El gobierno paraguayo ha dado un giro inesperado para los países socios del Mercosur, con respecto a la posición de flexibilizar el bloque comercial para avanzar en la firma de acuerdos bilaterales, una opción que acompañó en los últimos 15 años.
Mario Abdo Benítez, presidente de Paraguay. Foto: Télam.
Luego de varios periodos políticos de planteos comunicacionales, el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou determinó formalizar la flexibilización del Mercosur, contando con el respaldo de Brasil; pero se encontró con un sorpresivo alejamiento de Paraguay.
El consultor de Comercio Internacional y Logística, Gonzalo Oleggini, señaló a Valor Agro que “la estrategia uruguaya de buscar una negociación bilateral resulta obvia, dado que la velocidad negociadora del Mercosur es muy lenta y se demuestra con el acuerdo de libre comercio que se pretende cerrar con la Unión Europea”.
Recordó que “hace muchos años Paraguay y Uruguay fueron abanderados de un Mercosur con negociación bilateral”, principalmente considerando que son los países menores del bloque y con mayor necesidad de comerciar con el mundo. Con el cambio de gobierno en Brasil, Bolsonaro se acercó a la idea de flexibilizar el Mercosur, a tal punto que “hoy se transformó en un fuerte aliado de la posición uruguaya”, explicó el especialista y sumó: “Hay un punto que no deja de llamar la atención y la pregunta es, ¿qué pasó con Paraguay?”.
Oleggini señaló que “la visión empresarial de Paraguay no habría cambiado y se seguiría observando un posicionamiento a favor de la flexibilización del bloque para lograr negociaciones bilaterales”, sin embargo aseguró: “Quien cambió su posición fue el Gobierno, bajando estratégicamente el perfil a la discusión pública interna, y las razones son varias”.
Explicó que uno de los elementos más importantes, en el alejamiento a la posición de flexibilizar el Mercosur, está vinculado a las relaciones diplomáticas con Taiwán. “Hay un aspecto muy claro en la solicitud uruguaya de negociar bilateralmente, el principal candidato para cerrar un acuerdo es China, y Paraguay es consciente de eso. Es posible que existan presiones lógicas de Taiwán y que utilice a Paraguay como un instrumento negociador en su beneficio”, subrayó el especialista.
Si bien la estrategia de Taiwán “parece muy buena”, lo crítico es que Paraguay se aleja de una posición importante y que podría ofrecer muchos beneficios para el país. “Las presiones distancian a Paraguay de su objetivo anterior, y por momentos se lo observa en una posición opuesta, lo que es punto más complejo”, resaltó Oleggini.
Finalmente, el Consultor de Comercio Internacional y Logística dijo que para mejorar la posición país en el concierto mundial no solo depende de la apertura de mercados, sino también en la capacidad negociadora con los socios comerciales para buscar mejores resultados económicos e incrementar la competitividad frente a otros jugadores.
Y agregó: “La flexibilización del Mercosur, tal como lo solicita Uruguay, lo apoya Brasil y lo acompañó Paraguay por muchos años, es fundamental para el crecimiento de las naciones, en especial de las más pequeñas del bloque sudamericano”.