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La relevancia de una correcta selección de los reproductores

Informe del INIA concluye que utilizar los toros evaluados genéticamente permite a productores lograr beneficios productivos y económicos

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Las hembras dejan en promedio entre 3 y 5 terneros en su vida; los toros pueden dejar entre 20 y 30 por año, y en caso de IA una cantidad mayor, de ahí la importancia en la selección para mejora genética
MARIU

La selección de los próximos reproductores a utilizar en cualquier sistema de producción implica una oportunidad de incorporar a cada rodeo genes que mejoren el potencial genético de los animales. Esta mejora permitirá incrementar el potencial productivo a medida que esos mejores genes se expresen a lo largo de la vida productiva de la progenie.

En este contexto es muy importante tener definido qué es lo que se quiere mejorar al momento de seleccionar los reproductores. Esta definición debe tomarse en función del sistema de producción donde los hijos de ese reproductor se van a desempeñar, incluyendo el destino final del sistema, ya sean terneros destetados, vaquillonas de reemplazo o novillos destinados a faena u otras combinaciones de productos.

Desde un punto de vista global, considerando el país en su conjunto, es necesario tener presente que el destino final de la producción es mayoritariamente el mercado de exportación. De esta forma, la meta debe ser llegar a la faena con animales que permitan obtener una canal adecuada para la exportación, producidos en sistemas de cría y recría mayoritariamente de campo natural, donde puedan expresar su máximo potencial.

El mejoramiento genético animal tiene como uno de sus objetivos predecir el mérito genético de los animales y con esta finalidad se utilizan diferentes tipos de información. Los registros productivos son la principal fuente de información, encontrándose entre ellos los pesos a diferentes edades, mediciones de ultrasonografía, mediciones de circunferencia escrotal, condición corporal en momentos determinados, desempeño reproductivo, mediciones de consumo, emisiones de gases etc. La información genealógica, incluida información del padre y de la madre de cada animal, es otra fuente que se incorpora a las evaluaciones genéticas siendo proporcionada para la mayoría de las razas por la Asociación Rural del Uruguay. En los últimos años se sumó la información genómica, proveniente de miles de marcadores del ADN que permite conocer el nivel exacto de parentesco entre todos los animales que cuentan con ese tipo de información.

En Uruguay todos los años se registran en forma individual los pesos al nacer y al destete de más de 18.000 terneros, los pesos a los 18 meses y sus mediciones por ultrasonido de área del ojo del bife y espesor de grasa de más de 12.000 toritos y vaquillonas, así como la medición de circunferencia escrotal de los machos a los 18 meses. A esta información se le suma más de 13.000 pesos de las madres al momento del destete junto con su condición corporal. Estos datos se recaban en más de 350 cabañas de las razas Hereford, Aberdeen Angus, Braford, Limousin, Brangus y Wagyu distribuidas por todo el país. Junto con estas mediciones se registran las circunstancias productivas que permiten evaluar en forma justa todos los animales participantes de las evaluaciones genéticas poblacionales.

Los registros históricos acumulados para cada una de las razas, sumado a la información que se adiciona anualmente, son incorporados a las evaluaciones genéticas poblacionales cuyo producto final son las Diferencias Esperadas en la Progenie (DEP), estás son predicciones del mérito genético de los individuos. Expresan la diferencia que se espera observar en el promedio de los hijos de un animal evaluado, en relación con el promedio de la población o al promedio de los hijos de otro reproductor evaluado. Las DEP (o EPD, su sigla en inglés) son obtenidas para la mayoría de las características económicamente relevantes y se publican en las mismas unidades en que se describe cada una de ellas. Se expresan como desvíos positivos o negativos en relación con una base establecida para cada raza. Permiten comparar todos los animales que integran la evaluación genética, reproductores nacionales, importados, de diferentes categorías, sexos, manejos, edades y cabañas.

Las DEP están siempre acompañadas de la exactitud (o precisión), que es un indicador de la confiabilidad de la predicción. Resume la cantidad de información utilizada en la estimación del mérito genético de cada animal y ayuda a determinar el riesgo en las decisiones de selección, variando los valores entre 0 y 1. Precisiones próximas a 1 indican mayor confiabilidad, por lo que los DEP o EPD tendrán menor variación cuando se incorpore nueva información en las siguientes evaluaciones genéticas.

Para poder ubicar a los animales dentro de la población para cada carácter se dispone de las tablas de percentiles. Los valores de los límites de cada percentil permiten ubicar rápidamente la posición de un determinado animal dentro de una población.

Los toros que no participan de las evaluaciones genéticas no tienen información sobre su potencial genético, por lo que no se podrá conocer el potencial productivo de su descendencia.

Todas las razas del país que actualmente participan de las evaluaciones genéticas poblacionales disponen de estimaciones del mérito genético para caracteres de crecimiento, habilidad lechera, y caracteres de canal. Se está trabajando intensamente en registrar información reproductiva para poder contar a la brevedad con por lo menos, una valoración genética relacionada a la habilidad reproductiva de las hembras. De esta forma se intenta disponer de información objetiva que abarque las funciones biológicas más relevantes para la producción ganadera.

Encontrar el equilibrio de estas “funciones” es el desafío de todo sistema productivo. En mejoramiento genético animal se cuenta con una herramienta que permite buscar el equilibrio en estas funciones que son los índices de selección. Esta herramienta es una combinación de Diferencias Esperadas en la Progenie de varias características. La relevancia de cada una de ellas va a estar dada por su impacto (genético) en el incremento de los ingresos o en la reducción de los costos de producción dentro del sistema de producción elegido.

Impacto de la selección

Todos los años, ocurren entores y servicios en los rodeos del país, con sus nacimientos y destetes correspondientes. Esto implica que se están tomando decisiones de selección de reproductores continuamente y que los genes de estos animales serán perpetuados en el rodeo a partir del nacimiento de esas progenies. Es por lo tanto importante valerse de la mayor información posible al momento de tomar la decisión de qué reproductores serán utilizados en cada estación de cría.

Hay que tener en cuenta que los terneros machos nacidos serán los novillos que irán a faena y que la mayor parte de las terneras nacidas serán reemplazo para el futuro rodeo de entore. Es por lo tanto importante tener en cuenta tanto características relevantes para la cría como para el crecimiento y el engorde al momento de seleccionar los reproductores.

Las hembras dejan en promedio entre 3 y 5 terneros a lo largo de su vida mientras que los toros pueden dejar entre 20 y 30 terneros por año y en caso de inseminación artificial una cantidad aún mayor. Por este motivo la mayor parte de la mejora genética posible radica en los toros utilizados que dejaran descendencia en el rodeo.

Por Ing. Agr. Olga Ravagnolo (Ph.D.); Ing. Agr. Mario Lema (Dr.); Programa Nacional de Investigación en Producción de Carne y Lana, INIA.

Evaluaciones genéticas son un proceso consolidado

Las evaluaciones genéticas en bovinos para carne son un proceso consolidado en nuestro país que se llevan adelante desde hace ya casi 30 años.

El uso de las diferencias esperadas de progenie (DEP) al momento de seleccionar los reproductores, es una herramienta que permite alcanzar los objetivos propuestos por quienes toman las decisiones de selección, con el fin de obtener un progreso genético deseable y sostenible en el tiempo, sobre una o más características definidas para mejorar. Esto permite que el productor que hace uso de reproductores evaluados genéticamente tenga oportunidad de beneficiarse productiva y económicamente.

Toro Hereford
El uso de la Diferencia Esperada de Progenie en la selección de los toros es una herramienta que permite alcanzar objetivos para el progreso genético.

Los “tips” a tener en cuenta para la selección de los toros

Es importante tener en cuenta varios conceptos para la selección de estos toros:

Incorporar toros con evaluación genética permitirá (si se eligen adecuadamente) introducir el progreso genético logrado al propio rodeo. Si se decide incorporar un toro hijo de un toro evaluado, se incorpora como máximo la mitad del progreso genético logrado en la población evaluada. Si se decide ingresar al rodeo un padre que no tiene información, se desconocerá el aporte que hará este animal a su descendencia y probablemente sea significativamente menor que el aporte que podrá hacer un animal resultado de un programa de mejoramiento genético.

Siempre hay que asegurarse la funcionalidad de los toros en cuanto a su habilidad reproductiva.

Es necesario definir claramente que características se quieren mejorar en cada rodeo particular y cuáles son las metas para alcanzar en cada situación productiva particular.

Los índices de selección son una herramienta que permite seleccionar toros que maximicen el retorno económico del sistema en su conjunto.

Elegir por DEP/EPD, no por precisión. Una precisión alta simplemente nos da una medida de riesgo, mientras que el DEP/EPD nos indica el mérito genético del individuo con respecto al resto de los candidatos.

Elegir la cabaña u origen que más lo convenza: tener en cuenta las tendencias genéticas de esa cabaña, las metas y el ambiente productivo de la cabaña y evitar el uso continuo de reproductores emparentados. Es importante tener en consideración que no existe un animal “ideal”, ya que cada productor debe seleccionar aquel que debido a una determinada combinación de características deseables mejor se adapte a su sistema y objetivos de producción.

Evitar que una hembra sea entorada o servida por su padre o por toros emparentados ya que esto aumenta la consanguinidad e incrementa el riesgo de enfermedades hereditarias. Se recomienda cambiar los toros cada 4 años y así evitar esta posibilidad.

Siempre se recomienda enfocarse en tener un buen grupo de toros en vez de perseguir al mejor toro posible.

Es importante recordar que, dado el cambio genético existente en diferentes características a nivel nacional, siempre habrá toros nuevos mejores en las nuevas generaciones.

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