En el año 2020 egresó como Ingeniero Agrónomo en la Universidad de la Empresa, y además es MBA_en Agronegocios por la Universidad Austral. En el propio año 2020, comenzó a desarrollar tareas como responsable del área ganadera de Agronegocios del Plata (ADP), empresa que cuenta con cuatro corrales, ubicados estratégicamente en Soriano, Paysandú, Flores y Tacuarembó, en el centro de producción agrícola de la empresa en cada una de esas zonas. Reconoció que el momento que atraviesa la producción de carne intensiva, es bueno, pero es solamente un momento, que es probable que más adelante no esté, y haya otro escenario diferente, por eso, hace hincapié en la ncesidad de saber disfrutarlo por ser auspicioso. También resalta la importancia de la profesionalización que ha enfrentado el rubro dentro de la empresa, teniendo una amplia base de datos desde el 2014, que permite conocer el desempeño de los animales, según la época del año y su establecimiento de origen. Desde ADP se apuesta al relacionamiento cercano con los otros actores de la cadena, tanto con los productores, con quienes existen algunos convenios de abastecimiento, así como tabién con la industria frigorífica. Por otra parte, valoró la competencia que hay con otros negocios, como la exportación de ganado en pie y los invernadores tradicionales para conseguir el ganado reposición, lo cual es algo bueno para el sector ganadero, pero complejiza conseguir el ganado, y por este escenario, es que aparece la vaquillona como una alternativa. Lo que sigue a continuación, es lo principal de una extensa charla con el responsable del área ganadera de ADP, el Ing. Agr. Matías Guigou
—¿Cómo fue el inicio de la producción ganadera en la empresa?
—Fue en el año 2008, con algunas pruebas insipientes y de poco impacto comercial, porque era una forma de ir entendiendo el negocio, para poder tener luego la habilidad de agrandarlo y darle más volumen. Entre los años 2014 y 2015, con toda la baja en los precios de los granos y una caída importante de la facturación de ADP, la ganadería permitió aportar esa facturación que no se iba a lograr por concepto de producción de granos.
—¿Eso cómo influyó en la empresa?
—En ese momento, el negocio ganadero en ADP pasa de ser un modelo defensivo y relativamente pequeño, a un modelo cada vez más intensivo y más profesional.
—¿De qué forma se dio esa evolución del área ganadera de la empresa? Teniendo en cuenta el arranque en el 2008, hasta la actualidad donde manejan cuatro corrales ubicados en Soriano, Flores, Paysandú y Tacuarembó.
—Recuerdo de participar de reuniones de directorio y demás, donde se discutía que había que tener un solo corral y concentrar todos los animales ahí, pero en ese momento la empresa, al igual que hoy tenía producción agrícola en varias departamentos, y recuerdo que fue tan simple como tomar un compáz y trazar una circunferencia alrededor de las zonas de mayor actividad agrícola de la empresa, y se decidió que en esos lugares tenía que haber un corral capaz de consumir los granos producidos por la empresa, y que los mismos queden lo más cerca posible de su punto de producción. Entonces la explicación de la distribución geográfica de los corrales, está relacionada a mitigar todo lo que tiene que ver con los costos. Esto también permitió la posibilidad de comprar los ganados en la propia zona, en un momento donde el feedlot era algo bastante novedoso, ahí se desarrolló un modelo de negocio con los productores, que pasaron a tener una nueva herramienta, que les permitía salir de categorías que estaban en la fase más ineficiente de transformación de pasto en carne, pudiendo entrar a un modelo más eficiente, que además ofrecía buenos valores producto de lo que era la Cuota 481. También surgieron los conceptos de relaciones estratégicas y convenio, es decir darle una certeza al productor, donde incluso existía un formato de formación de precio a largo plazo.
—Mencionó la importancia de la profesionalización, ¿cómo se aplica en un corral de engorde?
—Casi todos se han ido agrandando y profesionalizándose en un montón de aspectos, por ejemplo en la utilización de herramientas de manejo de los datos, que hoy son muy interesantes. Nosotros le damos un montón de importancia, tenemos un sistema de gestión para la parte ganadera; tenemos informes semanales de Power BI, que va mostrando como van las ventas y las compras, lo que permite tomar decisiones en tiempo real. El negocio hoy se parece mucho más en algunos aspectos a la producción agrícola, donde uno puede proyectar un año para adelante, y tratar de fijarse metas muy ambiciosas. Llevamos al negocio muy de cerca, tenemos muchos indicadores de eficiencia, que para nosotros es clave, entonces la profesionalización y el uso de los datos es fundamental.
—En un contexto donde la tecnología avanza permanentemente, ¿desde la empresa cómo se adaptan a la misma?
—En el ADP Zone de octubre, estuvimos mostrando algunos temas que estamos trabajando, pero como algo muy innovador, estamos buscando entender, todas estas cuestiones de la inteligencia artificial, y el uso de los datos, casi como una unidad de negocio que esté dentro de la empresa. En ese sentido, en ganadería, estamos utilizando la base de datos, que es de unos 400.000 animales en toda la historia de ADP, para poder proyectar las cargas con destino a industria, con el uso de estos datos, por ejemplo se selecciona una serie de atributos que uno quiere que se cumplan en un orden específico, como los días de encierro, los pesos objetivos, y este sistema que estamos desarrollando, te predice cuál corral cargar para cada negocio, y te va haciendo un plan de carga tres meses para adelante, creo que es algo que le va agregar un montón de valor al negocio, y acá nuevamente vuelvo a la importancia de las relaciones estratégicas con la industria.

—¿En la empresa cómo se da la sinergia entre la agricultura y la ganadería?
—Creo que nuevamente es interesante destacar que en ADP el negocio del corral nace como una búsqueda de aportar soluciones y opciones a la parte de producción agrícola, que está muy instalado, y tiene niveles de eficiencia muy interesante, y la ganadería nació como una forma de agregar valor a los granos de menor valor, pero tratando de no tener demasiados costos en el traslado de los mismos hasta el corral. Con lo de la profesionalización que te fui comentando, va surgiendo que cada unidad de negocio, por sí misma tiene que lograr su mejor rentabilidad, son actividades complementarias, y están pensadas en eso mismo, pero la ganadería tiene que estar en condiciones de darle el mejor precio a la agricultura, y si eso no pasa es porque algo está fallando en el medio, o los precios relativos indican que es mejor vender los granos, y no transformarlo en carne, eso puede suceder, y ahí el análisis primero se hace por separado en cada rubro. En este sentido, hemos aprendido que los momentos son exactamente eso: momentos. Por ejemplo el de la ganadería es muy bueno, pero es probable que en un tiempo no sea tan bueno, y nosotros hemos aprendido a manejar estos escenarios, y entendemos que la visión de ADP es tener una visión de largo plazo, más allá del momento que hay que sufrirlo o disfrutarlo.
—¿Cómo trabajan con las otras partes de la cadena? Por ejemplo, los productores o la industria.
—Al productor le buscamos dar certezas para que cada vez produzca más, con mejor genética, con más inversión y uso de grano, para llegar antes al producto final, y lo mismo con la industria, ahí nosotros buscamos lograr relaciones muy a largo plazo, donde uno no esté solo pensando en la coyuntura. Lo que sí, es que tenemos un manejo de riego constante, y ese es uno de los atributos interesantes que logramos encontrar, que es tener un precio futuro, que te permite mitigar mucho el riesgo de la producción. Vas comprando los animales, y generalmente vas teniendo un precio de venta estimado, lo cual te permite estructurar mejor las decisiones.
—¿Qué papel juegan los datos de los animales?
—Nosotros nos manejamos con muchísimo dato, y es más, entiendo que una ventaja que tiene ADP es que la base de datos, se la viene haciendo desde el 2014, analizando la eficiencia de conversión en cada corral según la época del año, o según el proveedor, para poder identificar quién tiene el mejor ganado, también se analiza qué pasa según la dieta que se usa y lo que sucede en cada frigorífico donde se faena, nosotros vamos a cada planta y hacemos un relevamiento de la faena, donde podemos llegar a la conclusión de que no solo precio impacta en el resultado final, sino que también hay atributos como el dressing o el rendimiento, y las variaciones que podamos tener ahí las tenemos muy medidas.
—¿Hoy el escenario del corral cómo está?
—El momento es muy bueno. El año pasado tuvo algunos avatares para la producción ganadera intensiva, pero en el último trimestre del ejercicio anterior se empezó a revertir la situación, y este año ha sido muy bueno. Se han dado algunas cosas interesantes: la demanda internacional está fuerte, hay necesidad de carne y Uruguay se está posicionando como un productor de carne de alta calidad a través de un trabajo muy interesante; el precio de los granos que hoy son el 23 o 24% del costo total de un animal, por lo cual están en valores interesante para la agricultura y para el corral; desde lo climático tuvimos un año muy bueno, hemos disfrutado de un escenario de eficiencia de conversión y ganancias diarias que fueron de las mejores en la historia de la empresa, salvando un período de enero y febrero que tuvimos una ola de calor. Esto ha hecho que el negocio ganadero sea muy atractivo este año.
—Este escenario atractivo ¿genera que los corrales tengan una ocupación alta?
—Sí, este año hemos estado con la ocupación a full todo el año, y aún así los resultados de producción han sido tremendamente buenos, lo cual es algo relevante.
—¿Cómo está la situación para conseguir el ganado? Teniendo en cuenta que se compite con la exportación de ganado en pie y con los invernadores tradicionales.
—El hecho de que haya una competencia tan fuerte es bueno, habla muy bien del negocio. En el caso nuestro sin dudas está siendo un poco más complejo conseguir la reposición para los corrales, pero eso lo hemos logrado mitigar más que nada con relaciones a largo plazo con productores, con lo que nos aseguramos un 30% de la producción, con un precio que está atado a una referencia de mercado más algún centavo, en caso de ser un ganado de alta performance.
—¿En ADP cómo es la subdivisión entre el ganado que va para Cuota 481 y el no cuota?
—En los últimos años usualmente hemos tenido entre el 70 y 80% del ganado encerrado era de características de Cuota, o sea muchos animales con menos de 24 meses y de 380 kilogramos. Actualmente, esa relación ha cambiado un poco, en el caso nuestro, hoy está en un 50 y 50%. Con la demanda que hay de varios negocios por esta categoría, nos ha llevado a mira un poco más el no cuota, pudiendo comprar a valores más competitivos y mantener los presupuestos. Si bien hay una realidad, en la que los animales Cuota tienen una mejor productividad por ser más jóvenes, pero en la cuenta de cuánto más puedo pagar por esos animales, me lo va a dar la eficiencia de la ganancia, y en nuestro caso hoy no está dando tan interesante, por ende nos refugiamos En los animales no cuota.
—Ante esta dificultad para conseguir la reposición, ¿la vaquillona es una alternativa?
—Sí, para ADP la vaquillona siempre ha tenido un rol preponderante en los corrales. Si bien tenemos claro que generalmente tiene algún detrimento en los indicadores productivos, pero es una alternativa re interesante, que representa el 15% aproximadamente de lo encerrado.
—¿Cómo ve el negocio a futuro?
—Todo indica, desde el punto de vista de las señales que recibimos de la industrias, y también lo que vemos a nivel internacional, que debería de configurarse un escenario interesante, de aquí a mediano plazo. Entiendo que la industria necesita el ganado, y cada vez más al igual que nosotros, están pensando en tener alianzas estratégicas con los productores, buscando un negocio más estructural, que coyuntural.
