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Turbulencias en el clima y también en los mercados

Inundaciones, devaluación en China, suba del ganado, suba del dólar. Pero la primavera ya está asomando.

 

lluvia 15/01/2000

En pocos días de agosto, en algunas zonas llovió más que en los siete meses anteriores. En ciertos casos cayeron hasta 400 mm. Foto: Archivo El País[/caption]

 

China carnívora

Es el principal mercado para nuestras exportaciones, centradas sobre todo en productos agropecuarios, y, desde hace algún tiempo, para la carne vacuna y demás productos de la faena.

En lo que va del año, las compras chinas de carne vacuna representan 41% del total exportado en términos de volumen, que equivale a 32% de los dólares recaudados.

Sumando los otros ítems que componen el rubro cárnico (carne ovina, menudencias, subproductos, etc.), la participación de China trepa hasta 34% de las colocaciones, en dólares: hasta el 8 de agosto sumaba compras por valor de US$ 363 millones, de un total de US$ 1.072 millones vendidos. En menudencias se lleva todo: compra más de 81% del total.

Aunque no es el único destino disponible para nuestras carnes –Uruguay tiene todos los mercados abiertos, y algunos muy dinámicos, como EEUU-, China viene creciendo sostenidamente en los últimos años; en lo que va de este ejercicio anual, marca 71% de aumento en volúmenes físicos de carne y también en dólares. Esta tendencia se agudizó en los últimos meses, así que para fin de año su participación será todavía más expresiva, salvo que los movimientos cambiarios impongan algún freno.

 

Temblores

Por eso es que si el mundo entero se estremeció cuando China anunció que devaluaba su moneda, el yuan, respecto al dólar, en nuestro país provocó un temblor propio del mal de San Vito.

La devaluación oficial china fue de 2% y el mercado le agregó otro 1,6% al día siguiente, y acumuló 4,5% al tercer día. No parece mucho, comparado con las oscilaciones de nuestras monedas, pero el impacto global que produjo indica que las consecuencias no serán menores.

Los primeros análisis anticipan que este movimiento afectará el precio y el comercio de commodities, aunque se duda si la carne estará dentro de ese paquete. Lo que aparentemente busca China con esta medida no es frenar importaciones de alimentos imprescindibles, sino estimular sus exportaciones.

El problema, de ocurrir, en todo caso será circunstancial. A mediano plazo, no hay dudas. China seguirá aumentando su consumo de carnes en general y de carne vacuna en particular.

Hace una década no existía como destino y hoy es el principal importador del mundo, no tiene posibilidades de incrementar significativamente su producción de carne, y el consumo, que apenas alcanza a unos 5 kg por persona por año, se va ampliando sin pausas, al tenor del crecimiento de la clase media, la urbanización imparable y los consecuentes cambios en los hábitos de alimentación.

El Rabobank estima que la demanda china de carne del exterior habrá de aumentar de 1,3 millones de toneladas, actualmente, a 2,2 millones para el año 2025.

Los chinos se encuentran embarcados en un proceso intenso de expansión de sus empresas fuera de fronteras, y van adquiriendo cada vez más peso en regiones postergadas económicamente pero vitales en cuanto al aprovisionamiento de alimentos y materias primas, como el África y también América Latina.

En nuestro país todavía tienen una presencia menor en las empresas, aunque ya se muestran en algunos ámbitos, como en la industria frigorífica: una corporación china importante en este rubro compró el Frigorífico Rosario, una planta de porte medio pero con mucho reconocimiento, y revisó a fondo otras plantas.

Se comenta que no son los únicos chinos que andan en la vuelta, así que tal vez pronto habrá más noticias.

 

EEUU aumentó sus compras pero…

Como decíamos, no sólo China está animando el comercio: también EEUU aumentó sus compras respecto al año anterior en un elocuente 49% en volumen, que se convierte en 57% de crecimiento en dólares, por el mayor valor de sus adquisiciones.

Se advierte, no obstante, que esta firmeza podría no continuar hasta fin de año, porque ya se cubrió un alto porcentaje de la magra cuota –20 mil toneladas– que tenemos en ese mercado.

El ganado y la carne en EEUU alcanzan altos valores y esa situación sigue favoreciendo nuestras ventas, ya que tampoco están en condiciones de aprovisionarse, por el momento del ciclo ganadero en que se encuentran.

En sentido inverso, la probabilidad de que ingrese a ese mercado carne de Argentina y Brasil el año próximo constituye una seria amenaza competitiva, que no debe descuidarse.

 

Dólar en pugna

El dólar venía subiendo y el gobierno decidió que demasiado, así que viene invirtiendo cientos de millones de dólares de las reservas del BCU para frenar la suba.

Una vez más: mientras el dólar baja, todos contentos (menos que los que traen los dólares al país o compiten con los productos importados); cuando sube hay que frenarlo, no sea cosa que se dispare la inflación, que tampoco baja cuando el dólar se deprime.

Al cierre de esta nota, el dólar interbancario vendedor cotizaba a $ 28,85, lo que lo ubica 22% por encima del valor de agosto de 2014, 18,5% más alto en lo que va del año y 3,6% superior al de julio pasado. A este aumento hay que corregirlo por la inflación, que anda por el 9% anual; de todos modos, el movimiento es positivo para atenuar un poco el largo atraso acumulado.

Los vecinos hacen lo mismo: tanto la economía de Brasil como la de Argentina se encuentran presionadas por los factores cambiarios y el aumento de la inflación, en ambos casos agravados por la inestabilidad y la falta de credibilidad política, algo que afortunadamente no estamos sufriendo por acá.

Esos elefantes tambalean y amenazan aplastarnos. En el camino, devaluaron más que nosotros y nos sacaron ventaja en la competencia internacional.

Los competidores de Oceanía también devaluaron, nadie se queda cruzado de brazos mirando la pizarra.

 

La ciencia y el negocio

Entretanto, más allá de turbulencias y amenazas, se suceden las jornadas técnicas para la ganadería, que convocan a públicos numerosos. El afán de conocimiento y la vocación por producir siguen caracterizando a los actores de la actividad agropecuaria.

Son multitudinarias las reuniones de perfil científico y técnico, como las orientadas al mejoramiento genético del ganado o de las pasturas, así como las dirigidas más a los números del negocio y sus relaciones con las opciones productivas.

En este último grupo, nuevamente la jornada de la UPIC (Unidad de Producción Intensiva de Carne) de la Escuela Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (EEMAC) de la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República, marcó un hito en el análisis de la producción ganadera intensiva, poniendo la lupa en los márgenes económicos de la actividad, evaluando distintas alternativas con base experimental seria.

Al ritmo que se está moviendo el escenario de precios (tanto ganaderos como agrícolas), con el abandono de algunas chacras y la renegociación de contratos de arrendamiento, es todo un desafío intentar una aproximación creíble, y, sin embargo, el equipo de la EEMAC, capitaneado por Álvaro Simeone, se le anima y aporta datos e ideas útiles y esclarecedoras.

Es difícil intentar un resumen de todo lo producido y presentado en esa jornada, que podrá consultarse en breve en la página web de la Unidad ( www.upic.com.uy ).

Más allá de los avatares y vientos en contra, por las condiciones naturales y construidas, la ganadería vive y lucha, y tiene un largo camino para avanzar.

El planteo de Simeone apunta a utilizar la suplementación no en sustitución del pasto, sino metida en los sistemas de producción para hacer todo el proceso más eficiente. No se trata de usar granos al barrer, sino dependiendo del momento del año y de la categoría, realizando un análisis crítico de todas las alternativas, haciendo escenarios de precios.

Introducir el grano en la dieta implica necesariamente un incremento de costos, pero aumenta el ingreso bruto y el neto al final del proceso, explicó Simeone. “Vendo y luego produzco”, sintetizó: hay que armar un escenario de ventas, producir a partir de ese análisis.

La interacción de ganadería y agricultura en sus diferentes expresiones, en particular en lo referente a la alimentación con granos de los animales, se consolida como la vía idónea para avanzar hacia metas de producción muy superiores de carne de calidad.

Pablo Mestre
Pablo Mestre

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