Hay casos de mortandad por focos de tristeza parasitaria.
Ganadería.
Pablo Antúnez
La segunda generación de garrapata ya está subiendo al ganado y comienza a apretar, ayudada por el clima, mientras en el norte del país, comienzan a aparecer los primeros casos de mortandad de ganado por tristeza parasitaria, una de las enfermedades asociada al parásito.
“Con los años anteriores que hubo bastante infestación en el campo a la gente le parece que no va a aparecer garrapata, porque el invierno se estiró un poco, pero comenzó a aparecer”, explicó Rafael Carriquiry, veterinario del Instituto Plan Agropecuario que desarrolla su actividad en el norte del país.
Con el surgimiento de los primeros casos de tristeza parasitaria, este profesional confesó que se analiza la posibilidad de “vacunar adultos —por lo general se vacunan los terneros— para evitar pérdidas”. Carriquiry aclaró que no están surgiendo el tipo de brotes donde se muere mucho ganado junto, pero sí “muertes aisladas por la enfermedad”.
Vacunar. Este profesional defiende la vacuna cómo la herramienta para evitar mortandades y no perder dinero.
“La gente se tiene que asesorar, la vacuna es una herramienta que se está utilizando poco. Se vacunan 60.000 cabezas y hay dos o tres millones de cabezas expuestas a la enfermedad. No entiendo cómo la gente no toma conciencia de que es una vacuna segura y que sirve”, dijo tajante.
La vacunación de animales adultos trae consigo mayor cuidado, pero es posible y de hecho, Carriquiry dice tener experiencias favorables en grandes estancias del norte y pequeños productores.
“Hay mucha gente que da cinco o seis dosis de una alternativa química que dura 30 días (imidocarb, un hematicida), en lugar de usar una vacuna que cubre para toda la vida. Creo que hay falta de información en la gente”, criticó el extensionista del IPA.
Frente a la aparición de la segunda generación de garrapata, los veterinarios exhortan a rotar los productos para evitar resistencia. “Hay que usar un acaricida de agosto a noviembre, otro de noviembre hasta el verano y otro en otoño a partir de mazo”, dijo Carriquiry.
Según su visión “hay que usar tres productos (acaricidas) cada año, siempre hay que fijarse en los principios activos, no en las marcas comerciales, ni en las vías de administración. Son cinco o seis alternativas que hay en el mercado y funcionan bien”.
Como otra recomendación planteó a los ganaderos el hacer el diagnóstico de resistencia para ver cómo están funcionando los productos que aplica en su establecimiento. “En cada establecimiento hay una lista de productos que funcionan distinto al establecimiento lindero”, advirtió Carriquiry.
Minerales. Consideró oportuno la suplementación mineral en estos momentos.
“La gente usa los minerales en el invierno que es el momento menos adecuado desde el punto de vista costo beneficio. Ahora es el momento donde hay mejor retorno de la suplementación mineral”, destacó el profesional. “Siempre que sea posible recomendamos hacer algunos análisis de sangre de algunos animales que nos permitan orientar. Hemos encontrado que en algunos predios el fósforo no es el problema más importante, sí pasa a serlo el selenio o el cobre”, dijo.
Agregó que “esos tres minerales, con bastante frecuencia se encuentra que esos minerales están por debajo de lo recomendable y son mucho más baratos que el fósforo. Tenemos productos de excelentes que nos permiten atender esos problemas a la medida del establecimiento. Asesorarse para solucionar el problema. Es el momento de pensar en los minerales y no sólo en el fósforo”.