Las exportaciones de bienes en mayo quedaron prácticamente equiparadas con las registradas en el mismo mes del año pasado (US$ 1.169 millones, 1% de suba interanual). Pero en el acumulado del año siguen mostrando un avance significativo de 4% (US$ 5.119 millones). En los agronegocios se destaca el gran aumento en las ventas de carne vacuna, que han retomado el liderazgo en el ranking de productos (cuadro). También se destaca el aumento en las exportaciones de lácteos.
En el caso de la carne vacuna las cifras reflejan el muy buen escenario del mercado internacional, que ha llevado los precios promedio de exportación a niveles récord desde el año 2022 (gráfica). En aquel excepcional momento China pagaba precios sin antecedentes pero -como se vio luego- difíciles de sostener. Todo indica que la situación actual tiene fundamentos más firmes: la demanda estadounidense sigue fuerte por los elevados precios internos en el mercado norteamericano; a su vez en la UE el Euro avanzó frente al dólar, al tiempo que la demanda se mantiene firme a pesar de los vaivenes comerciales globales y las dificultades en algunas economías europeas. China se ve más débil, pero tiene que avenirse a pagar lo que pautan los otros compradores, en la medida que la oferta global de carne no es abundante y el mercado es uno solo. En lo que va del año las exportaciones de carne vacuna a EE.UU. han subido un impactante 86%, mientras que las ventas a la UE muestran un aumento de más de 50% y se acercan en monto a lo que se ha colocado en China (cuadro).

En las últimas semanas el vertiginoso aumento de las ventas a EEUU se ha moderado, pero sigue en alza. Los nuevos aranceles (10% para Uruguay) inciden, pero no revierten la tendencia de firmeza. A su vez, en Europa los precios alcanzaron valores muy buenos y ahora se estabilizan. Además de la UE, aumentan significativamente las ventas al Reino Unido.
En el caso de los lácteos hay una mejora sustancial en los precios internacionales, con los valores de la leche en polvo entera en el eje de 4.100 US$/ton, si bien en el último remate del Global Dairy Trade (Nueva Zelanda) hubo un ajuste a la baja. Se destaca especialmente el precio de la manteca que está en máximos históricos (en torno a 7.800 US$/ton). Este buen escenario permitió a Conaprole hacer otra reliquidación de precio a los productores, sumando unos US$ 8 millones más a la facturación de los tambos (el objetivo de la cooperativa es trasladar en la mayor medida posible las mejoras de los precios externos al precio a los productores). Hay un fuerte aumento de las colocaciones a Argelia, mientras que las ventas a Brasil bajan levemente (cuadro). Más allá de estos vaivenes, el sector lácteo ha mantenido una interesante diversificación de destinos, en un trabajo comercial intenso que abrió nuevos mercados en África y Asia.

En el mercado internacional de lácteos la demanda está superando a la oferta global (que crece a una modesta tasa de 1% anual); China (principal importador) exhibe algunas dificultades, pero otros países (del Sudeste Asiático y Medio Oriente) muestran mayor avidez compradora. A su vez, los cambios demográficos (en China y otros países), están impulsando cambios en los tipos de productos demandados, con más demanda por nutricionales más sofisticados, asociados a personas de mayor edad. A su vez, si bien baja la natalidad, también hay una mayor demanda de productos de calidad para la infancia.

Es difícil proyectar cómo estos dos importantes sectores exportadores pueden evolucionar en lo que resta del año, aunque hay razones para ser optimistas. En volumen de producción, es esperable que la faena de ganado baje a partir de esta semana, en la medida que varios frigoríficos reducen la actividad o la detienen transitoriamente, dando las licencias correspondientes. Pero seguramente el año cerrará con un interesante aumento en las exportaciones. En el caso de los lácteos la producción sube, luego de las complicaciones climáticas de los años previos. Las principales empresas ya tienen colocada buena parte de la producción procesada hasta ahora, de manera que hay margen para establecer la mejor estrategia comercial en los próximos meses.
Las exportaciones de mayo quedaron equiparadas a las de igual mes de 2024 principalmente porque se han atrasado los embarques de soja; los productores demoraron la concreción de ventas por precios que no son los esperados. A partir de junio habrá un aumento en las ventas que pondrá este año 2025 arriba del año pasado, por el mayor volumen de cosecha. En el caso del trigo y cebada-malta hay caídas en las ventas respecto al año pasado principalmente por el menor precio. Arroz y colza, en cambio, muestran aumentos en el acumulado anual (cuadro).
Competitividad y mercados.
Si bien los sectores líderes muestran un buen desempeño exportador, Uruguay sigue teniendo dificultades de competitividad-precio, con un tipo de cambio real que está en niveles históricamente bajos (gráfica). Sin embargo, en las últimas semanas el fortalecimiento del Euro mejoró el tipo de cambio con los países europeos. A su vez, con Argentina el cambio ha sido drástico en la medida que el país vecino ha ingresado en un camino de normalización cambiaria que lo ha encarecido (el dólar paralelo se desplomó y se equiparó con el dólar oficial). Esto ha habilitado incluso nuevos negocios de exportación a Argentina, aunque son volúmenes menores. Lo de Argentina es relevante en la medida que es un competidor -real y potencial- en varios rubros de la agronegocios, y enfrenta sus propios problemas de competitividad-precio.
En cuanto a las negociaciones comerciales la agenda ha sido bastante frustrante para el Uruguay en los últimos tiempos. La nueva gestión de Yamandú Orsi -con Lubetkin y Csukasi en Relaciones Exteriores- está en la búsqueda permanente de nuevas oportunidades, pero no quieren generar falsas expectativas.
En el caso del acuerdo UE-Mercosur se mantiene el escepticismo, a pesar de que la visita del presidente de Brasil, Lula de Silva, a Francia ha logrado que el presidente galo Emmanuel Macron al menos manifieste que deja la puerta entreabierta a un acuerdo, en la medida que incorpore nuevos cambios que protejan a los agricultores franceses. Es una retórica conocida desde el principal país opositor al acuerdo. A su vez, otros países europeos que antes se oponían explícitamente al acuerdo, ahora tomaron una posición más neutral. Es un signo positivo pero -otra vez- no hay que alentar falsas expectativas.
Respecto al propio Mercosur, Uruguay está planteando una mayor flexibilización, en especial con países de la región; los casos de México (Acuerdo de Libre Comercio con Uruguay) y de Chile (se profundizó el comercio bilateral, a partir de su condición de miembro asociado del Mercosur), son antecedentes positivos. Pero en este plano tampoco hay definiciones concretas y es difícil avanzar.

Mientras tanto, las idas y vueltas de la guerra comercial desatada por Donald Trump siguen desplegando un manto de incertidumbre en las relaciones comerciales globales. Para Uruguay es difícil establecer una estrategia cuando las principales economías del mundo están con conflictos comerciales explícitos o latentes. Pero no se puede dejar de trabajar y seguir golpeando puertas. Uruguay busca avanzar en nuevas aprobaciones sanitarias (importantes para los agronegocios en carnes, lácteos, arroz y otros), en especial en países de Centroamérica y del sudeste asiático, acompañados de las necesarias campañas de promoción. Como cualquier buen vendedor sabe, hay clientes chicos o grandes, pero todos valen.