La oferta de animales terminados continúa siendo mínima y todo indica que lo seguirá siendo por varias semanas más, lo que está llevando a la industria a tomar medidas para reducir la demanda mediante el quite de días de faena, el cierre de plantas y el trabajo con animales propios.
En el caso de Marfrig, Cledinor está cerrada desde mediados de la semana anterior y se sumó Inaler esta última, tras realizar la última faena kosher a mediados de semana. Esta planta josefina estuvo cerrada desde mediados de marzo hasta principios de mayo, por lo que su plantilla de trabajadores ya tuvo su licencia anual y ahora deberá ir a seguro de paro. A su vez, Minerva sigue con la planta duraznense de BPU cerrada. A ello se agregan plantas que están quitando días de faena, a la vez que quienes tienen animales propios incrementan la participación de estos dentro del cronograma de faena para no tener que salir al mercado.
En los últimos días de la semana algunas plantas de faena estaban ofreciendo precios de compra más bajos, pero sin la posibilidad de comprar. “No hay oferta, el mercado no está formado”, informó un consignatario consultado.
Por el momento, a pesar del descenso de la demanda, la oferta sigue siendo insuficiente y los precios subieron otro escalón. Los pocos lotes de novillos especiales que aparecen en el mercado se venden entre US$ 4,05 y US$ 4,10 el kilo carcasa, en tanto que los gordos oscilan en los US$ 4,00 el kilo. En el caso de las vacas, lotes especiales se venden a US$ 3,85 o algún centavo adicional y las vacas gordas generales a US$ 3,75-3,80. Sigue siendo intensa la demanda por vaquillonas desde el mercado interno, con precios que se arriman a los US$ 4,00.
Las lluvias del fin de semana fueron oportunas, en especial en el sur del país, donde estaban haciendo falta. El temporal de Santa Rosa, que nunca falla a fines de agosto, consolidará la situación.
La faena, luego del ajuste de la semana pasada, seguramente se seguirá contrayendo, oscilando en las 30 mil cabezas, de manera de intentar equilibrarse con una oferta muy reducida en el intento de que los precios dejen de subir.