El corresponsal de radio Carve, en Europa, Tomás Friedmann, contó en Valor Agregado que Europa termina “un año muy malo” por varios motivos, entre ellos, la guerra, la inflación y un invierno muy duro. “El europeo está enojado, desilusionado. Hace 30 años no tenían inflación y hoy tienen un 10 o 15%, los alimentos aumentaron un 40%, la tarifa de gas y electricidad el doble o el triple”, dijo.
Eso, explicó, tiene incidencia directa en el consumo de la gente y, por lo tanto, bajó el consumo de carne y la presencia en restaurantes. Evidentemente esto se refleja en la demanda europea que ha disminuido notoriamente. “Han bajado los precios, la Hilton estuvo a US$ 14 mil y hoy está a US$ 8.500, pero no hay demanda a ese precio, ‘no precisamos carne’, dicen. Además, la carne uruguaya es muy cara”, señaló el corresponsal.
Por otro lado, informó que los primeros tres meses del año que viene serán muy complicados para la demanda europea: “ha bajado notoriamente el consumo de carne”.
Por su parte, se prevé que China baje un 20% la compra de carne, según el Observatorio de Carne Europeo. “Los precios, cuando baja la demanda, bajan los precios”, cerró.