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El mercado del gordo busca un nuevo equilibrio

Más allá de la corrección a la baja, los precios siguen siendo “históricamente altos”

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Ganado de cria.[/caption]

Manuela García Pintos y Pablo Antúnez

A pesar de que el mercado para el ganado gordo continúa corrigiendo a la baja, los valores son históricamente altos. “El mercado se encuentra buscando un nuevo equilibrio, pero siempre hablamos que los precios son impensablemente elevados, aseguró Fernando Indarte, director de la firma Indarte & Cía.

El pico de valores llegó, para el novillo, a US$ 4,50 por kilo en segunda balanza y hoy cotiza unos US$ 4,30 aproximadamente. La vaca, por su parte, se paga a US$ 4,10.

En ese sentido, el consignatario manifestó que, más allá de la corrección, “los precios siguen siendo altísimos”. “Los valores siguen siendo excepcionales”, afirmó.

Todos los meses se faena ganado para cuota 481 y, por lo tanto, la industria quita presión sobre animales de pasturas.

“Todos los agostos bajan los animales de pasturas. Estamos hablando que la corrección está dentro de la lógica de todos los años”, agregó.

Particularmente en 2021 se suma también la distorsión que generan los fletes marítimos, aunque Indarte le quitó “dramatismo” a la situación. “Las correcciones de mercado pasan siempre”, señaló.

Reposición. Sobre el mercado de la reposición, Indarte sostuvo que depende mucho de la categoría en cuestión. El animal pesado tiene “un mercado fluido y muy buenos precios”, dado que sus compradores son, principalmente, los corrales de engorde que este año están teniendo un protagonismo mayor que años anteriores. El razonamiento para la invernada es parecido. Los terneros no mantuvieron la relación que históricamente tienen con el gando gordo. De hecho, dijo, es uno de los momento de relación flaco-gordo más baja, según Indarte, por falta de forttaje. “Todavía no hay pasto, y menos para estos animales que demandan mayuor calidad de pasturas”, indicó.

Finalmente, mencionó que debería pasar “algo muy extraño” como para que se distorsionara la lógica del mercado. “Vamos a terminar un 2021 difícil de olvidar por lo positivo”, dijo, mencionando el extraordinario nivel de faena, la baja en la edad de industralización y el elevado nivel de precios. “La carne salvó el examen de la pandemia este año de nuevo. Están complicados los fletes pero las cosas siguen valiendo. Prácticamente no puede pasar nada que pueda cambiar la realidad”, concluyó.

Industrialización. La faena de bovinos cayó a 49.807 cabezas en la última semana informada por INAC (del 22 al 28 de agosto), pero aun así, el mes que está cerrando, conjuntamente con el anterior, conforman un récord absoluto.

En la anterior había pegado un salto a 57.531 cabezas -había crecido 13% en siete días cuando se habían alcanzado 50.845 cabezas- y en ese volumen los novillos fueron 31.842 cabezas, las vacas 18.074 y la vaquillona 7.304 cabezas.

“Es difícil hacer pronósticos para los próximos días, porque se superaron todas las expectativas. Todos esperábamos una reducción sensible en el nivel de actividad de la industria frigorífica, que no se registró”, explicó el consignatario Gustavo Basso a El País.

Agregó que inclusive ya finalizada la ventana de Cuota 481, el contingente de carne de alta calidad con la UE, destinado a ganados terminados a granos durante los últimos 100 días previos al sacrificio, esa reducción de la faena no se vio.

Según la visión de este operador, eso “es bueno” porque “se conjugan dos puntas que para el productor son fundamentales: precios y volumen”.

Basso dijo que tiene la sensación que esta “bonanza de valores” está siendo aprovechada por “mayor número de productores que en las postzafras anteriores, donde estábamos acostumbrados a ver buenos precios, con un nivel de actividad mínimo en la industria frigorífica”.

El único nubarrón que aparece en el horizonte son las dificultades que están mostrando los fletes marítimos hacia China, principal mercado en volumen para las carnes uruguayas y las menudencias.

Esta situación, además del incremento de los costos, está condicionando la disponibilidad de contenedores. “Es un elemento que genera preocupación, pero que todavía no genera reducciones drásticas del nivel de actividad”, agregó el consignatario de Florida.

La problemática que afecta al transporte marítimo genera que los frigoríficos uruguayos estén con su capacidad de frío prácticamente colmada. En lo que va del año se industrializaron 1.675.745 bovinos. Dentro de ese volumen los novillos fueron 820.388 cabezas.

Días atrás, la Asociación de la Industria Frigorífica del Uruguay (Adifu) y la Cámara de la Industria Frigorífica (CIF) lanzaron un comunicado en donde informan que el fenómeno global tiene causas muy variadas, desde puertos de China cerrados por Covid-19, puertos europeos al borde de la saturación con buques haciendo cola para descargar, contenedores varados en las terminales esperando ser despachados, navieras dejando los contenedores cargados y prefiriendo retornar con contenedores vacíos”, alertaron. En ese mismo comunicado destacaron que las navieras muestran “preferencia por contenedores secos que dan mayor rentabilidad, antes que los contenedores refrigerados, altísima intensidad comercial entre Estados Unido y China”.

Nueva suba del peso de faena: 1,32% en un año Cada vez se faenan novillos más jóvenes y con mayor peso, producto de una aceleración en el proceso de extracción, siempre apuntando a la calidad de carne para diferenciarse en los mercados de exportación. En el año agrícola junio 2020/julio 2021, según los datos estadísticos publicados por INAC, los novillos pesaron 520,9 kilos, mostrando un aumento de 1,32% en el peso comparando con el año agrícola anterior. El grueso de los novillos que pasan por los frigoríficos uruguayos tienen entre 2 y 4 dientes. A su vez, el rendimiento en cuarta balanza fue 54,22%, generando 282,4 kilos por animal. En este caso el rendimiento en frigorífico se incrementó 1,73%. “Se aceleró la extracción con un sistema productivo que aplica mayor suplementación y complementa sinergias con la agricultura”, afirmó a El País Joaquín Martinicorena, delegado de la Federación Rural en la Junta Directiva del Instituto Nacional de Carnes, días atrás.

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