En 2017 debutaron en las pistas de Pedigree y en 2022, por tercer año consecutivo, San Gregorio Ganadera es elegida la Mejor Cabaña Angus del año. Federico Fernández Pastorino explica el proceso.
-¿Qué significa este logro?
-Se me vienen varias cosas a la cabeza, el poco tiempo que llevamos en esto y lo que hemos logrado. En un trabajo conjunto, porque si bien soy la cara visible, hay mucha gente atrás de esto. Hace poco que arrancamos y tercer año consecutivo cabaña del año, me enorgullece. Y es un incentivo para todos nosotros, vamos por buen camino, estamos haciendo las cosas bien, se siente el apoyo, la pasión de toda la familia y marca que estamos en un rumbo correcto, con las ideas claras hacia donde ir.
-¿Cuántas cocardas?
-No llevo bien la cuenta, pero desde que arrancamos hasta el 2022 nunca hemos faltado a un podio. Entre Durazno y Prado debe haber unos seis Grandes Campeones. Y van dos años consecutivos ganando Florida.
-¿Cuál es la explicación?
-Seguimos el mismo tipo de animal que nos gusta, que creemos que debería ser más o menos el mismo biotipo que englobe todo el Uruguay: animales profundos, carniceros, muy buenos atrás, hembras bien femeninas. Estamos convencidos en un biotipo animal y por suerte, lo más importante, es que le ha gustado a más de un jurado.
-¿Hay un hilo conductor genético en los Campeones?
-La ventaja es que cuando nos fuimos armando veníamos con la base del SA. Apuntábamos al mismo biotipo, llevar el ojo nuestro al pedigree con lo que veníamos haciendo en el S.A. Fuimos eligiendo de la pata, embriones de tal vaca, o comprando tal vaca para después hacerla con tal toro. Y desde el que arrancamos, hasta ahora, mantenemos esa misma línea.
-¿Qué sigue?
-Estamos intentando crecer en volumen de las vacas que nos gusta el biotipo de animales que hay y a eso es donde estamos apuntando. Lo mismo con los toros. Nos pueden ver en cualquier remate de cabañas en Uruguay, porque continuamente estamos intercambiando genética, obviamente nosotros vendemos embriones, vendemos semen, vendemos genética, pero siempre es bueno abrirse, buscar genética nueva, mejorar los datos de EPD, siempre la demanda te va llevando a ir modificando ciertas cosas, manteniendo el mismo biotipo animal que nos gusta. Hoy estamos perfeccionando detalles, para favorecer a clientes, pero convencidos en lo que estamos haciendo. Lo que no queremos es pisar en falso, errar en un servicio. Tenemos un plantel muy corto, con 50 o 60 vacas pedigree, de las cuales a algunas le sacamos crías naturales, a algunas las aspiramos, pero tampoco podemos jugar mucho de andar probando suerte con toros que capaz no son tan usados y demás. No somos una cabaña que maneje mucho volumen. Lo nuestro es más artesanal y familiar que otra cosa.