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Rabobank prevé menor producción de carne bovina en Estados Unidos de cara a 2026

Se crearía un faltante en el mercado de entre 400.000 y 500.000 toneladas anuales

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The Beef Industry. Production and international trade
Fevziie Ryman/Getty Images/iStockphoto

La consultora holandesa Rabobank prevé que Estados Unidos produzca menos carne de cara a 2026, lo que crearía un faltante de entre 400.000 y 500.000 toneladas al año.

 El movimiento se deriva de la menor oferta de ganado bovino en el país, tras cuatro años de fuerte faena y mínima retención de hembras.De confirmarse las proyecciones, los analistas del banco holandés creen que las importaciones estadounidenses de la proteína podrían romper el récord de 2004, cuando los estadounidenses compraron 2,4 millones de toneladas en el extranjero.
 “Las importaciones de carne bovina por parte de EE.UU. han sido discretamente fuertes en los últimos años, incluso con el sacrificio de vacas y bueyes de mayor tamaño”, comentan los especialistas, en un informe con perspectivas para el mercado global. 
Con suministros limitados, no se espera que México, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, los cuatro mayores proveedores de carne de res del mercado estadounidense, se beneficien mucho. Rabobank tampoco cree que Europa gane mucha relevancia en este contexto, porque su producción también debería disminuir un 0,5% anual hasta 2025.
 “Eso deja a Sudamérica, que tiene volumen disponible, pero carece del acceso comercial necesario para llenar el considerable brecha en la producción estadounidense”, puntualizan los analistas, que pronostican un aumento de la producción brasileña y un retroceso de la argentina. 
“Juntos, estos dos grandes exportadores sudamericanos no aumentarán la producción lo suficiente como para compensar la caída de EE. UU., incluso si se modifican los acuerdos comerciales para aumentar los volúmenes exportables”. El banco dice que los consumidores estadounidenses tendrán que pagar más para garantizar la carne en los próximos años, lo que puede crear un escenario de apreciación global de los precios de las proteínas, con redistribución del comercio mundial. (Fuente: Rabobank y Abrafrigo).

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