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Ignacio Peñagaricano: “Nadie pierde plata suplementando”

Estamos entrando al invierno y será muy complejo cuando comiencen las heladas. La región también padeció una sequía y tampoco está en una buena condición como para importar fibras y subproductos. A la vez, los costos subieron”.

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La nutrición animal ha sido pilar en la mejora de la calidad de carne de Uruguay y mantiene un incremento significativo en la última década. El Dr. Ignacio Peñagaricano, Gerente Comercial de Nutrición Animal de Barraca Erro S.A., cuenta a Rurales El País su visión acerca de esta tecnología, los avances y desafíos en el marco de una ganadería y lechería que cada vez muestra mayor intensificación productiva, buscando la excelencia de producto. Lleva más de 20 años trabajando como técnico en nutrición animal.

-¿Cómo está Uruguay en cuanto al uso de la nutrición animal?

-Se avanzó mucho en los últimos años, principalmente en la cantidad de productores que fueron incorporando la tecnología de la suplementación como algo sistemático y no esporádico o para salvar crisis. Hoy los sistemas de suplementación están instalados en la ganadería gracias al trabajo de los técnicos que hemos ido machacando y mostrándoles los números a los productores, que quizás en países como el nuestro donde las pasturas son muy estacionales, cuando baja la disponibilidad de pasturas, la suplementación es una herramienta que ayuda a no perder kilos, a mantener los ganados o a que cuando haya pasto se potencie esa pastura. Todos esos cambios entraron en el productor y se ven muchos ganaderos y muchas zonas donde se suplementa durante el invierno, durante el destete precoz y hasta se animan.

-¿Desde cuándo se realiza el avance más significativo en el uso de la suplementación en ganadería? ¿Cuánto estima que creció?

-Diría que es más notorio en la última década. Viene en crecimiento, usándola como una herramienta productiva. Se ve en el número de plantas. Son 74 las registradas dedicadas a la producción de alimentos blandeados y otras 15 que son productoras de sales, núcleos y otros productos. Los números marcan ventajas para la suplementación. Hay que aclarar que varían con la categoría de ganado, con la variedad de pasturas y con el sistema productivo, pero es posible contar con incrementos que van de 50% a 100% de diferencia de ganancia de peso. De pronto se puede pasar de que un animal gane medio kilo diario o un kilo y medio diario. La diferencia es grande. En categorías jóvenes, donde el valor que tiene el kilo es importante se valoriza mucho ese animal. Es muy difícil perder plata suplementando terneros o una recría.

- Lo que más suplementa hoy ¿son las categorías de recría donde la conversión es mayor?

-Sí, es son esas categorías. Ese bovino que va desde los 100 a 350 kilos. En esas categorías, en el caso de los rumiantes, son las que resultan más eficientes en la conversión de alimento a kilos. Los terneros son muy eficientes en la conversión frente a un bovino de mayor edad. Con el uso de concentrados hay conversiones en esa categoría que van de tres kilos y medio de alimento para ganar uno de carne. En las categorías más chicas como terneros, hay ganancias que van de tres o tres y medio a uno y en la medida que va creciendo, va bajando la conversión. De todos modos es conveniente suplementar porque un novillito de 300 kilos que convierta cinco o seis kilos a uno, deja mucho dinero. Se gastan US$ 2, 5 pero está ganando, probablemente, cerca de US$ 3.

-¿Cuál sería el o los desafíos?

-Es seguir creciendo en los productores que suplementen, sobre todo en invierno o en verano cuando no hay crisis forrajeras. Muchas veces, salvo en aquellos productores que lo tienen sistematizados, se acuerdan de la ración cuando el ganado vienen perdiendo muchos kilos. Quedan muchos productores que en el invierno siguen perdiendo kilos o tienden a bajar la carga por hectárea porque están pasados y no se animan a suplementar. Hay otros factores que influyen, como el tema del personal. Eso condiciona mucho el uso de la suplementación. Cuanto más intensivos son los sistemas más personal se precisa y esa es una limitante al momento de acelerar sistemas o sistematizar esas tecnologías.

-De todos modos está la alternativa de los comederos de auto consumo, que también son muy usados actualmente.

-Son una alternativa, pero no es tan eficiente como darle de comer a diario a un animal. De todos modos, se puede armar un buen sistema de auto alimentación y de hecho creció muchísimo estos años porque simplifica mucho el manejo.

Con ese sistema se mejoran mucho los índices productivos y ayuda a suplementar en momentos en que hay déficit forrajero.

-¿Cuál es el producto que más se está vendiendo hoy ante las secuelas y las limitantes forrajeras?

-Cada productor tiene su sistema, pero hoy lo que escasea es la fibra, es el gran problema de ganaderos y lecheros. Si no hay nada de fibra, conviene un alimento con este componente, porque ayuda a llenar más el animal. Los rumiantes consumen en el entorno de 3% del peso vivo, no solo hay que alimentarlo, también hay que llenarlo. Hoy, sin duda, las empresas que hacemos alimentos balanceados, los que más vendemos son los que tienen un porcentaje de fibra por encima de lo normal, alimentos que tienen en el entorno de 15% de fibra, el doble de lo estándar para ayudar a que los animales se llenen porque no hay fardos y los cultivos forrajeros que iban para silo muchísimos fracasaron.

-¿Se vienen meses más difíciles?

-Estamos entrando en el invierno y entendemos que será muy complejo cuando comiencen las heladas, porque apenas se ven islas que están con forraje como para pasar el invierno. Un alto porcentaje del país está con déficit forrajero y falta de agua. Eso hará que el invierno sea duro. La región tampoco está en una condición buena como para poder importar fibras y subproductos.

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