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Álvaro Quintans: “La ANPL tiene que estar más cerca de los productores lecheros”

Entrevista al futuro presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche

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Es oriundo de Lavalleja, en donde desde el 1990 desarrolla su actividad como productor lechero, actividad que inició en conjunto con su padre. Como gremialista arrancó en la Sociedad Fomento Rural de Ortiz; cuenta con una amplia experiencia en Prolesa, donde fue presidente durante 12 años, y en los últimos años ha representado a la Asociación Nacional de Productores de Leche en el Instituto Nacional de la Leche. Este martes próximo serán las elecciones en la ANPL, y encabeza a la única lista que se presentará, por lo que presidirá la gremial desde el próximo mes de abril, en el período 2025-2027. Para estos dos años tiene algunos objetivos que arman la columna vertebral de las acciones a llevar; entre ellas, lograr instrumentar el Fondo Anticíclico, con el fin de tener un ahorro para cuando lleguen los momentos complejos; mejorar el acceso a la tierra, y aquí hay cifradas esperanzas en el Instituto Nacional de Colonización, que va a ser presidido por un expresidente de la ANPL, Eduardo Viera. Allí se entiende que se necesitan estímulos para quienes arriendan su campo y el mismo vaya con destino a la explotación lechera, debido a que se deben de realizar inversiones que son a largo plazo. Por otra parte, existe la necesidad de cortar con el cierre de tambos, fueron 1.000 los que cerraron en los últimos 10 años, siendo estos de tamaño familiar y también algunos de mediano porte. A Quintans le tocará asumir en un contexto donde se atraviesa un buen panorama a nivel climático y también a nivel de precios, con la LPE en más de US$_4.000 en el mercado internacional.

—¿Cómo fue su inicio en la lechería?

Fue en agosto del 1990, donde iniciamos un tambo con mi padre. Anteriormente éramos productores netamente ganaderos, haciendo cría vacuna y ovina, y decidimos empezar un nuevo rubro, complementario a los otros. En el correr del tiempo, el predio se fue tornando netamente lechero. En el 2003 cuando fallece mi padre, mis hermanos optaron por la parte ganadera, y yo me quedé con el tambo.

—¿Y en lo gremial cómo fueron sus inicios?

Mis inicios fueron en la directiva de la Sociedad de Fomento Rural de Ortiz, donde llegué a ser presidente de ella, y luego desde el 2007 hasta el 2020 estuve en Prolesa, donde 12 de esos años fueron como presidente. Fue una experiencia muy buena, que me ayudó a enriquecerme a nivel de conocimientos. Cuando ingresé en Prolesa, ahí hubo directivos que fueron grandes gremialistas y productores, que hoy son reconocidos dentro de la lechería como personas que dejaron mucho, y a partir de ahí tuve compañeros de directiva que ayudaron a transitar esos 13 años en la empresa.

—También eres representante de la Asociación Nacional de Productores de Leche en la mesa del Inale…

Sí, hace tres años y medio, que estoy en representación de la gremial. Es un ámbito donde se trabaja a muy buen a nivel de la industria y a nivel del Ejecutivo, ahora hay un nuevo directorio, al cual le damos nuestros mayores votos, y estaremos haciendo aportes.

—Como presidente de la ANPL, ¿cuáles son los principales objetivos?

Es una gran responsabilidad y desafío, soy de las personas que crea equipos, e integrar la directiva con un expresidente como Leandro Galarraga y el actual presidente, Néstor Cabrera, más todo un equipo de 29 personas, va a ser un equipo muy bueno, donde vamos a trabajar de forma conjunta y yo voy a ser uno más.

—¿Qué perfil le va a dar a la gremial?

La ANPL tiene que estar más cerca del productor, con una comunicación fluida y la directiva trasladándose, tenemos que salir al interior, y hacer que en las reuniones participen los productores de cada zona, ellos nos tienen que hacer los planteos, y darnos a conocer las necesidades que tienen. Si somos una gremial nacional, nosotros tenemos que ir hacia los productores y no ellos hacia nosotros. Y las críticas y planteos que hagan van a ser de muy buen recibo.

—¿En qué temas se va a enfocar?

Uno de ellos es la implantación del Fondo Anticíclico, esto surge en la época de Galarraga y se siguió trabajando en la presidencia de Cabrera, y esperamos poder implementarlo en esta próxima directiva.

—¿De qué se trata este fondo?

Radica en un fondo de ahorro, que se lo hace en momentos buenos, y se lo activa en momentos donde la relación leche/costo sea mala. Va a ser un ahorro voluntario, que se integrará con parte de ahorro del productor y otra del Fogale, esa es la idea. Tenemos el visto bueno del Ministro de Ganadería, lo cual es algo positivo, pero también nos tenemos que reunir con la cartera de Economía y con el Parlamento, porque para esto hay que hacer una Ley.

—Al tema acceso a la tierra, ¿cómo lo ve?

Es otro aspecto importante, más del 60% de la tierra que trabajamos los tamberos es arrendada, tanto a particulares, así como también al Instituto Nacional de Colonización.

—A propósito de Colonización, el próximo presidente será Eduardo Viera, colono e integrante de la ANPL, ¿cómo lo visualiza?

El nombramiento de Eduardo Viera, que es un expresidente de esta casa, y actualmente es socio, es algo que nos da la seguridad de que vamos a tener un teléfono abierto y un nexo de comunicación que sin lugar a dudas nos va a ayudar mucho.

—¿Creen que deberían de implementarse cambios en los arrendamientos? Teniendo en cuenta que en la lechería se hacen inversiones que son a largo plazo.

Creemos que tienen que haber estímulos para las tierras arrendadas por más de 10 años. Cuando se arrienda un campo vacío hay que ponerle sala de ordeñe, caminería, agua en las parcelas, hay que hacer pozos semisurgentes, es decir, se hace una inversión muy grande, y algún estímulo hay que darle. Por ejemplo, si queremos atraer jóvenes para que puedan trabajar como futuros tamberos, tenemos que darles alguna herramienta, que facilite el acceso. También tenemos que venderle al joven que el tambo es una pasión, pero que a su vez es un negocio atractivo para ellos. Hay que tener en cuenta que atrás de una cuenca lechera se generan escuelas, liceos, estaciones de servicio, como decía al principio, es la producción agropecuaria que más arraigo trae a la tierra.

—Al respecto, ¿cómo se viene trabajando en el recambio generacional?

—Ese es otro pilar, y es necesario brindarle oportunidades de formación para que los jóvenes encuentren en la actividad una opción de crecimiento personal y profesional, también tenemos que darles oportunidades para que tengan un conocimiento técnico para potenciar las habilidades dentro de los establecimiento. Acá es fundamental trabajar de forma conjunta con Conaprole, la Utec, la Facultad de Agronomía y la de Veterinaria, para que el joven más allá de tener una formación de tambero, tiene que saber medir el pasto, administrarse y tener capacidad de gestión.

—¿Se sigue observando una situación de que los tambos están cerrando?

Sí. Nosotros tenemos un estudio realizado por el Inale, que marca que en los últimos 10 años hemos perdido 1.000 productores, eso para la ANPL es algo muy grave, porque una premisa fundamental que tenemos es la defensa del productor lechero, y tenemos que tratar de minimizar a esas situaciones, aunque sabemos que se va a seguir dando, pero tiene que ser en menor medida. Cada tambo que se cierra no se vuelve a abrir, y eso lo sabemos por experiencia. Muchos de los tambos que se cierran son familiares, pero hay situaciones de tambos grandes que han cerrado, como Olam, una gran empresa que se fue.

—¿La lechería como negocio cómo se encuentra hoy?

Hoy el negocio pasa por un momento donde los lácteos a nivel internacional están por encima de los US$ 4.000; el clima favorece, hubo lluvias y hay buenas reservas, y el precio de los granos comparando al de la leche es bueno, pero no podemos generalizar porque hay productores a los que le va bien, a otros más o menos y a otros mal.

—También están las deudas que se arrastran de la seca...

—Sí, hay una mochila muy grande de la seca. Conaprole lanzó un fideicomiso en enero, que fue para pagar los incendios que hubo en la seca, que le pegó muy fuerte al sector, y además al año siguiente tuvimos un otoño con precipitaciones muy por encima de lo normal, tuvimos problemas de barro y nuestras vacas sufrieron. Ahora esperamos seguir en este 2025 con precios internacionales estables, con buen clima, la relación grano/leche que sea favorable y que tengamos una buena cosecha para que los precios no se disparen. Hoy hay que dar un voto de esperanza para los productores, porque tengo una visión optimista.

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