este año).

1 Garrapata en establecimientos.jpg

La garrapata es hoy -seguramente- el principal problema sanitario de la ganadería, por las pérdidas directas en la producción (en los casos más extremos, comprometiendo la propia viabilidad del rubro), por el aumento en los costos para el tratamiento y -en lo que seguramente es el mayor problema en términos sectoriales- por la posibilidad de que por mal uso de los específicos se generen problemas comerciales, como ya ha ocurrido. Esperemos que las nuevas medidas que adoptó el MGAP y -a largo plazo- las innovaciones que pueden incorporarse (como la vacuna del Instituto Pasteur) ayuden a revertir una situación que, lejos de mejorar, ha empeorado.

Buenos resultados.

Yendo al resultado económico del ejercicio 2024/25, las cifras de las Carpetas Verdes del Plan muestran que fue uno de los mejores de la serie histórica, sólo superado por el excepcional (y transitorio) ejercicio 2021/22 (gráfica). El ingreso de capital promedio (sin considerar ni renta ni intereses) subió de 74 a 107 US$/ha.

1 Carpetas Verdes.jpg

El análisis del Plan diferencia dos grandes regiones: por un lado el norte y litoral norte (donde se incluyen muchos establecimientos sobre el basalto) y por otro lado el Este y Noreste (con eje en la Cuchilla Grande). Dentro de cada grupo se diferencian los criadores netos y los establecimientos de ciclo completo. Según las cifras presentadas, la mejora más significativa se dio en los establecimientos criadores del norte (cuyo ingreso de capital subió más de 50% a 96 US$/ha), y en los establecimientos de ciclo completo del Este (cuyo ingreso de capital subió 53% a 118 US$/ha). Los criadores tuvieron más terneros, más pesados y más valiosos (más precio).

1 Productividad.jpg

Tomados en dólares corrientes, son resultados excelentes. Pero cuando se pasa ese ingreso de capital a valor constante -tal como lo reflejó el trabajo del Plan- el panorama sigue siendo muy bueno, aunque más moderado: el ejercicio pasado tiene un ingreso de capital muy superior al anterior, pero es similar a los que se habían dado entre 2019 y 2021, con un dólar más alto.

Esto refleja un asunto que hoy se ha vuelto recurrente en la discusión sobre la situación económica de los agronegocios que es el tipo de cambio. Especialmente esta semana, en la que el dólar tuvo otra caída significativa y marcó un nuevo mínimo del año. En este asunto se argumenta que la caída del dólar es global, y es cierto en parte. Pero también refleja una política monetaria de sesgo contractivo para bajar la inflación, la cual tiene -como uno de los principales canales de impacto- el cambiario, bajando el dólar al hacer más atractivas las colocaciones en pesos (alta tasa real de interés).

Obviamente, parte de los buenos precios en dólares a nivel internacional derivan de un dólar global más flojo; pero en el caso de la ganadería la mayor parte de la explicación del aumento de precios es por cuestiones estrictas de mercado (oferta/demanda). De manera que la fuerte señal externa (reafirmada esta semana con el aumento significativo en el precio medio de exportación) queda recortada por un dólar retrasado (el propio Banco Central estima ese desfasaje en torno a 10% entre el tipo de cambio real observado y el de fundamentos).

1 Precio del novillo.jpg

Vinculado a todo esto está la situación financiera de los productores. Varios establecimientos cargan con niveles de endeudamiento altos (en buena medida por los costos sobrevinientes de la sequía de 2023), aunque en el promedio la situación es manejable. Es por esto que los técnicos del Plan señalan las cifras del último ejercicio no solo como muy buenas sino también “necesarias”: los buenos márgenes del último año se destinarán en buena medida a cubrir deuda.

Aún con las dificultades señaladas, el panorama ganadero es auspicioso. En el mercado externo las señales son buenas (más allá de las idas y vueltas comerciales, en las que Uruguay no se puede “dormir”) y el precio del ganado para faena parece haber marcado un piso, con perspectivas de suba. Para aprovechar estas buenas circunstancias -y prevenir mejor las dificultades, que siempre aparecen- los mejores productores manejan criterios de buena administración y registran la información de sus establecimientos. Como enfatizan permanentemente los técnicos del Plan, las empresas que registran información son capaces de aprovechar mejor las buenas oportunidades y establecer resguardos mejores ante situaciones adversas. Más vale tarde que nunca.

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