La International Meat Secretariat (IMS) generó un documento para la Reunión COP21 sobre Cambio Climático en el que analiza la influencia de la industria de la carne y el ganado en este asunto, según informó el Instituto Nacional de Carnes (INAC).
Rurales - El País
El documento se ajusta al siguiente detalle:
La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la mejora de la actuación medioambiental de la carne y el ganado son prioridades clave para la industria de la carne y el ganado.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el ganado, incluyendo al lácteo, contribuye en cerca de un 14,5% a las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Estamos reduciendo las emisiones de GEI con la adopción de herramientas y prácticas sanitarias y agrícolas innovadoras, que apoyan una producción sostenible y medioambientalmente responsable de proteínas animales, utilizando menos recursos y derivando en un menor impacto ambiental. Trabajando junto a todos nuestros socios de la cadena productiva, hemos conseguido:
- Mejorar los programas de salud y cría animal para aumentar la productividad y desarrollar una mejor nutrición animal para evitar las pérdidas de carbono o nitrógeno a la atmósfera.
- Promover las prácticas de gestión de estiércol para reciclar nutrientes y energía y aumentar la rentabilidad de ese fertilizante natural, a la vez que reducir las emisiones de amoníaco y metano.
- Conservar el suelo optimizando la producción de hierba, gestionando la tierra de pastoreo para rumiantes, previniendo la erosión y evitando el sobrepastoreo, con beneficios en la captura de carbono.
- Reducir significativamente la deforestación a través de la intensificación sostenible.
- Utilizar las mejores tecnologías en el procesamiento de carne para optimizar recursos, reduciendo significativamente el uso de agua y energía, y mejorando, a la vez, las condiciones de trabajo.
El ganado sustenta a la sociedad rural, y estamos comprometidos en producir de forma sostenible. El ganado utiliza sobre todo terreno no destinado al cultivo y para el que no existe ningún otro uso productivo. El ganado transforma el 80% del alimento no comestible, como la hierba, la biomasa, los residuos de los cultivos y los productos derivados en alimento de alto valor. El ganado es necesario para la seguridad nutritiva y la diversidad de las dietas. La carne y otros productos animales, como la leche y los huevos, son ricos en nutrientes y contienen mucha energía, y representan excelentes fuentes de proteínas, vitaminas y micronutrientes esenciales. Una dieta saludable, equilibrada y variada es crucial para abordar los múltiples retos de la malnutrición, que incluyen la emaciación, el aturdimiento, la obesidad y la anemia en mujeres en edad reproductiva.
Globalmente, el ganado representa un 28% de la proteína en la dieta. El ganado también produce importantes subproductos: energía, fibra, medicamentos, lodo para biogás y estiércol para mantener la fertilidad del suelo, reduciendo la necesidad de utilizar fertilizantes sintéticos. El estiércol proporciona hasta un 12% del nitrógeno para los cultivos y hasta un 23% en sistemas combinados de cultivo-ganado en países emergentes.
El ganado es un importante contribuyente a la seguridad alimentaria y nutritiva global. Además, no existe ningún otro sector que sea más crucial para la gente pobre. La FAO calcula que 1 millón de personas pobres obtienen como mínimo una parte de su sustento de la producción ganadera.