El Presidente de la Asociación de Consignatarios de Ganado defendió la actividad y sostuvo que vender bien un ganado es mucho más que el precio, incluye un montón de factores que hacen al negocio. Sostuvo que la gremial, que en dos años completará el siglo, brinda información objetiva, considerada un insumo fundamental para el mercado ganadero uruguayo.

Pablo D. Mestre.
-¿Cómo ve al mercado hoy?
-Con una situación de faena que nos sigue sorprendiendo por los volúmenes. Todos pensábamos que el segundo semestre iba a ser el más complicado, pero por ahora sigue con volúmenes importantes.
-¿Cómo cree que sigue?
-Creo que el volumen va a bajar, la oferta hasta ahora ha sido lógica, hubo ganado a pesar de la seca, si bien bajó en mayo fue sustituida por los ganados de corrales. Y la lluvia, que vino a tiempo para algunas cosas como los verdeos, trajo un panorama más esperanzador para el segundo semestre.
-¿Qué proyección hace?
-Hoy se ve un equilibrio en el mercado, en un valor que, desde el punto de vista carne, es muy bueno. Si sacamos todo lo que rodea al complejo cárnico, que es mucho más que el precio de la carne, para adelante veo que esta faena no se puede sostener.
-¿Cómo ve la poszafra?
-Será más larga, donde mayor parte de los productores va a recoger estos buenos valores del ganado. Pero no creo que haya locuras de precios, porque ya empieza a haber un equilibrio de regular faena con oferta.
-¿Y la reposición?
-Pasa por otros caminos. Juega el valor del gordo, pero en esta época del año empieza a influir el tema climático, ya con las primeras heladas que por suerte han sido seguidas de lluvias que ayudan para lavarlas. Pero se frena el crecimiento de pasturas y hace que el productor asuma una posición más conservadora, por más que la señal del valor del gordo y las perspectivas sean interesantes. La realidad de disponibilidad de forraje es otra respecto a unos meses atrás y eso hace que haya más cautela en la reposición y más selección. El dinamismo que le ha dado la extracción de gordo a buenos valores, hace que siga la avidez por la reposición, en un mercado más selectivo por calidad en algunas categorías.
-¿Qué opina de la exportación de ganado en pie?
-La misma de hace 20 años: es observar el mercado y desde que se liberó, todos los números reflejan que hay más: más faena, más ganado para faenar, se subieron las cifras de extracción, trajo un aumento en la base del rodeo que es fundamental. Cualquier proyección que Uruguay quiera hacer para aumentar su producción de carne pasa por un aumento de la producción de terneros, a través de una eficiencia mayor en preñar vacas. Y eso se hace con plata. Otra cosa fundamental es la mayor eficiencia en el porcentaje de extracción del stock. Uruguay por ahí tiene un largo camino para aumentar su producción de carnes. Hasta ahora la exportación de ganado en pie, ha sumado. No dejo de reconocer que es un desafío, que hay argumentos atendibles, pero el tema no está en cortar una cosa que ha producido un desarrollo en el complejo, sino repensar cómo se pueden organizar los zapallos en el carro y seguir para adelante. Porque es típico del uruguayo decir que nos puede perjudicar, con argumentaciones que pueden solo beneficiar a un sector, con cortes, y entonces ahí vemos el árbol y no el bosque.
-¿Entonces no comparte que falte ganado debido a la exportación en pie?
-Desde que la conozco, los números son distintos. Según como se mire el vaso: fue dinamizador que le permitió al criador que los números le den para mejorar y que haya más cantidad de terneros. Eso le sirve a todo el complejo. Soy respetuoso de todos en el sector, pero depende del lado que se mire.
-¿Cómo está la Asociación de Consignatarios de Ganado?
-Cumplimos 98 años, uno de los objetivos es informar a través del monitoreo y la presencia diaria en las plantas que nos permite una visión que no la tiene nadie de un negocio muy complejo como el de la carne. Esa visión es un nexo de traslado muy importante de información a la producción desde un lugar objetivo, de cómo se presenta el presente y qué viene en el futuro. Eso le hace bien a las dos partes, tanto a quien necesita la materia prima, como a quien tiene que enfocar un negocio con ciclos productivos y al aire libre con los riesgos que ello incluye. Esa es nuestra tarea y es lo que tratamos de reflejar en nuestra información semanal de precios.
-Información tomada como referencia en el mercado…
-Exactamente. Y es un punto importante. Quizás, para los consignatarios sería mejor negocio “esconder” un poco de información, para querer valorar nuestra actividad. Yo creo que no, que tenemos que apostar a más. Frente a un riesgo que nuestros precios sean usados para concreción de negocios, creo que nuestra función es darle más cristalinidad al negocio y con eso es dar más información fidedigna y reflejo del mercado. Por eso muchas veces en las subas quedamos cortos o en las bajas largos; porque para hacerlo más objetivo confeccionamos una planilla para valores con negocios concertados. Y sí luego buscamos en el comentario redondear algo más subjetivo de lo que vemos para adelante en el mercado.
-¿La tarea del consignatario agrega beneficios?
-Somos un nexo inexorable y aggiornado diariamente entre la industria y el productor. Frente al productor somos quienes podemos dar una visión de lo que pasa y lo que vemos para el futuro en el mercado, en un negocio muy cambiante. Y frente a la industria tenemos una función muy importante porque estamos monitoreando cómo viene la oferta, qué oferta hay. Hoy tenemos un mercado muy dinamizado, con un nivel de plantas de faenas muy buenas apuntando al mercado exterior que tiene requerimientos estrictos. Se empieza a cumplir eso en una materia prima acorde. Y quién mejor que el consignatario para surtir a esa planta de esa materia prima que necesita. Pero hay más.
-¿En qué sentido lo dice?
-Vender bien un ganado no es solamente el precio como piensa mucha gente. Incluye un montón de factores que el precio pasa a ser un componente del negocio. Están la entrega de la hacienda, de a dónde tiene que ir, que lo optimizan en gran medida. Además de eso tenemos una responsabilidad que es el compromiso que se cumpla lo pactado por las dos partes, somos un aval del negocio: que la industria reciba lo que nos compró y que el productor reciba lo que se pactó en el negocio.
-¿Avalan los negocios?
-Está registrado cómo el consignatario fue un horcón en la transformación de la industria. Hace 25 o 30 años atrás, a partir de la eliminación del stock regulador, o de la liberación de la exportación en pie, el sector tuvo que embarcarse en una transformación que fue muy dolorosa. Cambiaron las reglas de juego para bien, pero había que transitar un camino que fue doloroso desde el punto de vista económico. El consignatario fue un puntal muy importante de eso que dejó mucha gente en el camino. Hoy, hablando con colegas jóvenes no pueden creer lo que pasamos en esos momentos. Pero es bueno recordarlo de una profesión muy antigua y de una asociación que tiene un slogan: “98 años generando confianza”.
-¿Cómo pueden incidir nuevas tecnologías?
-Nuestra profesión ha tenido que acompasar la transformación que hubo en el mercado y ha tenido que estar en línea con eso. Está presente en acompañar la irrupción de negocios nuevos que el mercado pedía, como las ventas por pantalla que transformaron el negocio en más justo, pues diferencia la calidad de los animales, se venden más objetivamente. Hacerse cargo de esa responsabilidad de la credibilidad de los informes, de la generación de confianza sigue siendo un puntal de la profesión del consignatario. Y lo mismo en el servicio que se da en el mercado del gordo. Por eso creo que está bien la generación de nuevos sistemas, pero hay una cosa que es el corazón de nuestra actividad: quien compra tiene que recibir lo que se le dice porque los márgenes se achican. La responsabilidad de una firma que entrega un ganado a una planta tiene que ser asumida así. Y por algo es contratada esa firma. Es un servicio que se contrata libremente por ambas partes. Por algo en el gordo la labor del consignatario ocupa un 60% de la faena y en la reposición lo mismo, un porcentaje muy alto de los negocios”.
-Se habla mucho de la comisión, ¿qué dice al respecto?
-Comparar nuestros servicios, que se contratan libremente, con impuestos o con fletes, por parte de gente que debería estar bien informada, demuestra el desconocimiento de cierta gente sobre la actividad agropecuaria. Un común denominador de muchos dirigentes últimamente. Hay que llamarse a la responsabilidad, más de gente que tiene cargos importantes, que debe tener cuidado de lo que se dice, porque se agrede gratuitamente, se mal informa y la mentira más grande es una verdad a medias. Eso es lo que más me preocupa. La competencia no me preocupa pues genera desafíos a que la profesión preste cada vez más servicios. Pero acá hay un problema de costo país enorme y cuando se quiere justificar eso con verdades a medias, puede generar rispideces en quienes no conocen el negocio.