Jornada técnica de Frigorífico BPU mostró que hay tecnología disponible.
Jornada de cierre de año de BPU en Durazno.
Pablo Antúnez / Durazno
Tenemos que ser confiables, certificables y trazables. El mercado está”. Ese fue el mensaje que brindó Daniel de Mattos, gerente general del grupo NH Foods de capitales japoneses que es propietario de la planta de Breeders and Pakers Uruguay, al cierre de la jornada: Punto de inflexión para la cría vacuna? La mesa está servida”.
La actividad que se desarrolló en la sede de la Rural de Durazno, contó con exposiciones y una mesa redonda a cargo de los operadores José Mesa (delegado de los productores en INAC) y Jorge Slavica, veterinario de libre ejercicio vinculado a la nutrición animal y la reproducción. Se sumó como panelista y moderador Alfredo Fossali, gerente de negocios de Montes del Plata.
El otro tema de destaque fue el bienestar animal, básico para la producción de carnes según la visión de BPU, que estuvo a cargo del veterinario argentino y productor, Marcos Giménez Zapiola.
“No hay problemas tecnológicos a resolver” para incrementar la cantidad de terneros, afirmó de Mattos. El industrial consideró que Uruguay debe “dar un mensaje de sostenibilidad”, porque su ganadería “fija carbono, a diferencia de algunos de los países vecinos que desforesta. No desforestamos y somos sustentables (productivamente) en el largo plazo”, dijo tajante el gerente de BPU Meat.
Ese mensaje debería ser el caballito de batalla en la Unión Europea y en China, donde los milenials —los nacidos durante los primeros años en la década del 80, conocida como la generación Y—, se preocupan por consumir alimentos sustentables que respeten el bienestar animal y el medio ambiente.
“Podrán haber coyunturas, pero vamos a tener precios para la carne históricamente altos. Esa es la señal para que el criador piense en llegar a 9 millones de terneros”, aseguró de Mattos en su mensaje final.
El gerente general de NH Foods también destacó que para el grupo y para su planta en Uruguay el bienestar animal “es un tesoro que se guarda con mucho esfuerzo” y pidió cuidarlo, porque está el mercado “para que el sector de la cría despegue”. De Mattos consideró que “la transparencia y la ética en la producción es el gran desafío” para la ganadería.
Calidad. Por su parte, el embajador de Japón en Uruguay, Tatsuhiro Shindo, que participó en la reunión junto a los intendentes de Durazno (Carmelo Vidalín) y de Flores (Víctor Sánchez), afirmó que “Japón y Uruguay son dos orientales que comparten la alta calidad”.
Shindo dijo que el Frigorífico BPU, perteneciente al grupo NH Foods, “es el mejor ejemplo”. NH Foods es la cuarta empresa cárnica y de alimentos más grande a nivel mundial y la más grande de Japón.
Recordó la visita del primer ministro nipón Shinzo Abe el año pasado, la que posibilitó el anuncio al presidente Tabaré Vázquez de la apertura de Japón para la carne bovina desosada y madurada, después de más de 20 años de negociaciones sanitarias.
En febrero de 2019 se hizo el primer embarque y “el producto tuvo una gran aceptación”, incluso a nivel de restaurantes “se agotaron los stocks”. Lentamente, el mercado se fue consolidando y hoy es una realidad para la industria uruguaya.
Pero más allá del éxito conquistado por el producto en el terreno, la mejor propaganda es la que hace el mismo embajador Shindo: “Estoy disfrutando de mucha carne uruguaya. Por suerte yo no enfrento el problema de que se agotan los stocks”...
Con su fluido español y con una sonrisa que ilumina su rostro, el diplomático afirmó en tono de broma: “estoy batiendo un nuevo récord. Comí asado cinco veces a la semana”...
El diplomático recordó también que está en marcha la nueva era “Reiwa” a partir del pasado 1° de mayo, donde asumió el príncipe Narujito tras la abdicación del emperador Akihito, donde finalizó la era Heisei. Es la era “hermosa armonía” y en esta nueva etapa, auguró un mayor acercamiento del archipiélago con Uruguay.
“En 2021 se cumplen los 100 años de relaciones diplomáticas entre ambos países” y apostó a seguir trabajando en equipo, nombrando una y otra vez la palabra “Kizuna”, que puede traducirse como trabajo en equipo o complementación.
Como desafíos, Uruguay aún tiene mucho para crecer con sus carnes en el mercado nipón y debe trabajar más para llegar con productos enfriados, en lugar de congelados, donde la barrera son los 50 días de viaje que tiene el producto hasta llegar a destino. Hoy las carnes uruguayas ya tienen su nicho y siguen ganando terreno en Japón de la mano de la confianza en la producción sustentable, las certificaciones y la calidad, que captan más consumidores.